domingo, 8 de mayo de 2016

¿Un cachete a tiempo… beneficioso o perjudicial?


El castigo físico por desgracia, es un acto que, aunque este mal visto, se continúa utilizando en la actualidad como medida disciplinaria. UNICEF reconoce que al menos un 60% de los niños del mundo sufren algún tipo de castigo físico, dato realmente triste en el siglo en el que nos encontramos.

En países como España está prohibido y penado desde el 2007, pero en otros como EEUU no está castigado ya que se considera un castigo aceptable, aunque si cabe destacar que esta menos apoyado que años tras: en 1986 con un grado de aceptación del 84%, y en 2012 un 70%, demasiado alto bajo mi punto de vista.

En una investigación que se ha desarrollado durante 50 años, con una muestra de 160.000 niños, se ha llegado a la conclusión de que los azotes o cachetes durante la niñez, no funcionan de manera positiva, al contrario, desarrollan problemas de conducta, problemas en la relación padres-hijos, problemas sociales o psicológicos, baja autoestima, personalidad introvertida o problemas en el desarrollo cognitivo.

El fin de esta investigación es hacer ver a los progenitores que no porque el castigo sea físico, se aprende más rápido, sino al contrario perjudica al niño, ahora necesitan saber cuáles son los daños de manera más concreta, aunque de manera general se conocen los problemas que pueden causar.

La Asociación Americana de Pediatría nos da los siguientes consejos para aplicar la disciplina de la manera correcta y no de manera perjudicial:
  •  Empatizar con tu hijo y conocer sus propias limitaciones.
  •  Pensar antes de actuar.
  •  No ceder ante rabietas inesperadas y sin sentido.
  •  Repetirles lo que tienen que hacer y crear rutinas.
  •  Saber que sienten nuestros hijos en diferentes situaciones.
  • Aprender de los propios errores.
  •  Si actúa de manera incorrecta, pedir disculpas.
  •   Reconocer los logros de sus hijos, es incluso más importante que los castigos. 
Los castigos físicos son acciones inútiles e innecesarias. Se ha comprobado que los niños aprenden mucho más cuando se premia y reconocen sus logros, que cuando se castiga, y más de manera física, sus errores. Debemos de tener en cuenta que los niños son personas y que se equivocan, no son perfectos, al igual que los adultos tampoco lo somos. Cuando fallamos en nuestro trabajo o cuando se nos quema la cocina, no vienen y nos pegan un azote. Es mucho más eficaz una charla, tranquila, donde se muestre al niño lo que ha hecho mal y las consecuencias que puede tener, que un cachete que lo único que provoca son consecuencias dañinas en el niño. Confeccionar una relación basada en la confianza y el respeto, enseña mucho más al niño, y está comprobado, ya que a mi jamás me levantaron la mano, sino que me hacían pensar y recapacitar sobre el error que había cometido.


      Aquellos padres que piensen que “un cachete a tiempo quita muchas tonterías”, están muy equivocados, hay muchas maneras de enseñar los límites a los niños sin necesidad de golpear a nuestros pequeños.

      Artículo de El País: http://elpais.com/elpais/2016/05/01/actualidad/1462120551_804523.html
elpais.com
Aunque el castigo físico está cada vez peor visto, o incluso prohibido en muchos países, sigue siendo un tema que suscita polémica entre muchos padres que ...

     Rocío Morales Velasco. 2ºB. Magisterio de Primaria
     rocio.morales.velasco@hotmail.com 




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