Las nuevas tecnologías nos sirven para aprender pero quién
realmente educa son los docentes ya que se transmiten día a día aquellos
aspectos que serán claves para el desarrollo de los alumnos. El docente no es
solo un mero transmisor de los conocimientos sino es un gestor de emociones.
Con las tecnologías se aprende pero los profesores son los
que potencian esos aprendizajes y sacan el mayor partido al desarrollo de las
capacidades y habilidades de los alumnos.
Las Nuevas Tecnologías en la Educación se
conciben como herramientas para dar solución a determinadas preguntas, pero
esta solución en muchas ocasiones está exenta de interpretación. Y ahí la
figura del docente resulta nuevamente necesaria e insustituible
La Educación debe basarse en el libre
pensamiento, en la crítica constructiva, en la reflexión y el cuestionamiento,
en el aprendizaje cooperativo. Y en todos estos aprendizajes el docente se hace
tan necesario como insustituible. El misterio de la poesía, el doble sentido
del lenguaje, el humor y la ironía, la anécdota de un acontecimiento histórico,
la emoción de una obra artística
Algo muy importante en la educación es la
interacción y eso es otro factor que hace que una máquina nunca pueda sustituir
a un docente. Cuando interactuámos con nuestros alumnos lo que estamos haciendo
es influir sobre ellos, producir un efecto, transformando una respuesta en
otras pregunta y formulando preguntas con muchas respuestas.
Pueden transformar la interacción en
inspiración. El profesor es aquel que es capaz de emocionar, de mover y
conmover el espíritu de sus alumnos, de llegar a lo más hondo de sus
sentimientos, de causar admiración.
Por lo que podemos decir que las personas
necesitamos a personas y no a máquinas para crecer y definir nuestra
personalidad.
Gracia Galán López
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