Con la rápida evolución de las nuevas tecnologías y el incansable proceso de digitalización, no solo se hacía inevitable que estas llegasen a nuestros colegios en forma de herramientas educativas, sino que, además, se hace necesario hasta cierto punto. Pero ¿es realmente eficaz el uso de estas herramientas en la educación?, ¿son herramientas aptas para todos?, ¿qué opinan los maestros respecto a su utilización?
Con el fin de demostrar el buen funcionamiento de este tipo de herramientas en el aula, se puso en marcha una propuesta didáctica aplicada en estudiantes de edades comprendidas entre los 6 y 12 años en un periodo de 7 semanas, en la que los alumnos se organizaron en grupos de tres y con roles rotativos para desarrollar habilidades como la búsqueda de información, la selección de los contenidos, el análisis, etc., el objetivo de esta propuesta era el acercamiento de alumnos y maestros a la robótica didáctica. Cierto es que los resultados fueron favorables para la gran mayoría de los implicados, pero no podemos pasar por alto inconvenientes como el elevado costo de estas herramientas o la falta de preparación y, en algunas ocasiones, compromiso del equipo docente, puesto que esta preparación supondría una inversión de tiempo demasiado elevado.
Con afán de acercar las nuevas tecnologías a las aulas e implementarlas en la educación, se puso en marcha el programa “Carmenta” en alumnos de 4º, 5º y 6º curso de educación primaria, el cual consiste en la implementación de tabletas en el aula cara su utilización por parte de alumnos y profesorado en las áreas impartidas comúnmente por el tutor (lengua, matemáticas y conocimiento del medio) e inglés, sustituyendo estas tabletas a los libros de texto convencionales.
Un estudio realizado en un centro de primaria situado en Ecuador, en el cual se ha implementado el programa “Carmenta”, realizó un análisis de resultados a partir de una serie de cuestiones planteadas al profesorado del centro. El punto central de este artículo es la utilización de las TIC con el fin de facilitar las cuestiones administrativas, tales como llevar un mejor registro de calificaciones y rendimiento académico, almacenar y organizar los datos de los alumnos para que estos sean más accesibles a la hora de revisarlos o mantener una buena comunicación con los familiares de los alumnos entre otras cosas. La conclusión a la que se llegó fue que, si bien estas herramientas pueden ser de gran utilidad, no debemos olvidar que la tecnología puede fallar de forma esporádica, pues ellos mismos comprobaron que su buen funcionamiento puede verse completamente eclipsado por fallos repentinos.
A título personal, considero que las nuevas tecnologías deben estar presentes durante el periodo educativo, debido a que lo contrario sería alejarse de la realidad social en la que nos encontramos, lo cual no significa que estas deban sustituir a ningún recurso analógico, en todo caso complementarlos o utilizarlos de forma alterna, no porque sean una herramienta extraordinaria hay que realizar un uso abusivo de las mismas. Por último, opino que las nuevas tecnologías no deben ser implementadas de la misma forma en todos los centros, puesto que la implementación de cualquier herramienta o metodología estará siempre ligada al nivel de conocimientos del profesorado a cerca de las mismas y del contexto sociocultural del centro educativo en el que nos encontremos.
Bastidas, J. B. (2023). Factores que influyen el registro de calificaciones interno mediante el uso de Carmenta en una institución pública, Ecuador. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9235606
Hervás-Gómez, C. (2018). La robótica como estrategia didáctica para las aulas de educación primaria. Dialnet. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6542601
Mario García Rubio