Desde que en 1956 se
produjera la primera emisión de la televisión en España, este aparato se ha
convertido en un aparato muy importante y prácticamente imprescindible para
nuestras vidas. Ver programas de televisión puede
ayudar a adquirir nuevos conocimientos, siempre y cuando los programas que vean
sean educativos y los vean reguladamente.
El
niño aprende por observación, imitación y por experimentación. Por lo tanto, la
televisión es un medio de gran importancia para el niño ya que la mayoría de
cosas que el niño vea por la pantalla serán imitadas posteriormente en su vida
cotidiana. No obstante, considero que para que el niño haga un uso adecuado y
correcto de la televisión, tanto sus padres como el maestro del colegio deben
encargarse de enseñar los valores adecuados y aconsejables. Si no ocurre este proceso, los niños podrían
tener una serie de efectos negativos. Algunos de estos efectos son que el abuso de la gran pantalla puede provocar estilos de vida
sedentarios, que los niños vean imágenes
o programas no adecuados a la edad de los niños, sufrir bullying ya que el
resto de niños mientras se relacionan por ejemplo en el parque el otro niño está
apartado, problemas de salud, sacar malos resultados académicos, pérdida de
juegos tradicionales. También creo que es importante que los niños sepan
distinguir entre los distintos tipos de programas de televisión que hay en
emisión y cuáles son los que más les conviene ver. Encontramos los siguientes
tipos de programación:
- Comercial: Su fin es promover el consumo en la sociedad
- Cultural: Su fin es la divulgación de las artes y de las ciencias. Suele ir dirigido a un amplio público.
- Educativa: Es un tipo de programación que enriquece el proceso de enseñanza- aprendizaje. Suele ir dirigido a públicos más específicos.
- Telebasura: En los últimos años ha acaparado un gran espacio de la programación de la gran pantalla.
Como futuros docentes debemos
saber que hay muchas funciones que los profesores
comparten con los padres, como pueden ser la advertencia de ver programas
adecuados para su edad, no hacer un uso excesivo de la televisión, fomentar
otras actividades como pueden ser juegos tradicionales o salir a pasear.
Advertir de que muchas de las cosas que se ven en televisión son ficticias y no
se pueden llevar a cabo en la vida cotidiana.
Por otra parte el
profesor debe intentar que los alumnos sean críticos a la hora de ver algo en
la gran pantalla, por ejemplo después de ver algo en la televisión, realizar
conjuntamente un debate o un juicio crítico para llegar a una conclusión final
y válida.
Finalmente,
debemos saber que este medio de comunicación puede ser muy útil y beneficioso
si sabemos cómo utilizarlo. Por lo tanto, os animo a todos a que como futuros
docentes estemos concienciados de los contenidos y valores que hay que
transmitir a los alumnos acerca de la televisión.
Rodrigo Escobar Villajos
2ºA Magisterio Primaria
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