Su primer argumento en contra es: "en el día y en el momento que podemos estar haciendo el examen, nos pongamos nervioso, en estos casos nos suele salir mal un examen" (Iván, s.f.). Mi opinión es que si es verdad que los nervios pueden jugarte una mala pasada, pero eso no es motivo suficiente para quitar los exámenes; ya que siempre hay que ir a una prueba con tranquilidad, aunque estemos un poco nerviosos porque sabemos que hemos estudiado y nos hemos esforzado al máximo,
Su segundo argumento en contra es: "es un 40% de los alumnos que dedican el tiempo a memorizar un examen y en 1 o 2 semanas se les olvida todo completamente quedando un 20% de lo aprendido" (Iván, s.f.). El hecho de que se te olviden las cosas después de hacer un examen es cierto, ya que por ejemplo a mi pasa. Siempre te sueles quedar con algo, pero al pasar las semanas ya no recuerdas la mayoría de información, y con este resultado habitualmente uno se llega una a plantear la pregunta de ¿para qué hacemos los exámenes si luego vamos a olvidar lo que habíamos memorizado?. Yo siempre pienso que se llega a aprender más cosas a través de trabajos y prácticas, ya que como la propia palabra lo dice, lo pones en práctica.
Y su argumento a favor de que son necesarios es: "son muy necesarios para poder saber hasta dónde llegan nuestros conocimientos como alumno" (Iván, s.f.). Esto por un lado es cierto ya que hay que haber hasta qué punto hemos conseguido llegar, si lo hemos comprendido o no, pero todo esto es de manera teórica y por otro lado, pienso que siempre es mejor saberse una cosa de manera práctica, ya que al repetirlo muchas veces, lo acabas entendiendo mucho mejor, que solo estudiándolo de memoria para luego soltarlo en el examen y que se te acabe olvidando.
En conclusión, desde mi punto vista pienso por un lado pienso que los exámenes son necesarios ya que es una manera de evaluar que siempre ha existido desde hace mucho tiempo, y el hecho de suspender solo puede ser por dos motivos: que no hayas estudiado, o que te hayas puesto muy nervioso y te quedes en blanco. Pero este segundo motivo se puede llegar a eliminar, no del todo (porque vas a estar siempre en mi opinión algo nervioso), llegando al examen con seguridad y confianza en uno mismo.
Y por otro lado pienso que se pueden llegar a quitar los exámenes en situaciones muy excepcionales, como es el caso que estamos viviendo con el coronavirus, en el que los contenidos pienso que no se van a llegar a comprender de la misma manera que si estuviéramos en clase, también el hecho de que los profesores mandan más tareas de las que mandarían si estuviéramos en clase, también la situación de agobio, sufrimiento que pueden estar pasando algunas familias. Por eso existen otros métodos de evaluar, como son las prácticas y los trabajos y este sería el momento idóneo desde mi punto de vista para quitar los exámenes, y poder sustituirlos por las otras dos formas de evaluar.
Daniel Rodrigo Ollero.
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