lunes, 18 de mayo de 2015

El acoso entre menores tiene mayor impacto en la salud mental que el maltrato


Hoy en día  es oído y publicado en todos los medios de comunicación, temas relacionados con el maltrato y acoso que pueden sufrir algunos niños y las secuelas que en ellos pueden dejar.

Sin embargo, algo que tenemos tan cerca y que todos probablemente en nuestros tiempos de niñez hayamos vivido alguna vez  como son las risas y bromas hacia algún compañero, siempre se ha tomado como algo normal e incluso gracioso y se le  ha tratado de quitar hierro diciendo "son cosas de niño". Pues bien, esas "cosas de niños" tienen unas consecuencias incluso mayores que el maltrato que puedan sufrir por un adulto, esas risas, bromas, empujones y otros hechos muchos más graves, pueden hacer que ese niño pierda la autoestima, confianza en sí mismo, entre en depresión, o sufra ansiedad y como consecuencia  de ello se paralice todo el proceso madurativo normal del desarrollo de joven, ya que es un entorno con el que tendrá que convivir diariamente y no va a tener estrategias ni apoyo para enfrentarlo, puesto que estas  son habilidades que se desarrollan precisamente en estos años.

 Bajo mi punto de vista, cultural y socialmente siempre se ha tratado de normalizar este tipo de situaciones recurriendo al hecho de que son niños y que no son maduros para saber lo que hacen, lo que justifica según ellos la actitud pasiva de los adultos ante este tipo de situaciones. Por otro lado, cuando es un adulto el que agrede a un niño física o psicológicamente (de la misma manera que puede hacerlo un niño) se toma como algo muy grave e inaceptable, ya que se entiende que el adulto si es consciente del daño que causa en el niño.

El martes 28 de abril se publicó en " el Periódico"una noticia referente al título de mi publicación, en la cual se señala como el acoso escolar o bullying puede tener consecuencias muy negativas en la salud mental de los niños o jóvenes que lo padezcan, llegando sus secuelas a ser peores que las que se suelen ocasionar cuando se produce un caso de maltrato por parte de personas adultas como puede ser, por ejemplo, por parte de los padres.

La comparativa ha sido puesta de manifiesto en un estudio realizado por profesores de Psicología de la Universidad de Warwick, en Reino Unido, que recientemente se ha publicado en The Lancet Psychiatry.
 
 El estudio muestra que el bullying, tanto en su forma de violencia física como verbal o psicológica, tiene importantes consecuencias negativas para el alumno que lo padece, ya que las víctimas del acoso escolar son más susceptibles de padecer problemas de salud mental que aquellas personas que han sufrido maltrato por parte de adultos.


Por lo que  finalmente, pienso que nosotros como futuros profesores tenemos la responsabilidad de detener precozmente aquel acoso que veamos en el aula, ya que somos los que pasamos la mayor parte del día con los niños.

Patricia Merino Cabo
2ºB Magisterio Educación Primaria

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