El sistema educativo debe llevar a cabo los ajustes y acuerdos necesarios para dar respuesta a la diversidad de capacidades e intereses de los alumnos de Educación Infantil.
Un niño tiene necesidades específicas de apoyo educativo cuando presenta discapacidades: físicas, psíquicas o sensoriales, trastornos graves del desarrollo o, por el contrario, altas capacidades intelectuales.
La responsabilidad de la escuela en la educación de los niños con necesidades educativas específicas es decisiva y primordial, para ello se pone una serie de medidas que promueven la integración y atención a la diversidad.
La Escuela Infantil debe ser flexible para conseguir la adaptación de cada niño. La escuela puede facilitar los medios y recursos necesarios para una verdadera atención a la diversidad a través de los departamentos de orientación y sus respectivas evaluaciones psicopedagógicas.
En Educación Infantil conviene establecer una gran variedad y diversidad de actividades teniendo en cuenta las necesidades básicas y ritmos de aprendizaje de los pequeños. LA interpretación educativa debe planificarse con una clara intencionalidad de detectar y compensar las características de cada uno de los niños y niñas para conseguir un recomendable y óptimo desarrollo de todos ellos.
Los procesos de enseñanza-aprendizaje en esta etapa se articulan en diferentes formas respondiendo de manera clara, concisa, adecuada y apropiada al tratamiento de los diferentes contenidos que configuran el currículo.
En definitiva, la atención a la diversidad es un principio fundamental que proporcionará a todo el alumnado de esta sociedad una educación adecuada a sus características y necesidades.
Mª Ángeles Rabadán Pallarés
1º de Educación Infantil
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