Los Sistemas de Enseñanza no Presencial, apelados inicialmente enseñanza por correo y
posteriormente enseñanza a distancia y enseñanza abierta, nacieron con la intención de
adquirir a un público que estaba fuera del área de influencia de las instituciones educativas.
Estas tendencias se localizan tanto en los sistemas universitarios como en la enseñanza formal
y no formal.
En relación con sus principales modalidades y desde el punto de vista educativo, las
enseñanzas no presenciales, en su forma usual, sólo han atendido al aspecto de limitación
geográfica, sin instaurar una consideración específica acerca de contenidos y metodologías.
Básicamente se manejaban textos que incluían los temas que había que aprender
acompañados de ejercicios, para que los estudiantes se adecuaran a los conocimientos que los
llevaran posteriormente a ser examinados.
Queda claro que en esas propuestas se admitía implícitamente que el aprendizaje podía
llevarse a cabo en condiciones de total autonomía, sin la necesidad de la asistencia de los
docentes, teniendo en cuenta la competencia que poseen las personas de adquirir
conocimientos de manera autónoma. Así, el sistema atendía principalmente al valor de
acreditación mediante los exámenes finales, en la medida en que éstos se tomaran en las
mismas circunstancias que a los alumnos presenciales.
Si retornamos a los comienzos de la década del ’60, diversas experiencias comenzaron a
introducir productos audiovisuales, desde sus formas más sintéticas (transparencias,
diapositivas, etc.) hasta el vídeo educativo, como materiales de soporte de los procesos de aprendizaje. Una metodología inscrita al concepto vigente de Tecnología Educativa propuso la
incorporación de dichos productos, pero sin un tratamiento confuso en relación con los
modelos psicopedagógicos de enseñanza y aprendizaje.
También es importante recalcar que a partir de la generalización del uso de las Nuevas
Tecnologías en la enseñanza, distintas instituciones educativas presenciales comenzaron a
indagar en el desarrollo de sistemas no presenciales basados en las redes de comunicación o
en otras tecnologías, tales como las videoconferencias satelitales.
Recientemente, con el perfeccionamiento de diversas ideas de Tecnología Educativa, comenzó
a prestarse atención a los materiales en los que se ayudaban las enseñanzas a distancia. No
obstante, e independientemente de los resultados alcanzados por medio de la enseñanza por
correo o a distancia, siempre se había exteriorizado una particular susceptibilidad social hacia
estas modalidades, y frecuentemente fueron estimadas de menor calidad que la enseñanza
presencial, sin evaluar las condiciones en las que esta última se llevaba a cabo.
Las actuales tendencias en las organizaciones universitarias se enfocan a propiciar el desarrollo
de sistemas no presenciales, forzados tanto por las condiciones de masividad que se van
incrementando año tras año, cuanto por las posibilidades que se están originando a partir de
mejores condiciones tecnológicas. Y el aumento de la credibilidad en los sistemas abiertos, que
de nuevo se está ubicando socialmente.
Los sistemas educativos de la enseñanza básica también han incorporado formaciones a
distancia o semipresenciales para tener en cuenta a los procesos de capacitación de docentes.
Concluyendo, a la hora de diseñar un Modelo de Enseñanza no Presencial, es fundamental que
emane y sea coherente con un modelo psicopedagógico en nuestra propuesta la concepción
constructivista de la enseñanza y el aprendizaje, que mande el enfoque educativo, los
programas, las situaciones y actividades y las tareas de formación o capacitación.
Carlos Gutiérrez García
2ºA Educación Primaria
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