A lo largo de mi
estancia, este agosto, en la Universidad Uninorte de Barranquilla, Colombia,
tuve el privilegio de impartir un módulo de Comunicación Eficaz, a los alumnos
de doctorado de Educación. Hablamos de cómo ser un buen emisor y receptor,
hablamos de las diferentes vías para llegar a los demás, destacando la vía
digital como estrategia de relación y reciprocidad al compartir materiales,
tiempos e incluso deseos. Pero todo ello lo asentamos en la importancia de una
buena inteligencia emocional por parte del docente, para llegar a una muy buena
competencia emocional por parte de los alumnos.
Fue una experiencia
maravillosa donde pudimos compartir experiencias, donde nos reímos, bailamos y
tuvimos todo el derecho del mundo a emocionarnos por esta maravillosa aventura
que estamos viviendo. La aventura de encontrarnos en el camino de la formación
(y cuidado que no me refiero a los alumnos que incluimos).
Ahora quiero
compartir con vosotros sus propias reflexiones porque hay mucho que aprender de
ellos. Yo me vine con la maleta llena.
Gracias a ese
fantástico grupo de alumnos de doctorado.
Puri.
Universidad del Norte
Doctorado en Educación
Seminario Comunicación y Educación
Comunicación
y educación: una relación indispensable
La
realización del acto educativo es, esencialmente, un hecho comunicativo. Hoy es
impensable hablar de comunicación y de educación como de procesos diferentes. La
comunicación es una herramienta fundamental en la mediación pedagógica para la
construcción de aprendizajes. En el marco de este seminario dirigido por la
profesora María Purificación Cruz hemos dialogado y reflexionado acerca del papel
de este binomio educativo. La comunicación y la educación no pueden seguir
existiendo, del modo tradicional, como ámbitos totalmente aislados. Por el
contrario, el mundo de lo educativo y el de lo comunicativo, deben aproximarse
de tal forma que se relacionen eficazmente.
En este escrito
es la recopilación de experiencias construidas durante el seminario, en el que
las voces protagonistas son los estudiantes de doctorado en educación de la
Universidad del Norte; en ellas se podrá observar cierto nivel reflexivo denotando
que tanto la Comunicación como la Educación deben experimentar nuevas formas de
hacer y ser en el aula. Cabe resaltar que el valor del punto de vista del estudiante
adquiere sentido y relevancia por razones tanto personales como profesionales.
Dicho de otro modo: la incorporación de tal perspectiva conlleva para la formación
doctoral una importante contribución instrumental y legitimadora.
Reflexiones Construidas
La Educación un cambio de mil formas
Yalov Villadiego, considera que:
Este
seminario me permitió ratificar el orgullo que siento por lo que hago; ser
maestra de preescolar. Reflexioné sobre el enorme compromiso y la responsabilidad
que tengo con la infancia. En este sentido, debo comenzar por reconocerme y
entenderme como sujeto, para luego ir al encuentro con mis estudiantes a realizar
reconstrucciones en doble vía. Comprendí que cada movimiento, palabra, gesto,
tono de voz y pensamientos deben ir acompañados por el reconocimiento de sí
mismo y de los otros; éste es realmente el gran valor de la educación. Quiero
citar a Buscaglía, porque al iniciar cada día escolar hice una idea suya, muy mía
“Al empezar cada día, me propondré escucharte de verdad e intentaré comprender
tú punto de vista, al tiempo que trataré de darte el mío de la forma más suave,
recordando que ambos estamos creciendo y cambiando de mil formas distintas”
(p.225).
De igual forma, Jair Medina Rodríguez:
En
las clases de esta semana pude darme cuenta que más allá de llevar a los
estudiantes a que se apropien de conocimientos, es necesario hacerlos sentir
emociones que les motiven aprender. Es fundamental que como maestros sintamos
esa energía y esas ganas de querer ofrecer lo mejor para que los estudiantes
sean cada vez mejor, aun cuando las dificultades puedan ser bastante fuertes;
la empatía y la comunicación asertiva nos brinda una alternativa, debido que
muchas veces no escuchamos y nos cerramos a la posibilidad de que el estudiante
exprese sus emociones, centrándonos en la clase y no en el estudiante. Este
seminario fue una experiencia maravillosa y una sacudida para reflexionar
acerca de cómo estamos llevando nuestra mediación docente y mucho más entender
como la comunicación eficaz se hace efectiva cuando el centro del proceso es el
estudiante no el maestro.
