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lunes, 30 de abril de 2018

La influencia del clima en el aula

Una buena definición de clima escolar, sería las condiciones organizativas y culturales de todo un centro educativo. Otra definición pudiera ser la forma en que la escuela es vivida por la comunidad educativa y repercute en las actitudes de todos los individuos implicados.

Además, el clima escolar tiene dos dimensiones: la estructural y la afectiva. La dimensión estructural consiste en la organización de los roles, las expectativas de los alumnos y las normas que tienen sus integrantes como grupo. La dimensión afectiva consiste en las formas en que cada individuo satisface sus necesidades.

Por otro lado, el clima escolar se ve influenciado por las prácticas que se llevan a cabo en el aula, por las condiciones físicas y ambientales, por la personalidad del profesor y sus iniciativas, por la homogeneidad o heterogeneidad del grupo, por la orientación del equipo directivo, de la situación geográfica, por la participación de los padres...

A su vez, en relación con el clima se encuentra el conflicto. Este término es sinónimo de confrontación y es algo natural, puesto que donde hay dos personas o más siempre habrá opiniones diferentes y es lo implica el enfrentamiento. Esto aunque a priori se asocia a aspectos negativos, hay que destacar que el conflicto es también movilidad y avance si se tienen en cuenta las opiniones de los demás.

Hay que tener en cuenta que el conflicto no se va a extinguir, y es en este punto donde tiene especial importancia la forma en que se soluciona. Para ello es fundamental que las dos partes involucradas sean conscientes del problema para poder solucionarlo.

Los docentes tienen la obligación de ayudar a que se solucionen los conflictos mediante tutorías con sus alumnos, así como orientarles en el proceso educativo junto con sus padres. Además intentarán que todas las actividades que se realicen se hagan con un clima de respeto, participación y tolerancia con los demás, favoreciendo el trabajo cooperativo, deberán informar periódicamente a los padres de la evolución de sus hijos...

Hablando de clima escolar y conflicto, es inevitable hablar también de un tema muy de actualidad: el acoso escolar, del que por desgracia muchos niños son protagonistas. El acoso escolar es cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se ejerce sobre un compañero durante un tiempo prolongado de forma directa o indirecta. Los tipos de acoso pueden ser físicos (golpear, escupir, dar patadas...), indirecto (espiar, escribirle notas...), verbal (amenazar, burlarse, insultar...), material (romper, robar, esconder objetos de un compañero...), social (dar de lado a un compañero) y cibernético (acosar por Internet). En el acoso escolar esta involucrados varias personas: el agresor,  que tiene una conducta agresiva y violenta y evita ser descubierto, la víctima, que aparenta ser más débil y se le discrimina por ser diferente por cualquier motivo, y el espectador, que puede ser el amigo del agresor, reforzador, ajeno a todo o defensor de la víctima.



Por otro lado, están los conflictos que no se consideran acoso, como los conflictos fáciles de resolver, las faltas de respeto, los pequeños alborotos o la alteración del ritmo de la clase.

Por último, hay que señalar que las cadenas de televisión, en este caso Telecinco, también puso su grano de arena en la lucha del acoso escolar con esta canción.



MARÍA IRIS FERNÁNDEZ-GALLARDO VELASCO
2º A MAGISTERIO PRIMARIA
iris_burujon@hotmail.com

martes, 18 de abril de 2017

Una tarjeta roja para cierta educación


Reflexionemos hoy, si les parece, sobre deporte y educación. Y es que es curioso cómo la violencia acompaña, en este caso al fútbol,  cuando en realidad su propia esencia comulga de todo lo contrario. No es la primera vez que algo tan deplorable salpica uno de los deportes más importantes de nuestro país, ni por desgracia la última, dejando en evidencia cada uno de los valores que hace grande una competición entre dos equipos.

Se ha hablado mucho sobre el último altercado ocurrido el pasado mes de marzo durante el partido entre los equipos infantiles del Alaró y del Collerense en Mallorca. Se ha condenado de mil formas la batalla, esta es la expresión más adecuada, que mantuvieron numerosos asistentes al encuentro y que ha obligado a ambos clubes a disculparse por tan bochornoso y vergonzoso acto, pero nos falta lo más importante: ¿se habrán disculpado los protagonistas ante sus hijos? Espero que sí, porque al fin y al cabo se trata de eso: de retractarse de semejante muestra de lo que no es educación.

Si ustedes han podido tener acceso a las imágenes, nada recomendables, puesto que dejan la condición humana reducida a cenizas, pero necesarias si desean ver un ejemplo de lo que no hay que hacer bajo ningún concepto, podrán apreciar con total claridad a varios padres de niños de 12 y 13 años repartiendo a diestro y siniestro, olvidándose de que su hijos estaban presentes y que están siendo espectadores de tan patético espectáculo.

