lunes, 24 de mayo de 2021

Binta y la gran idea

Hace unos días, me recomendaron ver el cortometraje ¨Binta y la gran idea¨, un cortometraje dirigido por Javier Fesser, que fue nominado en 2007 al Óscar al mejor cortometraje. Este, forma parte de la película ¨En el Mundo a cada rato¨, donde los directores se muestran la visión propia, acerca de las diferentes realidades que afectan a la infancia y por las que UNICEF trabaja en cada rincón del mundo.  

Al principio he de decir que no me llamaba nada la atención, pero tras leer algunos comentarios sobre el cortometraje, sobre todo opiniones de docentes, todas ellas positivas, que animaban a todo el mundo a verlo, pero en especial a aquellos presentes o futuros profesores/as, por la gran aplicación que tiene en el aula, me animé a verlo y quizás sea una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Me cambió por completo el pensamiento, la perspectiva de la vida, pues es una breve y profunda historia ocurrida en África, pero que si nos paramos a pensar es la historia de toda Europa. Una vez más, nos damos cuenta de la necesidad de educar, educar en valores desde que tenemos apenas meses de vida. Con esta proyección, no solo desarrollamos la imaginación como un niño, es que, además, nuestra mentalidad cambia, pues pensamos que en África lo único que se cuece es odio y violencia, que es un lugar donde no hay recursos humanos para generar democracia, que allí solo se va a ayudar, pero no señores, es aquí donde nos damos cuenta de que quizás el problema le tengamos nosotros.

Por ello, y sin más dilación me dispongo a realizar una pequeña reflexión de todo lo que se recoge en este cortometraje. Espero y deseo que esto, os anime a verlo y sacar vuestras propias reflexiones, que lo compartáis con vuestra gente y sobre todo se lo proyectéis a vuestros alumnos y alumnas, porque muchas veces una imagen vale más que mil palabras y así es, en este caso el cine nos lo demuestra inculcando valores no solo a los niños, también a los más grandes. El cine al igual que los libros o la música, es una herramienta de diversión con la que aprendemos de forma significativa, ayuda a los más peques a cimentar sus bases para convertirse en personas adultas, responsables, capaces de entender a los demás, sensibles, etc., con el fin de construir un mundo más amable para todos.

Tras visualizar el cortometraje ¨Binta y la gran idea¨, me dispongo a reflexionar…

El cortometraje "Binta y la gran idea", nos acerca a la cultura y costumbres del continente africano, quizás en ocasiones poco conocidos por la mayoría de las personas, pero qué en un análisis un poco más profundo, puede llegar a plantearnos más de una reflexión. Antes todas y cada una de estas reflexiones, cabe destacar que lo más importante, independientemente de cultura, raza, sexo, religión o cualquier ideología, es la "VIDA" de todos y cada uno de los seres humanos, y la vida de una persona es igual de importante que la de cualquier otra. Dicho esto, todos tendríamos derecho a una misma educación y a cultivar unos valores esenciales en el mundo en el que vivimos, tales como la solidaridad, el respeto, el compañerismo y el conformismo entre otros. Valores basados en el amor, el cariño y la amistad, para hacer entre todos un mundo mejor. La carencia de estos valores, nos lleva en ocasiones a destruirnos entre nosotros, así como engañamos aprovechándonos de las debilidades de otros seres humanos, fomentamos el racismo, el famoso bullying etc, …Vivimos del egoísmo y la avaricia. Es por ello que cobra vital importancia la educación y el aprendizaje que nos enseñan desde pequeños, tanto los profesores en los colegios, como nuestros progenitores en cada uno de nuestros hogares, por ello la transmisión de valores a nuestros niños y niñas es fundamental en su desarrollo como personas que conviven en sociedad. Partiendo de esta base fundamental, estas   son   mis   reflexiones   después    de    haber    visto    este    cortometraje: En este continente africano (sirva de ejemplo para otros lugares del mundo), la mayoría de las mujeres trabajan duramente en el campo, y aparte, se tienen que encargar también de sus hogares. Es la imagen del "hombre" en general, quien decide sobre la mujer y quien tiene todos los derechos, bien sea por tradición o por costumbres. Esto precisamente va pasando de generación en generación, viéndose afectadas dichas mujeres desde niñas, siendo privadas de un derecho como es la educación y el aprendizaje en algunos casos. No saber leer, no saber escribir, no poder tener un futuro deseado con los conocimientos oportunos para ello, son parte de sus consecuencias. Tanto niños o niñas, hombres o mujeres deberían tener los mismos derechos. Sencillamente estamos hablando de igualdad.

En el mundo en el que vivimos, dónde todo avanza tan deprisa, todo evoluciona a pasos agigantados, dónde puede el poder y el egoísmo, además nos supera el estrés, damos tanta importancia a lo material, … y realmente no nos paramos a pensar que hay rincones dónde no ocurre lo mismo. Pero, ¿todo esto nos da la felicidad? Bajo mi punto de vista sinceramente creo que no. Y vuelvo a esos rincones del mundo, dónde con muchos menos recursos, seguro que son capaces de valorar más la vida e incluso ser más felices. La idea principal de esta película, me ha llamado mucho la atención. Lo que para nosotros es más cercano y más real como puede ser el adoptar un niño del "tercer mundo" (como solemos decir en el lenguaje coloquial), para ellos es una oportunidad de invertir los papeles y darle a ese niño del "primer mundo" la oportunidad de ser feliz entre todos ellos, con otros valores y quizás menos recursos, pero también sin la codicia y el interés personal de aquella otra vida abocada a la destrucción. En definitiva, no solo me he dado cuenta de que está bien conocer otro mundo, otros idiomas, otras costumbres al que solemos estar acostumbrados y desarrollar la imaginación como lo hace un niño. Pensamos que en África no hay suficientes valores para vivir en sociedad y que solo se respira violencia, pero este cortometraje nos da una imagen totalmente diferente, nos enseña cómo es verdaderamente este continente tan espectacular. Se feliz en la contemplación serena, con la voluntad extinguida, sin la codicia y el afán del egoísmo, frío y gris de pies a cabeza, pero con ojos ebrios de luna (Friedrich Nietzsche).

Tras investigar sobre su aplicación didáctica en el aula como he comentado anteriormente, he encontrado en la web una serie de recursos que nos puede ayudar o nos puede servir de apoyo como futuros docentes. Se trata de cuadernos de trabajo sobre el cortometraje, haciendo reflexiones antes, durante y tras la visualización de este y además, se crea una propuesta didáctica muy interesante para llevar a cabo con nuestros alumnos y alumnas. 


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