lunes, 7 de mayo de 2018

LOS DEBERES, ESE GRAN DILEMA

Deberes, ¿sí o no?. Este ha sido (y es) un punto de debate entre los padres de los niños que diariamente llegan a casa con tareas del colegio. Así, existen padres que se posicionan a favor de ello, pero también hay padres que se sitúan en contra.

Por un lado, aquellos padres que creen que sus hijos deben realizar deberes en casa justifican que llevar a cabo estas tareas permiten que su hijo refuerce todos los contenidos que ha desarrollado en la escuela, lo que resulta beneficioso para afianzar sus conocimientos. Además, también creen que este hecho es un gran aliciente para promover en los niños una actitud de responsabilidad y autonomía que les servirá de ayuda a medida que vayan creciendo.

Mientras que, por otro lado, hay quienes afirman que los niños deben ser niños y disfrutar de su tiempo libre jugando. Según estos padres, los deberes son causa de frustración en muchos pequeños al ver pasar las horas delante de un cuaderno, sin descansar y sin poder disfrutar con sus amigos o sus padres. Por tanto, esto provoca desilusión y agobio, llegando a odiar los deberes y la escuela y, en el peor de los casos, abandono (cuando debería ser al revés).

Desde mi punto de vista, creo que ambas posturas tienen su punto de razón, es decir, los deberes ayudan al niño a mejorar, pero siempre en su justa medida. Hacer tareas escolares favorece la adquisición de una rutina de trabajo, esfuerzo, compromiso y responsabilidad donde el niño aprende a organizar su tiempo, lo que le servirá a lo largo de su vida. Sin embargo, los deberes no deben ocupar más de 30 - 45 minutos al día, para que así los chicos tengan tiempo para desarrollar las cualidades antes mencionadas y para disfrutar de su infancia, evitando las tareas escolares en periodos de vacaciones, pues ellos tienen el mismo derecho que cualquier otra persona a disfrutar de ellas. 




Que el rendimiento escolar en España sea uno de los niveles más bajos de la OCDE y el fracaso escolar de los más altos es algo que debería preocuparnos y buscar un remedio ante esta situación.

Sergio Arenas González 
2º Grado de Magisterio en Educación Primaria en la UCLM, Toledo.
Fuente de imagen.

1 comentario:

  1. Deberes no. Lo cierto es que sólo hay cuatro horas y media al día y hay tareas o ejercicios que no se puede completar en clase y por eso se termina en casa. O el tiempo de estudio. Pero deberes no. Que luego salimos en el anuncio de ikea.

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