Mi nombre es Pedro y vengo a
contar mi experiencia vivida este curso con mis alumnos de FPB (Formación
Profesional Básica) lo que antes se podía llamar diversificación o PCPI, es un
programa elaborado para los alumnos que necesitan sacarse la ESO lo puedan
realizar encaminado a una profesión como puede ser administración o
electricidad entre otros. Soy profesor de educación física en un colegio
concertado ubicado en el norte de Madrid, esta descripción viene debido a que
la gente me pregunta ¿Por qué tienes esos alumnos si en esos barrios no hay
gente así? Aquí comienza el primer error y es juzgar a estas personas (porque
son personas de carne y hueso) por sus actitudes y respuestas ante la
educación, pero realmente poca gente sabe el porqué de estas actitudes.
A pesar de mi juventud como
docente, nunca había impartido clases a este tipo de alumnos. En los años
anteriores estuve dando clases a un ciclo superior en sus dos cursos y a la ESO
en su totalidad. Este año al designarme estos alumnos, muchas voces me decían:
prepárate no sabes lo que te viene o ves en metro porque puede que aparezca tu
coche sin ruedas, estas son algunas perlas que he ido escuchando a diario hasta
este mismo instante.
En mi primer día de clase dediqué
la hora a preguntarles cual eran sus objetivos y que es lo que querían hacer el
día de mañana, muchos de ellos me dijeron que seguir estudiando (se sabe por
estadísticas que son los programas donde hay mayor abandono escolar) y esas
respuestas me valieron ya que estos alumnos tenían la ilusión de seguir
formándose y alcanzar sus objetivos.
Esta misma pregunta la hice dos
meses después, los discursos habían cambiado e incluso algunos compañeros se
habían quedado por el camino, bien dándose de baja o expulsándolos del colegio
por gran cantidad de faltas de asistencia. Un día recibí un correo electrónico
a mi cuenta del colegio de un alumno que tenía en una de estas clases, dándome
las gracias por escucharles y hacerles partícipes de mi trabajo y dejando a un
lado que pertenecen a la FPB lo que algunos denominan los “tontitos” o los
“desechos sociales”. Este mensaje me hizo reflexionar mucho y pensar que este
tipo de alumno no es así porque es rebelde o antisistema, sino porque los
acontecimientos de su vida le han desembocado a realizar este tipo de acciones
y dejarse llevar en muchos casos por la mala vida.
Desde ese día, he intentado
hablar con ellos personalmente y escuchar sus versiones, os puedo asegurar que
el 90% de estos alumnos tiene algún problema que desemboca en este tipo de
actitudes. Creo que como docentes no solo tenemos que enseñar, sino también
escuchar los problemas de estas personas que necesitan algún empujón o consejo
para que su vida cambie.
Pedro Real Pérez-Juana
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