Celebremos que la cosa no pasó a mayores, y lo digo porque pocos días después, en Buenos Aires, tuvo lugar una pelea entre dos equipos de fútbol /sala de jugadores de 16 años en la que un tío de uno de los chavales golpeó al entrenador del equipo rival provocándole un coma que causaría su muerte 4 días después. Este triste hecho refleja la magnitud del problema de la violencia en el mundo del fútbol y en la sociedad en general, cómo niños y adolescentes de todo el mundo beben de una educación exenta de los valores más esenciales.

Aunque no debiera hacer falta mencionarlo, es de eso de lo que estamos hablando: de la educación que estamos inculcando a los más jóvenes, de los ejemplos que damos los adultos con nuestros actos,  y de la forma en la que proyectarán esas vivencias en el futuro. Ser un buen espejo es algo implícito en la educación de cualquier ciudadano, e insisto porque aquí, parte de la “tribu”, en palabras de Marina, no se entera de que el acto de educar atañe a toda la sociedad, y que ese ejemplo es el principio básico del proceso.

Si todavía hay quien duda del  nefasto y contraproducente impacto educativo de este tipo de conductas, hagan por un momento memoria e imagínense cualquier actividad deportiva (o lúdica) que practicaban de niños, ¿cómo se sentirían si viesen a su padre liarse a puñetazo limpio por una discrepancia pueril en un deporte que debiera servir precisamente para lo contrario: fomentar valores como el respeto, el trabajo en equipo…? ¿Cómo se sentirían si por ello acabara malherido? ¿Imaginan el terror que hubieran sentido? ¿Y las sensaciones antes de acudir a la cita del siguiente fin de semana? Y esto pueden trasladarlo a cualquier aspecto de la vida, no sólo al fútbol y al deporte.

Hay valores tan importantes que pueden potenciarse a través del deporte, valores que una persona nunca olvida y que son dignos de poder ser inculcados a nuestros hijos, que me cuesta creer que se desvíe la atención, llegando a las manos, hacia si ha sido o no fuera de juego.

Además del compañerismo y del trabajo en equipo, el deporte debiera servir como herramienta educativa en aspectos tan importantes como la constancia, que enseña que los éxitos se consiguen con una sucesión de pequeñas victorias cada día que pasa; el respeto por la figura del entrenador, entre otros,  que dedica sus esfuerzos a convertirte en una persona mejor; o la amistad que se forja por compartir momentos felices unas veces y amargos en otros. Si eso no significa nada para ustedes, ¿en qué están pensando cuando hablan de educación?

Porque no me cansaré de repetirlo: aquella es la base en la que se asienta todo lo demás. Y es que la simple adquisición de conocimientos no tiene sentido si no hablamos de valores, que son los que permiten que una persona se forje como tal: la honestidad, el respeto, la colaboración mutua o la misma resiliencia, por citar algunos.  Actuaciones como las que comentamos son la antítesis de lo que defendemos.

Déjenme citar a Francisco José Ramo Usón, Presidente del Comité Aragonés de Árbitros de Fútbol,  que en una entrevista para este mismo diario y en referencia al suceso ocurrido en Mallorca, dijo: “Además de entrenar niños, habría que entrenar padres”. Esa frase resume en parte  lo que quiero transmitir en este artículo.

Que de una vez por todas nos sirva de ejemplo lo ocurrido, que en nuestro día a día no volvamos a olvidarnos hasta que otra vez los medios consideren noticiables semejantes conductas: somos el faro de toda una generación a la que, si no indicamos bien el camino, haremos encallar en el deporte y, por supuesto, en la vida.

¿Nos enteramos?

Miguel Ángel Heredia García

Presidente de Fundación Piquer

viernes, 20 de mayo de 2016

EL CIBERBULLYING

El ciberbullying es un fenómeno que preocupa por la diversidad de sus efectos en los diferentes contextos y planos en los que se gesta y nutre el desarrollo personal y social . Y por supuesto, por las dudas que pueda generar su abordaje y tratamiento.

Son muchas las definiciones que pueden acotar el concepto ,pero ,en general, puede definirse como una conducta "de acoso entre iguales en el entorno TIC " , e  incluye actuaciones de chantaje, vejaciones e insultos .

Hablamos, pues, del uso y difusión de información lesiva o difamatoria  en formato electrónico a través de los medios de relación como el correo electrónico, la mensajería instantánea, las redes sociales,  la mensajería de texto  a través de dispositivos móviles o la publicación de vídeos o fotografías en plataformas electrónicas de difusión de contenidos.

Los daños pueden no ser pequeños . Ya se sabe mucho sobre sus efectos y consecuencias . 
Estamos tocando el núcleo del ser humano, los tejidos más sensibles e imprescindibles para crecer y madurar, con confianza y seguridad emocional. Los  impactos, en ocasiones, pueden ser muy dolorosos .

