La familia es el principal ámbito donde se mueve un niño, seguidamente de la escuela, por ello, ambas deben relacionarse y complementarse en la educación de un infante.
El cambio se ha visto claramente con la inclusión de la mujer a la vida laboral, por lo que ahora no son solo ellas quienes se encargan de la relación con el colegio, sino que también entra en juego la figura del padre.
Son las madres y los padres los que gozan de confianza con sus hijos y los que deben darse a la preocupación por ellos y sus necesidades y obligaciones.
Según estudios, es relevante que con la participación de las familias e interés en la vida escolar de sus hijos estos mejoran su rendimiento académico, la relación con ambas partes y un aumento en la autoestima del alumno.
La relación de ambas partes ha cambiado. Hace no muchos años, en la década de los 70´ se relacionaba la figura del tutor como la máxima autoridad y sabiduría a la que todos sus alumnos debían obedecer y así se lo hacían saber sus familias. En la actualidad, en mi opinión, esto ha cambiado, ahora son los padres quien piden explicaciones a los docentes acerca de las notas de sus hijos, cargándoles con toda la responsabilidad y evadiendo de ella a los niños, retrasando incluso, su proceso de maduración
María Hernández de la Vega
Magisterio Primaria 2ºA
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