lunes, 21 de mayo de 2018

La educación como centro de la moralidad general


Esta es una reflexión propia y no tiene nadie porque estar de acuerdo. Como digo en el titulo la educación es el eje central de la moralidad actual. Con esto me refiero a que si todas las personas del mundo recibiesen una educación (en valores) adecuada, probablemente el mundo seria tremendamente diferente. 

Pongamos un caso extremo, los violadores y violadoras opino que desaparecerían, las personas que realizan esos actos tan crueles son por lo general machistas en el caso de hombres (pongo esta opinión porque el ministerio de sanidad e igualdad ha realizado estudios y han llegado a la conclusión de que el 97% de las violaciones son hechas por hombres). 

Siguiendo con el tema principal, el machismo es causa de una ideología errónea que hoy en día lamentablemente aún sigue presente, pero la realidad es que, al menos en los países del primer mundo, el machismo es cada vez menor, incluso la ideología de gente más antigua que vivió en una época más machista está cambiando su forma de pensar y esto es porque cada vez hay mejor educación, en la misma clase hay hombres y mujeres, se da por sentado que intelectualmente las mujeres son igual de inteligentes que los hombres y son capaces de realizar los mismos trabajos. Cada vez las violaciones se ven como algo peor, cada vez se habla más de la violencia de género y de la supremacía del hombre sobre la mujer en aspectos como el salario. 

Si un niño es educado en valores de la forma adecuada por sus padres y por lo tanto se relaciona con niños que han sido educados igualmente en su casa y después va a la escuela y le educan de forma correcta y luego se mete en Internet o ve la televisión y transmiten ideas correctas entonces no habría acciones tan monstruosas. Obviamente esta idea es muy idílica, el aspecto económico es muy importante, el machismo es tremendo en países tercermundistas por no hablar ya de las zonas en guerra donde se producen actos deplorables, pero cada profesor debe dar lo máximo de sí mismo por muy difícil que este, también deberían esforzarse los padres y los gobernantes, pero ahora mismo no encuentro una forma efectiva de hacer que ellos se esfuercen más allá de que se den cuenta de forma propia. 

Quizás algún día en todos los países del mundo haya gobernantes buenos y entonces dejen de gastarse millonadas en armas para asesinar personas y se gasten dinero en educarlas correctamente. Soy optimista, de verdad creo que un mundo así se puede conseguir, pero para ello debemos empezar a cambiar las cosas, empezando por la base, la educación.

Jaime Díaz-Mayordomo

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