En cuanto a la prevención, teniendo en cuenta la relación del ciberbullying y otros comportamientos de riesgo, podría ser importante incluir estrategias para la promoción de la autoestima o la búsqueda de apoyo social.

Los profesionales de la salud mental deberían prestar especial atención a estos problemas en el tratamiento de las víctimas del ciberbulliyng.


Carmen Pilar Cruz del Campo
Magisterio Primaria 2º A 

miércoles, 11 de mayo de 2016

EL CIBERBULLYING

El ciberbullying es un fenómeno que preocupa por la diversidad de sus efectos en los diferentes contextos y planos en los que se gesta y nutre el desarrollo personal y social . Y por supuesto, por las dudas que pueda generar su abordaje y tratamiento.

Son muchas las definiciones que pueden acotar el concepto ,pero ,en general, puede definirse como una conducta "de acoso entre iguales en el entorno TIC " , e  incluye actuaciones de chantaje ,vejaciones e insultos .

Hablamos, pues, del uso y difusión de información lesiva o difamatoria  en formato electrónico a través de los medios de relación como el correo electrónico ,la mensajería instantánea ,las redes sociales , la mensajería de texto  a través de dispositivos móviles o la publicación de vídeos o fotografías en plataformas electrónicas de difusión de contenidos.

Los daños pueden no ser pequeños . Ya se sabe mucho sobre sus efectos y consecuencias . 
Estamos tocando el núcleo del ser humano ,los tejidos más sensibles e imprescindibles para crecer y madurar ,con confianza y seguridad emocional . Los  impactos ,en ocasiones ,pueden ser muy dolorosos .

En cuanto a la prevención , teniendo en cuenta la relación del ciberbullying y otros comportamientos de riesgo ,podría ser importante incluir estrategias para la promoción de la autoestima o la búsqueda de apoyo social.

Los profesionales de la salud mental deberían prestar especial atención a estos problemas en el tratamiento de las victimas del ciberbulliyng.

Carmen Pilar Cruz del Campo
Magisterio Primaria 2º A 



lunes, 27 de abril de 2015

CONFLICTOS ESCOLARES



Una de las principales preocupaciones de los maestros  en las escuelas se trata de las cuestiones relacionadas con la indisciplina escolar, es decir, con los conflictos que se pueden producir entre los niños y niñas. Es por eso, que los maestros dedican un gran esfuerzo y energía en llevar a cabo el cumplimiento de unas normas, el mantenimiento del orden, hacerse respetar, etc. Es decir, éstos tratan de garantizar un buen funcionamiento del aula para poder controlar el comportamiento de sus alumnos y conseguir que éstos obedezcan y evitar posibles conflictos.

Entre los términos utilizados para referirnos a este tipo de actitudes podemos encontrar: agresividad, violencia, conflictos, intimidación, bullying, etc. Es muy común utilizar de la misma manera los conceptos de conflicto y violencia para referirse a lo mismo. Sin embargo, no es adecuado utilizar dichos términos simultáneamente, puesto que el conflicto responde a situaciones cotidianas de la vida social y escolar, que se dan enfrentamientos de intereses, discusión y necesidad de abordar el problema. Mientras que la violencia es una de las maneras de enfrentarse a una situación.

Desde el primer momento que los niños y las niñas empiezan a interactuar en el centro escolar con sus iguales, empiezan a establecer relaciones afectivas con sus compañeros. En un primer momento los niños y niñas juegan en solitario, no tienen interés en interactuar con los demás. Más adelante, empiezan a interactuar para compartir los juguetes o para buscar una misma meta juntos. Será más adelante cuando ya empiecen a tener conciencia de los compañeros de juegos y de trabajo en el aula, en este momento es en el que empiezan a producirse los conflictos entre ellos. Es por ello, que los conflictos más frecuentes que podemos encontrar en Educación Infantil son:
  • Disputas relacionadas con la posesión de objetos, espacios.
  • Disputas ocasionadas por la distribución de roles dentro del grupo, o por situaciones de discriminación…
  • Disputas producidas por el incumplimiento de normas en los grupos.
  • Competiciones entre los alumnos por ser los mejores.
  • La agresividad puede estar dirigida contra el propio niño, contra los demás niños o adultos, o contra los objetos, y puede ser física o verbal. Puede ser de tres tipos:
  • Agresión instrumental, es manipulativa y responde a situaciones de frustración por no poder obtener un objeto, por separación de una persona.
  • Agresión hostil para dañar o molestar a alguien.
  • Agresiones lúdicas que se suelen dar en el juego activo, desordenado y también en la ficción.
Se trata de un tema de gran importancia del que hay que tomar conciencia y tratarlo desde la Educación Infantil. Aunque se hable de conflictos escolares no son los maestros los únicos que tienen que evitar e intervenir para resolverlos, sino que desde las familias se empieza ese camino, puesto que es el primer ámbito en el que los niños comienzan su educación. En el momento que los niños comienzan su periodo escolar, son los maestros los que intervienen en estos aspectos, pero no por ello deja de ser función de los padres, sino que actúan en conjunto familia y escuela. Es por eso que nosotros como futuros maestros debemos tener siempre en cuenta este tema de los conflictos escolares e intervenir en los casos que sean necesarios.​

 Silvia del Pino Morales 
2º Magisterio Infantil

lunes, 19 de mayo de 2014

Educación insta a vigilar vestuarios y baños en caso de acoso escolar


Podemos preguntarnos hasta dónde debe llegar la vigilancia de los alumnos por parte de sus profesores en un colegio.

