Personalmente un tema que me llama muchísimo la atención para indagar sobre él es la terapia realizada con música, es decir, lo que se conoce como musicoterapia.
Esta terapia la realizan muchos psicólogos y terapeutas.
A continuación explico lo que significa y en qué consiste:
La musicoterapia es el manejo de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta, con un paciente individual o un grupo.
La musicoterapia es un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
También, la musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como en el ámbito privado, las metodologías de trabajo varían de acuerdo a la población y a las escuelas.
Es cierto que además de beneficiar a los discapacitados, la música beneficia a los ancianos y a mujeres embarazadas; pero que normalmente se utiliza como un tratamiento para trastornos neurológicos; y decir que los efectos de la música en la conducta, influyen en el desarrollo evolutivo.
Según Vaillancourt G., el niño, además de ser un ser en desarrollo, es un ser creativo y musical, ya que posee su propia música que expresa como funciona como vía de acceso de los sentidos y que facilita y posibilita el aprendizaje. La música, además de resultar muy motivadora y fomentar la capacidad de creación de la persona, puede utilizarse como material y método educativo que además se puede implementar dentro de las terapias para mejorar o restablecer las capacidades físicas y psicológicas.
Aplicar musicoterapia ha mejorado las condiciones asociadas a la discapacidad de muchos niños.
A continuación vamos a ver algunos beneficios de la música en el trabajo con personas con discapacidad: Favorece del desarrollo psicomotor, es decir, la coordinación motriz, el equilibrio, la marcha, la lateralidad o la tonicidad, aumenta la comunicación y expresión, favoreciendo así el desarrollo emocional, mejora la percepción y la motricidad. Favorece la expresión de problemas, inquietudes, miedos, bloqueos, actuando como alivio de la ansiedad. Ayuda al equilibrio psicofísico y emocional, mejora las respuestas psicofísicas registradas en diferentes parámetros como son por ejemplo los encefalogramas, también favorece el rendimiento corporal, aumenta el riego sanguíneo cerebral y beneficia en el acercamiento a niños que por su problemática resulta más complicado como puede ser un niño o niña con autismo, psicosis, etc…
Existen varios objetivos principales de la aplicación terapéutica de la música en las personas con discapacidad, entre ellos destaco el mejorar la afectividad, la conducta, la perceptivo-motricidad, la personalidad y la comunicación.
Gracias a la musicoterapia podemos conseguir dotar al niño de vivencias musicales enriquecedoras que estimulen su actividad psíquica, física y emocional. En cuanto a lo emocional nos referimos por ejemplo a reforzar la autoestima e integrar socialmente a la persona, entre otras.
Hay que tener mucho cuidado y se debe conocer muy bien a los participantes de una sesión de musicoterapia, ya que no es lo mismo preparar una sesión para un autista, que se excita mucho con la música, que para un hiperactivo, que necesita tranquilizarse y trabajar la concentración. Las sesiones se deben realizar en un clima agradable que permita realizar los movimientos necesarios.
Finalizo mi reflexión sobre la terapia de la música apuntando que aunque a algunas personas les parezca increíble, es uno de los medios para atender a una dificultad de aprendizaje y que desgraciadamente, desde mi punto de vista, no solemos tener muy en cuenta. Ya sabemos, después de leer estos párrafos, que la música es más que un sonido que nos hace bailar a su son.
Verónica Romero Sánchez,
Primer curso de grado de educación infantil