Lengua, matemáticas o inglés son unas de las asignaturas consideradas como más
importantes tanto para los padres como para los profesores, pero ¿qué pasa con música,
educación física, educación artística, informática, etc?
La mayoría de los padres cuando su hijo no obtiene buenos resultados en alguna materia
llevan a su hijo a clases particulares para que estos mejoren sus notas, pero esto no pasa
con todas las asignaturas, ya que si un niño, por ejemplo, obtiene un 6 en música quizás
no lo tendrán tan en cuenta y no se lo harán mejorar.
¿Están actuando bien? ¿Por qué mejorar unas asignaturas sí y otras no?
Creo que la
cuestión no es tratar de mejorar en lo que no obtenemos buenas calificaciones, sino
tratar de mejorar en lo que somos buenos. Debemos potenciar nuestras destrezas,
intentar ser los mejores en ese ámbito, pues si ya contamos con la ventaja de tener ese
potencial debemos aprovecharlo y desarrollarlo. Esto, por supuesto, se debe hacer tanto
si eres bueno en matemáticas como si eres bueno, por ejemplo, en algún deporte.
Si obligamos a ser bueno en algo que no somos ni seremos, estamos desperdiciando el
tiempo en ser el mejor en algo que podemos llegar a serlo. Además de potenciar en lo
que seamos buenos, también tenemos que dejar ser libres a los niños y que ellos elijan lo
que les gusta, pues todo lo haces mejor si algo te gusta, y, sobre todo, si estás motivado.
En conclusión, obliguemos a los niños a dedicar el 80% de su tiempo en corregir o
mejorar sus errores, y serán grandes, grandes mediocres.
Paula Campillo Prieto
2º de Educación Primaria
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