Compartimos un artículo tomado de la sección de Educación de El Mundo

La Consellería de Educación propone que: Baños y vestuarios son para la Administración espacios susceptibles de caer bajo la supervisión de un docente en caso de acoso escolar.

El departamento de María José Catalá remitió  a los sindicatos para debatir en la mesa de negociación. En el documento se actualiza la normativa sobre la elaboración de los planes de convivencia en los centros e incorpora además los protocolos de actuación e intervención ante supuestos de violencia escolar. Se detallan exhaustivamente las instrucciones que deben seguir los centros en cada caso.

Reflexión:

¿Qué pensáis vosotros sobre esta noticia? ¿Creéis que los profesores pueden tener derecho a entrar en los vestuarios y a los baños mientras están los alumnos? ¿Pueden vigilar los baños y los vestuarios? ¿Puede ser una solución para el acoso escolar o tal vez, puede dar lugar a más abusos?

Poneros bajo la situación de cualquier alumno que pueda ser observado en el vestuario o en el baño por algún docente siendo un chico normal, el cuál no se mete con nadie ni sufre ningún tipo de acoso o perjuicio. ¿Os gustaría ser observados?

 Ahora poneros bajo la situación del chico acosado. El alumno que tiene serios problemas y necesita una solución rápida.

Finalmente esta la  situación del acosador, que necesita un escarmiento y es necesario arreglar la situación cuanto antes.

Desde mi punto de vista es imprescindible luchar contra el acaso escolar, y deben estudiarse y aplicarse cualquier tipo de medida contra este acoso. Sin embargo, ¿a qué precio? Yo pienso que si se aprueba esta propuesta se está creando otro problema igual o incluso más serio, pues se estaría vulnerando la intimidad del estudiante.

Por lo tanto, mi opinión es sí a la lucha contra el acoso escolar, pero respetando siempre el derecho a la intimidad.

Alejandro García Doblado 2º A Primaria.

jueves, 8 de mayo de 2014

Experimento sociológico BULLYING

Me ha llamado mucho últimamente la atención el poder buscar por medio de la web como www.youtube.com vídeos sobre experimentos que hace la gente en y con la sociedad, en este caso me topé por medio de las redes sociales un vídeo en Facebook en el que un chico repartía flores a las chicas que se encontraba por la calle y las deseaba que tuvieran un buen día, que pasarán una buena tarde, que fueran felices, para ver su reacción, y que las intentará hacer ver que pueden ser apreciadas y amadas por otra persona a la vieja usanza, en persona, ya que al principio del vídeo el autor del mismo asegura que las redes sociales han insensibilizado a toda una generación, y que tenemos dificultades para hacer cumplidos fuera de instagram, twitter o facebook, y creo que está en lo cierto, de hecho en el vídeo se demuestra que muchas chicas no aceptan la flor, no saben qué decirle o pasan de él sin más.

(Aquí os dejo ese vídeo por si queréis verle) 




En este caso os traigo un vídeo en el que este mismo genio de los experimentos con las personas, intenta denunciar el Bullying que tanto se está sufriendo últimamente y cada vez más si no hacemos nada para evitarlo, sobre todo en nuestras escuelas que al fin y al cabo son la base de todo. El autor de este canal de youtube y autor de los vídeos e ideas de las mismas, en este caso está compinchado con otro amigo, el cual hace de chico que sufre el acoso, ambos representan escenas de acoso, en el que el "acosador" llega a hacer que le "agrede" para ver la reacción de la gente que tienen alrededor, así que os recomiendo que lo veáis porque no tiene desperdicio. Al final del vídeo denuncia el Bullying y nos deja la reflexión de que si nos quedamos impasibles nos ponemos del lado del opresor, y acaba con la gran frase de que el bullying empieza y acaba con nosotros. El vídeo está en inglés y no tiene subtitulos en español, pero merece la pena verlo por las reacciones de la gente. 




Irene López Rubio Estudiante de 2º Magisterio Infantil
Irenene94@gmail.com

domingo, 26 de enero de 2014

EL BULLYING: CÓMO DETECTARLO Y TRABAJARLO EN EL AULA


En los últimos años se está produciendo un cambio significativo en la concepción de la educación. Hoy en día se está haciendo un gran esfuerzo por superar la concepción de la escuela como mero agente transmisor de conocimiento, a favor de una ampliación de competencias que incluya la educación en valores y actitudes que se necesitan para saber convivir y ser un ciudadano con derechos y deberes.

