lunes, 3 de mayo de 2021

LA EDUCACIÓN, COSA DE DOS


La educación de nuestro país tiene muchos problemas por resolver. La
relación familia-escuela es uno de los temas que más me preocupan, ya que existe una gran desconfianza y recelo entre padres y docentes. 

Está comprobado que la implicación de las familias en la socialización y la educación de sus hijos tiene efectos positivos sobre todo la proyección permanente y sistemática de expectativas positivas en relación a sus capacidades, a la superación de las dificultades y los propios resultados escolares. A este mismo nivel se situarían las actitudes de los padres en relación con los docentes como profesionales que quieren bien y que están permanentemente dispuestos a ayudarles. 

Además, hay otras muchas ventajas, como una mejor respuesta a las necesidades, satisfacción del alumnado, se comparte la responsabilidad o aumenta la productividad. Pero también existen algunas limitaciones y riesgos en la relación entre la familia y el centro educativo, como pueden ser:

  • El horario de los padres para acudir a las reuniones. 
  • La creencia de muchos profesores que no es su obligación de organizar actividades para los padres.
  • la insuficiencia de recursos materiales y personales para llegar a conseguir la participación de la familia. 
  • el sentimiento de las familias de incompetentes frente a los profesores. 

Hay varios modelos de relaciones que se pueden dar entre las familias y los docentes, pero destaco los siguientes propuestos por Wise y Thornburg (1978)

  • Modelo I: Considera a la familia como la única fuente de educación y
    correspondencia al estereotipo del hogar del pasado, donde las funciones de la
    familia eran totalmente afectivas. 
  • Modelo II: El hogar es considerado como fuente primaria de educación pero se
    ve la importancia de una ayuda a parte, por parte de la escuela.
  • Modelo III: Reconoce a ambas instituciones, familia y escuela, como
    socializadores efectivos legalmente y especifica la necesidad de relación de
    trabajo cooperativo y colaborador.
  • Modelo IV: Según este modelo la escuela es el agente primario y tiene la
    responsabilidad de la educación.
  • Modelo V: En él la escuela es agente exclusivo, donde el personal docente es
    el que determina los objetivos, las metas, las líneas de actuación y la currícula
    del centro y por tanto los padres solo toman la decisión de aceptar o no lo que
    les ofrece la escuela.
  • Modelo VI: Considera que tanto el hogar como la escuela están sujetos a
    influencias de una fuerza interior que domina el proceso educativo. Y se puede
    ver desde un punto de vista positivo o por el contrario negativo.

Por otro lado, podemos encontrar varios tipos de participación:

  • Modelo experto: Donde el profesional asume por completo el control de la
    situación, toma las decisiones, busca las fuentes necesarias y selecciona la
    información que necesita y solo solicita la colaboración de la familia en caso
    necesario.
  • Modelo trasplante: El docente trasplanta su experiencia a los padres, considera
    a la familia como factor importante y que pueden ayudar a sus hijos, pero el
    docente toma las decisiones aún.
  • Modelo de usuario: El profesor respeta a los padres y reconoce su competencia. La toma de decisiones se halla bajo el control de los padres, quienes seleccionan lo que consideran adecuado y oportuno.

Tal vez se den aspectos que pueden dificultar la relación entre la familia y los docentes, como la organización jerárquica de ambos sistemas, las reglas, el sistema de creencias o la cultura, pero todos jugamos en el mismo equipo, por lo que todos deberíamos trabajar juntos. Para que esto ocurra, es necesario que nos centremos en buscar formas y fórmulas de participación, vías de colaboración, puntos de encuentro, etc. Poder colaborar será el resultado de un trabajo conjunto. Es cierto que ya existen algunas formas establecidas de participación como son las AMPAS, los Consejos Escolares, las tutorías, las Escuelas de Padres… Deberíamos empezar a replantearnos su verdadera utilidad y el sentido que les estamos dando. Si no funcionan o no sirven, tendremos que buscar nuevas fórmulas o vías de colaboración acordes al mundo en que vivimos.

A continuación, adjunto un vídeo donde se explica de forma más detallada la importancia de la relación familia-escuela. 




Teresa Ortega González. 
2º Educación Infantil. 

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