viernes, 6 de mayo de 2016

¿De qué nos sirve tener alumnos intelectualmente inteligentes si no lo son emocionalmente?

Una de las cosas más importantes en el crecimiento y progreso de un niño es desarrollar adecuadamente una serie de emociones para así adquirir la competencia emocional y saber enfrentarse a los problemas que le puedan surgir el día de mañana.

Entre los aspectos o sentimientos que forman de una persona emocionalmente inteligente podemos encontrar la autoconciencia, motivación, o la empatía, entre otras. Hoy nos vamos a centrar en la última mencionada, la empatía.

La empatía consiste en la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona, de entenderle, incluso de saber lo que está pensando. La facultad para reconocer las emociones y sentimientos de los demás es una habilidad indispensable para establecer relaciones y vínculos sociales y personales.

Es importante ayudar a los niños a desarrollar esta capacidad ya que cuando ellos sean mayores, no sólo van a tener que cuidar de ellos mismos, tendrán que entender a las demás personas, no tendrán que ser demasiado egoístas, etc.

Cuando un alumno es empático con los demás, también será capaz de juzgar más posibilidades como válidas en todas las caras de su desarrollo, lo que hará más efectivo su aprendizaje.



 Elena Carrizo Prieto
Educación Primaria 2ºB
E-mail: elena_prieto_5@hotmail.com

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