Es obvio que familia y docentes son la clave para abordar este tipo de conflictos de forma educativa. Si se puede sensibilizar a las familias, al alumnado y a nuestro profesorado sobre los efectos perjudiciales de los comportamientos de intimidación, las futuras generaciones serán a su vez sensibilizadas. Los niños de hoy serán los padres de mañana, con la adecuada formación, todos podremos conseguir una sociedad en la que el acoso escolar pase a ser una excepción.

Es por ello fundamental que entre todos tratemos de hacer prevención, manejando toda la información que podamos y, sobre todo, transmitiendo esa información tanto a la familia como al centro escolar. No debemos olvidar que el "acosador de hoy puede ser el maltratador de mañana" y que nuestra obligación como padres, profesores y profesionales es evitar que la violencia germine en nuestros niños.

A continuación podemos ver un vídeo donde Javier Urra, doctor en Psicología con la especialidad de Clínica y Forense, en Ciencias de la Salud y Pedagogo Terapeuta nos explica cómo detectar el ciberacoso y trabajarlo en el aula. Además, en esa página aparecen recursos para trabajar con los niños en el aula.

viernes, 27 de mayo de 2011

VALORES EDUCACIONALES: ¿Es favorable o desfavorable la participación que hay actualmente de los padres en la escuela?

Hace 30 o 40 años los padres no tenían el poder participativo y decisivo de hoy en día en la educación escolar de sus hijos, eso creaba mayor autoridad a los maestros y más respeto por la mayoría de los alumnos hacia los profesores, teniendo éstos la autonomía total sobre los temas educativos dentro del ámbito de la escuela. 

Los alumnos se hacían más responsables de sus actos dentro del recinto y más responsabilidad a la hora de ser ellos mismos los que más se ocupaban de sus tareas en la propia casa. Los padres se limitaban a que hicieran sus deberes. Las visitas a los profesores eran más escasas y generalmente cuando esto ocurría eran por temas excepcionales, bien por la buena conducta del alumno o todo lo contrario.

El alumno sabía quién tenía la autoridad en clase y que salvo raras excepciones se recurría a los padres, estos mismos inculcaban a sus hijos que allí mandaban ellos (los profesores) y tenían que tenerlos obediencia y respeto. Al mismo tiempo, el profesor sabía que era su deber la enseñanza total del alumno y que un fracaso de su alumno en cuestión de estudios, era suyo también, puesto que era él el único que daba clase a esos cursos ya que un maestro daba todas las asignaturas de un curso hasta que salían con 14 años.

También sabía que la gran mayoría de los padres de sus alumnos, habían ido poco a la escuela, por lo tanto entre unos y otros sabían muy bien sus obligaciones y deberes que se repartían así:

Padres: inculcar a sus hijos el respeto hacia el profesor, la obediencia en clase y ser responsables de hacer sus tareas, y hacia ellos mismos la supervisión de que las hagan.

Alumnos: tener respeto y educación en clase hacia el profesor y sus compañeros. Saberse ellos los únicos responsables de sus tareas, deberes, notas,actos y todo lo que conlleva ser un estudiante.

Profesores: Estar concienciado de que el éxito o fracaso de una clase en una asignatura es en trabajo en conjunto de profesores y alumnos.

El profesor es el que guía a su ganado dentro del aula, no tiene que dejar a ninguna oveja descarriada, debe enseñar a no comer el pasto que no corresponde y enseñarlos a tener temor al lobo para que no se les coma, y de todo esto, saldrá un buen rebaño y un estupendo pastor”.

Todo esto se logra cuando estos tres grupos que menciono, tengan las prioridades: RESPETO, OBEDIENCIA y RESPONSABILIDAD.

Pregunta que formulo al lector de esta revista: ¿SERÁ QUE ESTOS TRES GRUPOS HEMOS PERDIDO O NO HEMOS APRENDIDO ÉSTOS VALORES Y POR ESO HAY TANTO FRACASO ESCOLAR…?

Por Nazaret AparicioGutiérrez (2º de Ed. Primaria A)

jueves, 16 de diciembre de 2010

GRACIAS, PAPÁS, POR VUESTRA HERENCIA

El maltrato infantil, desafortunadamente, está presente en nuestra sociedad y, aunque a veces intentemos taparnos los ojos y los oídos y hacer como que no existe, eso no hará que desaparezca. Quizá, uno de los principales obstáculos que nos encontramos a la hora de denunciar un caso de maltrato infantil es el miedo, o el no saber cómo proceder o a quién recurrir.


En el aula puede suceder lo mismo, cuando nos enfrentamos a esta realidad, nos surgen muchas dudas: “¿cómo puedo reconocer un caso de posible maltrato infantil?”, “¿qué puedo hacer al respecto?”, “¿cómo debo hacerlo?”, “¿como docente del niño, es mi deber denunciar el maltrato?”.


