El hecho de que las tecnologías están cada vez más presentes en nuestra vida y en nuestro día a día, es una realidad indiscutible. La Tecnología, ha proporcionado a nuestra vida cotidiana o laboral innumerables ventajas: accedemos a cualquier tipo de información con unos cuantos clics, almacenamos toda la información que queramos, nos comunicamos e interactuamos con personas de cualquier parte del mundo, etc.
Pero, también encontramos otra cara no tan buena, y las consecuencias que tienen estas tecnologías en determinadas personas. Adicción, dependencia, ansiedad, cambios de humor, malestar intrapersonal, carácter irascible, etc. Este tipo de problemas o enfermedades se caracterizan por la presencia de tecnoestrés o pánico a que las máquinas fallen, continua necesidad de estar conectados, disminución de la concentración, pérdidas de memoria, impaciencia, intolerancia, etc. Físicamente podríamos encontrar problemas como: dolor de cabeza, malestar estomacal, dolor de espalda, dificultad a la hora de dormir, etc.
Los niños son muy vulnerables y tendrían gran facilidad para caer en este tipo de adicción por ello, nosotros como futuros docentes, junto a los familiares, debemos observar y tener en cuenta algunos indicadores como:
- Cambios de comportamiento: inquietud, impaciencia, aspereza.
- Aislamiento: deja de lado las relaciones más cercanas, salir con sus amigos, etc.
- Alterar el curso normal de la vida para usar las TIC: dejar de hacer planes con sus amigos, descuidar obligaciones, etc.
- Dejar a un lado o incluso abandonar otras actividades que antes eran gratificantes e interesantes: fútbol, baloncesto, ajedrez, etc.
- Mentir u ocultar para seguir utilizando los recursos TIC de forma incorrecta y excesiva.
- Alteración en los hábitos alimenticios y/o del sueño.
RAQUEL ÁLVAREZ ARENAS
GRADO EN MAESTRO DE EDUCACIÓN PRIMARIA. 4ºB
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