Según señala R.M Torres con la noción de "comunidades de aprendizaje" se refiere a una comunidad que se organiza dentro de un territorio, este territorio asume un compromiso con el aprendizaje y la cultura, con el fin de satisfacer las necesidades educativas de todas las personas, y de esta forma aumentar el progreso personal, familiar y comunitario.
La comunidad de aprendizaje organiza sus recursos, convirtiendo de esta manera la educación en tarea de todos sus miembros. En esta comunidad todos tienen algo que enseñar y que aprender. Aquí es más importante saber lo que se tiene que lo que se necesita. Así, una comunidad de aprendizaje se convierte en una estrategia para afrontar las necesidades básicas de ese territorio. Todas las instituciones y recursos de la comunidad (bibliotecas, talleres, escuelas…) son puestos en marcha para crear un aprendizaje a lo largo de la vida. El Gobierno al igual que el estado debe impulsar estas iniciativas.
Francesco Tonucci expone que los arquitectos y los planificadores deben ver las ciudades como espacios destinados para los niños, con zonas amplias, zonas de disfrute, que se tengan existan para la libertad y en los que en cada uno de ellos cada persona asuma la responsabilidad de educador. Bajo esta concepción, la ciudad educadora es la que además de las funciones tradicionales, asume la intencionalidad y responsabilidad de la formación y desarrollo de sus habitantes empezando por los más jóvenes y niños.
También defiende un pensamiento según el cual la educación es tarea de todos. La sociedad educadora es "una sociedad en la que cada uno de sus miembros se convierte en educador y educando, dispuestos a aportar lo que se sabe y lo que se es, a cambiar en lo que debemos".
2º Educación Infantil
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