Por supuesto al ser docentes, tenemos no sólo el deber de educar y formar a nuestros alumnos para convertirlos en ciudadanos aptos, sino que también debemos asegurarnos de su absoluto bienestar en todos los aspectos de su vida, y ello incluye el respeto y cuidado de su integridad física y psicológica.


Por ello, es importante conocer algunas pautas para identificar un caso de maltrato y proceder como corresponde.


¿QUÉ ES EL MALTRATO?
Entendemos por maltrato toda aquella conducta o conjunto de conductas que provocan en una o varias personas un perjuicio, daño, sufrimiento y/o malestar.
Encontramos dos tipos fundamentales de maltrato: maltrato físico y maltrato psicológico. El primero es aquél que se caracteriza por sus manifestaciones físicas o materiales (abuso sexual, violencia doméstica…).
El segundo se caracteriza por sus manifestaciones a nivel psicológico, emocional y mental (acoso sexual, racismo…).


¿QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL MALTRATO PARA LOS NIÑOS?
El que un niño sea maltratado por sus padres o algún familiar, tutor o persona cercana, puede tener numerosas y graves consecuencias.



· Consecuencias físicas. Alteraciones del sueño y la alimentación, retraso del desarrollo motor… · Consecuencias emocionales. Estrés, ansiedad y depresión, baja autoestima, inseguridad… · Consecuencias cognitivas. Dificultades en el rendimiento escolar, absentismo, miedo al fracaso… · Problemas de conducta. Irritabilidad, agresividad, inhibición… ¿CÓMO PUEDO RECONOCER UN CASO DE MALTRATO INFANTIL?Aunque no siempre existan signos visibles que evidencien un maltrato físico, sí podemos observar las “marcas” que deja en la conducta de los niños y, en función del tipo de indicador y la frecuencia con que lo detectemos, podemos considerar si nos encontramos ante un caso de maltrato o no. Algunos de estos indicadores son:


· Fisiológicos. hematomas, suciedad y descuido en la ropa, dolores diversos, trastornos en la alimentación, problemas físicos o médicos que los padres no atienden. · Actitudinales y emocionales. Nerviosismo, ansiedad, hostilidad, aislamiento, pasividad, depresión, tristeza, cambios bruscos en el estado de ánimo, aversión al contacto físico. · Conductuales. Absentismo, bajo rendimiento escolar, no quiere ir a casa al acabar las clases, explosiones de llanto, teme el contacto con otros adultos. · Respecto a la familia, también podemos encontrar otros indicadores: dan muestra de no preocuparse por su hijo, niegan que el niño tenga problemas, cuestionan todo lo que hace el niño, exigen un nivel académico a su hijo inalcanzable para él, menosprecian o culpan al niño, ante una lesión física, no dan una explicación convincente del motivo, en ocasiones, existen antecedentes de maltrato. ¿NEGLIGENCIA Y ABUSO SEXUAL?Aunque no los englobemos dentro de los maltratos físicos y psicológicos, también son situaciones de perjuicio al niño que pueden afectar muy negativamente a su desarrollo.


· Signos de negligencia o abandono: el niño falta frecuentemente a clase, pide o roba objetos o dinero a sus compañeros, viste con ropa inadecuada o sucia, tiene problemas de salud, el niño dice que frecuentemente se queda sólo en casa. · Signos de abuso sexual: dificultades para sentarse o caminar, conocimientos o comportamientos sexuales inusuales para su edad, repentina negativa a realizar ejercicios físicos… Ninguno de estos indicadores demuestra por sí solo la existencia de maltrato, sólo cuando aparecen de forma reiterada y combinándose entre sí podemos comenzar a considerar que el menor esté sufriendo una situación de violencia en el hogar.¿QUÉ DEBO HACER PARA TRATAR UN CASO DE MALTRATO?


· Creer siempre en lo que el niño manifiesta. · Contribuir a atenuar el sentimiento de culpabilidad del niño. · Buscar el asesoramiento de los servicios sociales y psicológicos. En caso de determinarse la necesidad de intervenir, acudir inmediatamente a los organismos pertinentes (fiscal de menores, sanidad, guardia civil…) ¿DEBO DENUNCIAR?Denunciar el maltrato de un niño es una obligación para los docentes. Como denunciantes, no tenemos necesidad de demostrar ese maltrato, de ello se encargará la justicia.
¿CÓMO PODEMOS AYUDAR AL NIÑO MALTRATADO?



