miércoles, 21 de mayo de 2025

La infancia, la semilla de la vida

 La infancia constituye una etapa fundacional en la construcción del ser social. Los primeros años de un niño resultan cruciales, no solo en el desarrollo físico sino en la construcción de su personalidad, moral, ética… En definitiva  los niños y las niñas se sumergen en un aprendizaje vital que moldea su capacidad para interactuar, comprender y desenvolverse en el entorno en el que se encuentran circunscritos.  

Es durante este tiempo a través de experiencias tempranas donde se siembran las semillas de la empatía, la cooperación, la comunicación y la resolución de conflictos, habilidades esenciales para una participación plena y saludable en la sociedad. 

Las primeras interacciones son, lógicamente y la mayoría de casos con los padres, con la familia, los amigos y los educadores. Todos ellos resultan pilares fundamentales que actúan como un espejo en la comprensión del mundo social del infante.  

A través del juego, la imitación y la exploración conjunta, los niños aprenden las normas no escritas de la convivencia, descubren la importancia de algunos valores, experimentan múltiples sentimientos y aprenden de ellos.  

Cada interacción deja una huella imborrable en su desarrollo social, lo que significa que un entorno rico en este tipo de oportunidades fomenta el respeto por la diversidad, la resolución de conflictos, la inteligencia, la proactividad, la gestión de emociones, el apego, la autopercepción y autoconfianza.  

Si por el contrario en el entorno en el que el niño se desarrolla está marcado por interacciones pobres y difíciles harán que estas habilidades sociales fundamentales no se desarrollen en su plenitud pudiendo desembocar en dificultades en el establecimiento de relaciones sociales en etapas posteriores de la vida.   

En resumen, dedicar recursos y esfuerzos a asegurar una niñez plena, caracterizada por interacciones sociales constructivas, trasciende el ámbito del afecto y la atención individual. Se trata de una estrategia esencial para edificar una sociedad más unida, sensible y equitativa.  

Proporcionar a los niños y niñas las habilidades sociales cruciales para desenvolverse en la sociedad sienta las bases para un porvenir donde la cooperación, el respeto y la comprensión recíproca constituyan los cimientos de la vida en comunidad. Así, la infancia no se limita a ser un periodo de desarrollo personal, sino que representa el terreno fértil donde se cultiva la ciudadanía del futuro 

BIBLIOGRAFÍA  

Ayuda en Acción. (s.f.). La importancia de la educación en la infancia. Recuperado de https://ayudaenaccion.org/blog/educacion/importancia-educacion-infancia

UNESCO. (s.f.). ¿Por qué es importante la atención y educación de la primera infancia?. Recuperado de https://www.unesco.org/es/articles/por-que-es-importante-la-atencion-y-educacion-de-la-primera-infancia 

INSNOVAE. (2023, 2 de octubre). La importancia de la educación en la primera infancia. Recuperado de https://www.insnovae.es/la-importancia-de-la-educacion-en-la-primera-infancia/ 

Camelia Vázquez Félix

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por contribuir con sus comentarios a las entradas de nuestra Revista Digital.