En estas últimas sesiones de clase, en las que seguimos teniendo la oportunidad de aprender algo nuevo, visualizamos un vídeo, el cual se trata de un documental, titulado "La clase de al lado".
Desde ese momento y durante la visualización del documental las sensaciones fueron incrementando a medida que las dinámicas de grupo con los chicos protagonistas avanzaban.
La cuestión de echar la vista atrás para observar los cambios que se han producido en las distintas épocas de nuestra vida, como, personalmente, he crecido en ciertos aspectos y madurado en base a la experiencia, es algo de lo que estoy orgullosa.
A lo largo del proyecto que se lleva a cabo a lo largo del documental, tal y como he citado anteriormente se realizan varias dinámicas de grupo, en las que a través de su visualización, me hacen ser aún más consciente de la importancia que tiene el autoconocimiento y la limitada información y aprendizaje que recibimos de lo mismo.
Emma, es la chica que les acompañará en el proceso de conseguir aceptarse al 100% habiendo aprendido previamente todo lo necesario para conocerse más en profundidad, establecer relaciones de manera sana con los demás y siempre desde el respeto, pero, sobre todo, después de aprender el verdadero valor de la empatía y de la satisfacción y orgullo que supone ser realmente capaces de ponernos en los zapatos de los demás, probar a "andar" y disculparnos internamente por haber siquiera pensado en juzgar cómo los demás solucionan sus propios problemas.
El objetivo final por tanto, consiste en la realización de un teatro donde cada uno de los chicos que participan en el proyecto deciden qué temas quieren tratar después de haberlos trabajado y haber sido escuchados de manera activa a la hora de la exteriorización de sus emociones.
Y ahora bien, en mi opinión considero de gran importancia el ser capaces de crear nuestras propias expectativas sin tener en alta consideración aquellos comentarios externos que pueden hacer que nos echemos atrás y, en cierto modo perdamos la ilusión.
Es cierto que en determinadas ocasiones el sistema educativo nos genera desmotivación, ganas de no seguir adelante por el simple hecho de pensar que quizá no merece la pena...; desde mi punto de vista, no podemos aprender las bases educativas de manera correcta si desde pequeños nos enseñan que en cierto modo "el simple número que obtengamos en una calificación determina nuestra inteligencia", o eso es lo que nos hacen creer cuando en una asignatura que nos cuesta mucho trabajo, por la que hacemos esfuerzos y seguimos intentándolo porque sabemos realmente que somos capaces de conseguirlo..., obtenemos un suficiente, o simplemente no conseguimos la nota que realmente pensamos que merecemos en base a nuestro esfuerzo, y eso, nos desmotiva y por mucho que queramos, nos influye en la percepción que tenemos de nosotros mismos.
Hablaré desde la experiencia; me considero una persona muy autoexigente a la hora de llevar todo al día, realizar todos los trabajos, estudios o exámenes de la mejor manera que considero que puedo hacerlo. A lo largo de mi recorrido educativo he tenido algunas malas experiencias con las calificaciones tal y como hablo en el párrafo anterior, pero, en esos momentos intento pararme a pensar fríamente y aclararme que una simple nota, (a pesar de influir en aspectos tan importantes como el expediente educativo), no determina si me he esforzado más o menos. Porque puede que el día de la realización del examen estemos teniendo un mal día, no nos sintamos con las fuerzas necesarias para sacarlo en ese momento adelante, nos superan los miedos...,entre miles de cosas que pueden suceder para que de un momento a otro fallemos.
Por ello, he aprendido a que mi motivación no dependa la mayor parte de veces de los estímulos externos capaces de hacernos dudar de nuestras capacidades.
Sólo nosotros somos conscientes de aquello que queremos conseguir y cada día es un aprendizaje nuevo para llegar a ello; las expectativas que tenemos también juegan un papel relevante a la hora de tomar una decisión u otra, hablar sobre las metas ya sea a corto o largo plazo que tenemos previstas nos hace volver a sentir dicha motivación.
Creo que nunca somos conscientes al 100% de lo esencial y difícil a la vez que resulta conseguir tener un amor propio de modo honesto, sincero y sensato, en el que seamos fieles a nuestros principios y no nos dejemos a llevar en cuestión de tiempo por lo que por la sociedad impone como correcto o seguirlo simplemente porque nuestro grupo de amigos lo hacen y en cierto modo "nos vemos obligados" a seguir a las masas.
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En conclusión, el documental finaliza con la realización de la obra teatral por parte de los distintos chicos, un año después de llevar a cabo los múltiples talleres y dinámicas con las que ayudarles. Podemos observar cómo han cambiado su percepción del mundo, cómo han aprendido a valorarse unos a otros y a validar tanto sus emociones como las de los demás, como han sabido darse cuenta de que, a veces es necesario que paremos en el camino para después poder avanzar con más fuerza aún.
Por último, como futura docente en formación considero que se deben cambiar muchos aspectos del sistema educativo para que la educación comience a ser efectiva al 100% y consiga enseñarnos progresivamente a conocernos de modo real, a darle a la salud mental la importancia que honestamente tiene, a no sentirnos mal por expresar cómo nos sentimos, o simplemente a aceptar que habrá días malos y tampoco sucede nada malo con ellos, sino que los tenemos que pasar como cualquier otro, entendiéndonos y buscando ayuda siempre que lo consideremos necesario.
ROSALINDA ALONSO GERVASO; 2º Grado en Educación Infantil
Correo: ralonsogervaso@gmail.com
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