· Escuchándolo. · Hablando de sus sentimientos. · Comprendiéndolo y apoyándolo emocionalmente. · Ayudándolo a reestructurar sus valores y creencias sobre la violencia. · Disminuyendo su inseguridad. ¿CÓMO PUEDO FOMENTAR LA PREVENCIÓN DEL MALTRATO EN MI AULA? · Promoviendo la relación igualitaria entre los alumnos. · Educando en el respeto por la sexualidad de los demás. · Canalizando la agresividad. · Desarrollando habilidades sociales y emocionales. · Introduciendo actividades de revisión crítica del uso de la violencia. · Fomentar la confianza y el autoestima de los alumnos. · Controlar en los recreos las actividades y conductas de los niños. · Realizando actividades que favorezcan la resolución de conflictos. · Revisar nuestras propias actitudes, evitando formas de corrección tradicionales tales como gritos, amenazas, agresión verbal, retirada del afecto…   Considerando todo lo anterior, tendremos una pequeña ayuda para saber cómo actuar en caso de que nos encontremos con un caso así en el aula y asegurar por tanto, el bienestar de nuestros alumnos.

Ana Martín García (3º Primaria)

miércoles, 8 de diciembre de 2010

ACOSO ESCOLAR EN LAS AULAS

Como futuros docentes tenemos que tener muy en cuenta que el acoso escolar ocurre en las escuelas. Se trata, en su mayoría, de un acoso “invisible” para los adultos, los profesores difícilmente tendrán conocimiento de lo que está sucediendo. El agresor acosa a la víctima en los baños, en los pasillos, en el comedor, en el patio, reservando sus acciones durante la ausencia de mayores. En algunos casos, el acoso sobrepasa las paredes del colegio, pasando a ser telefónico e incluso por correo electrónico.

El acoso escolar hace referencia a un grupo de alumnos que se dedican a la agresión de sus compañeros de clase o del colegio, o bien a una persona que atormenta o molesta a otra en los centros docentes. Las características de este tipo de acoso son: ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima; abuso de poder, del más fuerte sobre el más débil; ausencia de provocación por parte de la víctima; decir a otros que no estén con él o que no le hablen; ponerle en ridículo ante los demás; pegarle collejas, puñetazos y patadas; burlarse de su apariencia física o insultarle.



TIPOS DE ABUSOS

El acoso escolar puede ser sexual, cuando existe un asedio, inducción, y abuso sexual; puede tratarse de una exclusión social cuando se ignora, se aísla y se excluye al otro; puede ser psicológica, cuando existe una persecución, intimidación, tiranía, chantaje, manipulación y amenazas al otro; y puede ser física, cuando se golpea, empuja, se organiza una paliza al acosado. Se han descrito diversas modalidades de acoso escolar, con la siguiente incidencia entre las víctimas:

-Bloqueo social (29,3%):

Agrupa las acciones de acoso escolar que buscan bloquear socialmente a la víctima. Todas ellas buscan el aislamiento social y su marginación impuesta por estas conductas de bloqueo. Son ejemplos las prohibiciones de jugar en un grupo, de hablar o comunicar con otros, o de que nadie hable o se relacione con él, pues son indicadores que apuntan un intento por parte de otros de quebrar la red social de apoyos del niño.

Se incluye dentro de este grupo de acciones el meterse con la víctima para hacerle llorar. Esta conducta busca presentar al niño socialmente, entre el grupo de iguales, como alguien flojo, indigno, débil, indefenso, estúpido, llorica, etc. El hacer llorar al niño desencadena socialmente en su entorno un fenómeno de estigmatización secundaria conocido como mecanismo de chivo expiatorio. De todas las modalidades de acoso escolar es la más difícil de combatir en la medida que es una actuación muy frecuentemente invisible y que no deja huella. El propio niño no identifica más que el hecho de que nadie le habla o de que nadie quiere estar con él o de que los demás le excluyen sistemáticamente de los juegos.

-Hostigamiento (20,9%):

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que consisten en acciones de hostigamiento y acoso psicológico que manifiestan desprecio, y falta de respeto y de consideración por la dignidad del niño. El desprecio, el odio, la ridiculización, la burla, el menosprecio, los motes, la crueldad, la manifestación gestual del desprecio, la imitación burlesca son los indicadores de esta escala.



-Manipulación social (19,9%):

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social del niño y “envenenar” a otros contra él. Con ellas se trata de presentar una imagen negativa, distorsionada y cargada negativamente de la víctima. Se cargan las tintas contra todo cuanto hace o dice la víctima, o contra todo lo que no ha dicho ni ha hecho. No importa lo que haga, todo es utilizado y sirve para inducir el rechazo de otros. A causa de esta manipulación de la imagen social de la víctima acosada, muchos otros niños se suman al grupo de acoso de manera involuntaria, percibiendo que el acosado merece el acoso que recibe, incurriendo en un mecanismo denominado “error básico de atribución”.

-Coacción (17,4%):

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice acciones contra su voluntad. Mediante estas conductas quienes acosan al niño pretenden ejercer un dominio y un sometimiento total de su voluntad.

