Hace varios
meses se hizo viral un tweet en el que una profesora de lengua había corregido
un “echaba mucho de menos” por un “hechaba mucho de menos”. Como siempre que
salen a la luz este tipo de noticias se puso verde a la profesión vía twitter y hubo una discusión entre los
que defendían a los profesores y los que no. Todo el mundo comete errores, está
claro, y un profesor que, seguramente, ha tenido que corregir 30 redacciones
para el día siguiente se le ha podido ir un momento la cabeza y corregir algo
mal.
Arturo Pérez-Reverte
respondió a este tweet diciendo: “Resignación.
Su hija lo pagaría. No es la maestra, es el sistema. Que la niña aprenda bien
inglés para poder largarse pronto de aquí". ¿En serio es mejor irse del
país que intentar solucionar las cosas? Está claro que el sistema escolar está
fatal y que pese a tener una inversión incluso superior a la media de OCDE los
resultados no son nada fructíferos. Sinceramente creo que lo que deberían de dejar
de hacer es cambiar y cambiar las leyes según cambian los gobiernos e intentar
encontrar un sistema que realmente funcione. Por eso he puesto ese título de
“primero aprende y solo después enseña” porque hay que aprender de los errores
y buscar una solución factible a los problemas.
Sinceramente creo que
deberíamos trabajar todos juntos para la mejora de la calidad educativa, los
profesores deberíamos intentar buscar técnicas que, aunque requieran más
esfuerzo, sean beneficiosas y más útiles para los niños evitando utilizar
siempre técnicas tradicionales de cojo el libro, explico, hacemos los
ejercicios y mañana otra vez igual, intentando mejorar la calidad educativa y
la adquisición de los conocimientos.
Si todos ponemos de nuestra
parte la calidad educativa podría ser una de las mejores invirtiendo tiempo,
dedicación y mucho esfuerzo, sin olvidar que el protagonista principal de todo
esto son los alumnos.
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