Por su parte, Claudia Baloco dice:
La
clase con la profesora Puri, ha sido muy inspiradora y motivante, hacia un
aprendizaje que va más allá de un conocimiento especifico, que no basta con
saber más, es necesario sentir más y conocer más de nosotros mismos como
personas, como docentes para lograr la mejor comunicación con nuestros
estudiantes. Como docentes podemos conectar nuestros estados emocionales a los
estudiantes y transmitir las actitudes, creencias, emociones. En esta clase, he
conocido de primera mano la importancia de las emociones. Es fascinante ver una
persona con tanta energía positiva y tanto amor por lo que hace todos los días,
es lo que sentí el primer día con la profesora Puri. Entendí y sentí lo importante de ser un
docente competente emocional y socialmente, las emociones son facilitadoras del
proceso enseñanza aprendizaje, es una competencia que todos los docentes
debemos tener.
Educación, comunicación y emoción
Para Darwin Tejeda García:
El
desarrollo del seminario de comunicación en educación me hizo vivir en el
estrecho vínculo que existe entre: emociones, comunicación y aprendizaje.
Recordé que somos seres humanos, que las emociones impregnan la relación del
individuo con el mundo. La escuela necesita ser transformada desde el SER como
centro de los procesos de formación; sentí la plena necesidad de conocerme
emocionalmente, puesto que las emociones son inseparables al ser y están
íntimamente relacionadas con la cognición del maestro, difícilmente se podrá
ayudar a los maestros a cambiar su docencia sin enfrentarse a las reacciones
emocionales derivadas de sus valores, actitudes y creencias sobre la enseñanza.
Todo esto será posible cuando aprendamos más sobre la competencia emocional y
usemos la comunicación de forma eficaz.
En relación, Yinais
Gómez, expresa que:
Durante
las sesiones compartidas con la Dra. María Purificación Cruz fueron muchas las
emociones vividas, todo ello gracias a la dinámica de la experiencia. Entre
estas emociones resalto el agrado por cada una de las ideas que nos compartió
sobre la comunicación y la inteligencia emocional; no solo por la importancia
de esas ideas en nuestro desarrollo como profesionales de la educación, sino su
aplicabilidad en el campo personal como responsables de la formación de
nuestros hijos y otros niños cercanos a nosotros. En fin, el desarrollo de la
experiencia fue una oportunidad para recordar la importancia que tiene la formación
emocional de nuestros niños y la gran responsabilidad que tenemos como
educadores frente a ello”.
En sintonía,
Diana Casalins manifiesta que:
Durante
las sesiones con la profesora Puri, tal vez uno de los aspectos que más me
quedó resonando es la idea de una comunicación corporeizada, que supera el
“qué” decimos y se preocupa también por el “cómo” lo decimos. En algún momento
de la segunda jornada recuerdo haberla escuchado decir que ya habíamos estado
quietos mucho tiempo, nos invitó a levantar y terminamos bailando. Esa
invitación lo es también a reflexionar. El pensamiento también se construye en
movimiento, en los gestos, las inflexiones de nuestra voz, en la manera de
acercarnos y escuchar a los otros. Como educadores debemos considerar los elementos
que utilizamos para comunicarnos con nuestros estudiantes -¡y los que
subutilizamos!. Creo que he tomado este
seminario como una invitación a volver a poner en valor herramientas que se
encuentran literalmente al alcance de nuestra mano y pueden hacer toda la
diferencia del mundo.
