lunes, 30 de mayo de 2022

La construcción de la propia imagen.

Aunque la construcción de la propia imagen no tiene una definición como tal, Paul Schikler defiende este concepto como “aquella representación que nos formamos mentalmente de nuestro cuerpo, es decir, la forma como este se nos aparece”.

Desde pequeños empezamos a construir nuestra imagen y es muy importante tener una buena imagen de uno mismo ya que esto nos ayuda a tener seguridad y poder conseguir lo que nos proponemos, formar vínculos positivos con los demás lo que es imprescindible en la vida social.

Durante la infancia nuestra imagen nos da más igual, y nos va importando más según vamos creciendo, es en la adolescencia cuando le damos mayor importancia a nuestro aspecto ya que es cuando más cambios físicos y psicológicos sufrimos. Además de ser la etapa donde mayor riesgo hay de padecer problemas con la alimentación; anorexia, bulimia, etc. Sobretodo, a estas edades tienen un autoconcepto basado en las opiniones que los demás tienen sobre ellos y les dan demasiada importancia a lo que los demás piensan sobre ellos sin escucharse así mismos y no estar conforme con uno mismo por los estereotipos que la sociedad ha implantado cuando lo que realmente está bien es sentirse seguro y bien con uno mismo a pesar de no parecernos a las modelos que aparecen en los medios de comunicación. 

No solo son los medios de comunicación los que hacen daño vendiéndonos cuerpos perfectos. Aunque no lo creamos los dibujos animados también nos venden una imagen distorsionada, es el ejemplo de las princesas Disney donde podemos ver de forma clara que todas son guapísimas, delgadas, etc. Lo que inconscientemente crea que muchas niñas quieran parecerse a ellas.  Y en cuanto a los niños, que quieran parecerse a sus superhéroes favoritos por lo fuertes que están, entre otras cosas. Creo que deberíamos de tener más cuidado con crear esa perfección insana y visibilizar cuerpos más normativos o el simple hecho de llevar gafas y muchas otras cosas que a día de hoy creemos que son imperfecciones. 

Por eso, a pesar de ser un proceso largo y complicado está en manos de todo el entorno que rodea al niño; familia, maestros... Qué es importante que desde pequeños les enseñemos y ayudemos a construir una imagen propia sana, lejos de los estereotipos que ha impartido la sociedad. 

Natalia Esquinas.

Curso: 2º Magisterio Infantil.

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