El que la víctima haga esas cosas contra su voluntad proporciona a los que fuerzan o tuercen esa voluntad diferentes beneficios, pero sobre todo poder social. Los que acosan son percibidos como poderosos, sobre todo, por los demás que presencian el doblegamiento de la víctima. Con frecuencia las coacciones implican que el niño sea víctima de vejaciones, abusos o conductas sexuales no deseadas que debe silenciar por miedo a las represalias sobre sí o sobre sus hermanos.

-Exclusión social (16,0%):

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan excluir de la participación al niño acosado. El “tú no”, es el centro de estas conductas con las que el grupo que acosa segrega socialmente al niño. Al ningunearlo, tratarlo como si no existiera, aislarlo, impedir su expresión, impedir su participación en juegos, se produce el vacío social en su entorno.

-Intimidación (14,2%):

Agrupa aquellas conductas de acoso escolar que persiguen amilanar, amedrentar, apocar o consumir emocionalmente al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan inducir el miedo en el niño. Sus indicadores son acciones de intimidación, amenaza, hostigamiento físico intimidatorio, acoso a la salida del centro escolar...

-Amenaza a la integridad (9,1%):

Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las amenazas contra la integridad física del niño o de su familia, o mediante la extorsión.

PERFIL DEL AGRESOR

Normalmente, el agresor tiene un comportamiento provocador y de intimidación permanente. Posee un modelo agresivo en la resolución de conflictos, presenta dificultad de ponerse en el lugar del otro, vive una relación familiar poco afectiva, y tiene muy poca empatía.
Suelen ser grupos de chicos (45%) o de chicos y chicas (23%), o un chico solo (14%). Más raros son los grupos de chicas. Suelen ser chicos conflictivos, que no se identifican con el colegio. A veces hay consumo de drogas y alcohol. No controlan sus impulsos y emociones.

Según los expertos criminalistas y psicólogos, un niño puede ser autor de acoso escolar cuando solo espera y quiere que hagan siempre su voluntad, cuando le gusta probar la sensación de poder, cuando no se siente bien o no disfruta con otros niños, si sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en casa, en la escuela o en la familia, cuando es frecuentemente humillado por los adultos, o cuando vive bajo constante presión para que tenga éxito en sus actividades. Los agresores ejercen su acción contra su víctima de diversas formas: les golpean, les molestan, provocan, acosan con empujones y golpes, les nombran de una forma desagradable o despectiva, les generan rumores, mentiras o bulos, les aíslan del grupo, les ofenden y les anulan.


Puede ser cualquiera. Habitualmente, son niños que no disponen de recursos o habilidades para reaccionar, son poco sociables, sensibles y frágiles, son los “esclavos” del grupo, y no saben revidar por vergüenza o por conformismo, siendo muy perjudicados por la amenazas y agresiones.

Puede haber rasgos que hagan especialmente vulnerables a algunos, como ser tímido, introvertido, hiperactivo, encerrado en sí mismo o tener alguna característica física que le diferencia como estar gordo, llevar gafas, ser bajito, o bien una característica académica, como ser “empollón” o llevarse bien con los profesores (“pelota”). Los efectos en la víctima pueden ser devastadores: se siente violentada, desprotegida, humillada, insegura, aislada, indefensa…


Jokin iba a cumplir 15 años. De madrugada, cogió su bici, salió de su casa, subió a lo alto de la muralla de Hondarribia (Guipúzcoa) y dio un paso. Un solo paso que separaba la vida y la muerte.
Jokin llevaba más de un año soportando humillaciones, vejaciones y palizas constantes en su instituto. Una paliza el lunes, el martes y otra el miércoles. Palizas propinadas por, entre otros, hijos de profesores.
El jueves y el viernes no quiso ir al colegio. Sabía que tendría que volver tarde o temprano. Y que, incluso si no volvía, viviendo en un pueblo, sus pequeños pero grandes torturadores le seguirían amargando la existencia. Él no contó nada de esto a nadie.
Probablemente pensaba, como le repetían sus verdugos, que alguien fuerte resuelve sus propios problemas sin implicar a los otros. Finalmente, el martes siguiente, en la oscuridad de la noche, imaginando lo que le tocaría soportar al día siguiente, Jokin decidió que la paz eterna era mejor que el infierno cotidiano, y se marchó.
Dejo un enlace de un artículo del ABC, a mi parecer bastante interesante.


-Ya se pasará. Todos hemos pasado por esto.
-Escarmiento del provocador. Verás cómo se le quitan las ganas.
-Han sucedido desde siempre y no pueden cambiarse”.
-Los afectados son chicos/as problemáticos/as.
-Esas agresiones “son cosa de los chavales”, como sinónimo de poco importante.

Comparto dos vídeos:
- El primero se trata de una entrevista a una psicóloga experta en el tema.


Este segundo vídeo, es un spot, que lo dejo para concienciar a todos los que lean este articulo, ya que el acoso escolar es un problema de todos.


Iván Palmero Seldas