Sandra
Villarreal Villa se pregunta:
¿Cómo pintar de colores la
comunicación con los estudiantes? Pregunta que obliga a reflexionar sobre la práctica docente
diaria, sobre las emociones que se involucran en este acto de enseñar y
aprender, sobre la presencia plena del docente en clase, la escucha activa, la
empatía y la conciencia emocional del mismo. En tan corto tiempo, el docente
puede provocar en el estudiante una actitud de conciencia del rol que cumple el
individuo como individuo y como ser social. Tal como lo expresó Arnold Glasow:
“… la educación debe ampliar las ventanas por las cuales vemos al mundo” en
síntesis, reflexionar acerca de la práctica docente diaria y del papel que
cumple una comunicación autentica se constituye en garante de nuestro
crecimiento como ser social y deseosos de comunicarnos asertivamente. Abordar la práctica docente desde una
comunicación autentica y provocar autoreflexión desde las emociones, podría ser
una ruta que nos permita mejorar las relaciones entre docente y estudiante y
garantizar genuinos procesos de enseñanza y aprendizaje.
¡Derecho a emocionarse…!
José Alexander Santafé expresa que:
“El
trajín del día a día, nos hace muchas veces olvidarnos que contamos con un
cuerpo exageradamente dotado de capacidades para degustar el entorno, de
sorprendernos ante lo valioso de la pequeñez, de escuchar la gama de voces
internas y externas que claman por ser atendidas, de vivenciar cada palabra que
pronunciamos y de significar con la fuerza de nuestra corporeidad lo que
internamente experimentamos. Puedo afirmar con toda seguridad que, en medio de
la preparación doctoral me di el permiso de sentir y disfrutar desde el
escenario del aula el conocimiento que es vida, la risa como manifestación de
la alegría, el baile como expresión de libertad, la prevención social como
obstáculo de la originalidad, los lenguajes tecnológicos como una nueva
oportunidad y la grandeza del maestro como mediador entre el saber y el ser.
¡No hay pretexto sino compromiso con la escuela para hacer un espacio donde
prevalezca el derecho a emocionarse…!
Mery Luz Pacheco Bohórquez comenta que:
Desde
la primera sesión compartida con la Dra. María Purificación Cruz, atisbé la
importancia que tiene la presencia activa para generar una comunicación eficaz,
sin embargo, esta actitud se logra cuando nos escuchamos a nosotros mismos,
como le sucedió a Crisol, el niño del cuento narrado por la profesora Puri. La
historia nos acercó a la importancia de reconocernos esencialmente como
comunicadores, en mi caso como comunicadora en Educación Inicial, es la gran
responsabilidad de gestionar nuestras emociones, nuestros sueños, nuestras
motivaciones, para poder provocar, suscitar y dejar aflorar en los niños/as lo
mejor de ellos, y respetar también sus “estrellas”. En definitiva, los sueños
se constituyen en el motor de la búsqueda de conocimiento.
Finalmente, el seminario nos dejó reflexiones interesantes para
transformar las políticas y prácticas educativas, coincidimos que la
comunicación de forma eficaz y la educación se visualizan como un complemento
de la actividad de todo maestro, redimensiona su función mediadora en el proceso
de enseñanza-aprendizaje, al guiarlo hacia la construcción autónoma de
conocimientos, habilidades y valores a través de una comunicación eficaz. Nos
queda un panorama claro sobre la importancia de la comunicación en el aula; es
posible transformar la escuela con la comunicación. Creemos que la escuela debe
proveer una educación centrada en procesos de comunicación eficaz e
inteligencia emocional, los estudiantes deben estar involucrados en diálogos de
aprendizajes y sus emociones deben ser una fuente propicia en el aula para
reflexionar críticamente sobre las necesidades de mejora escolar.
La educación y la comunicación sí desean aspirar a más, la primera
a ser algo más que enseñanza, didáctica o teorías, y la segunda ha de ser algo
más que utilización de los recursos mediáticos o verbalización de la práctica
sin retroalimentaciones. Juntas son un binomio que busca el fin último de la
educación, promover la participación ciudadana, la expresión libre y el derecho
a la comunicación eficaz.
Referencias
Bibliográficas
·
Buscaglia,
L (1985). Vivir, amar y Aprender. Esitorial Diana S.A. México D. F.