La Asociación Cultural de los Montes de Toledo, fundada en 1977 en unos momentos en los que
se lucha por el reconocimiento de los valores sociales y patrimoniales de las
zonas rurales y por el derecho a la cultura de sus habitantes desde los nuevos
colectivos independientes que nacen en la Transición, ha continuado trabajando para recuperar la
identidad comarcal a partir del conocimiento de la herencia cultural y su
divulgación, cuyo objetivo es crear una cultura de la solidaridad como medio
para conseguir un mayor desarrollo humano y material para esta comarca. Suyos
son los fondos que exponemos en esta muestra que se puede visitar en el vestíbulo de la Biblioteca del campus Fábrica de Armas, y que, con motivo de la celebración del Día del Libro 2014, presentamos bajo el título LOS LIBROS EN LOS QUE APRENDIERON NUESTROS
ABUELOS.
Hemos contado
principalmente con una colección particular que sobrepasa el centenar y medio
de libros antiguos de texto y material didáctico para montar esta exposición monográfica, que no solo tendrá un
carácter evocador para muchos, sino también didáctico para aquellos que
estudian Ciencias de la Educación o pretendan interesarse por la Historia y evolución de la Pedagogía en España y
sus recursos, los mismos que utilizaron nuestros abuelos.
La exposición
se estructura en torno al libro y aquello que le pudiera complementar en la
escuela como recurso o método de
aprendizaje, es decir LIBROS DE TEXTO, RECURSOS DIDÁCTICOS, EL MAESTRO Y LA ESCUELA.
Los libros de texto que se exponen comprenden un periodo que se inicia en
el siglo XIX y concluye en los años sesenta del siglo XX. En este tiempo tan dilatado, se manifiestan varios periodos
sociales y políticos que se reflejan en la sensibilización por la
educación y formación de la población
española. En esta exposición solo nos interesa
centrarnos en la materialidad y avance tecnológico del libro, apreciando en ello el interés permanente por
hacerlo más didáctico y acercar los conocimientos básicos al educando. La
evolución e innovación metodológica también se descubre en las nuevas
experiencias educativas que mejoran la presentación del material escolar y la
evolución del soporte didáctico, evidenciando los recursos y las tendencias educativas
coincidentes con la sociedad del momento que
generó el proceso educativo.
Se aprecia el
libro como valor de ideologización y de cultura. Las tendencias políticas de
cada momento que entraron en la escuela con su carga a la izquierda o a la derecha,
durante los gobiernos de la Monarquía, la II República o el Franquismo.
Los libros más
antiguos que se exponen corresponden al siglo XIX, con reflejos de una escuela
a veces elitista o un interés menor por la formación popular, siendo la Iglesia
quien aporta la compensación a las carencias educativas del Estado, con la
aparición de numerosas congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza.
El Directorio de Primo de Rivera impulsó
la creación de un considerable número de
aulas, muchas concluidas durante la II República.
A la escuela
republicana, debemos atribuir, en su primera etapa, adelantos notables en la
dotación y escolarización de la población, modernización, emancipación de la
mujer, educación popular y formación de maestros. Estos esfuerzos mejoraron la
calidad educativa, pero en amplios sectores sociales no se vieron en general correspondidos, donde
el respeto por la cultura no llegó a entenderse, pese al tesón de los 16
ministros de educación que se sucedieron en el quinquenio republicano.
El franquismo
continuó construyendo escuelas con el fin de cubrir las necesidades de población escolarizada.
También es cierto que los programas franquistas evolucionaron desde una escuela
politizada, donde se estigmatizaba al contrario, se trasmitía los supuestos
valores del pensamiento único y el culto a la personalidad, hasta llegar a
etapas de predominio tecnócrata, que se manifiesta en el área educativa con
el abandono de las prácticas de la
posguerra, dando lugar, en la década de los sesenta, a las preocupaciones
científicas y profesionales por la educación. El discurso político inicial, se
modifica por el de la eficacia
tecnológica reflejada en la construcción de escuelas, institutos,
universidades, leyes y planes educativos, prensa escolar… colocando la
enseñanza primaria en un momento de avance significativo en la historia de la
educación del siglo XX. Desaparece la presencia del nacional-catolicismo,
gracias a la influencia del Concilio Vaticano II, que supuso la superación del
viejo catolicismo integrista y el distanciamiento con el
régimen. Los símbolos permanecieron pero
los contenidos, los programas evolucionaron y los libros con ellos.
Todos los
vaivenes de la Historia siempre han dejado huella en el libro de texto,
especialmente en las asignaturas humanistas, más propensas, en algunas
etapas, a mantener un discurso de apoyo
a unas u otras tendencias ideológicas, que nunca desaparecieron totalmente de
los programas escolares, pese al esfuerzo de muchos pedagogos. Por lo demás, el
texto dedicado a la transmisión de las ciencias o
conocimientos tecnológicos, evolucionó
mejorando la didáctica aplicada, facilitando la formación en estas
materias.
La exposición
se organiza teniendo en cuenta la distinta temática del libro y los recursos
asociados a la educación:
1.-
Aprendiendo a leer: el pizarrín, los silabarios, los métodos de lectoescritura.
2.-
Aprendiendo a leer, II: los métodos caligráficos y onomatopéyicos, el dictado.
3.- Las
enciclopedias, compendios del saber universal.
4.- Los libros
de lecturas. La lectura en el aula.
5.-
Matemáticas (Cálculo, Aritmética, Geometría) y Religión (Historia Sagrada, los
catecismos, libros de doctrina).
6.- Las
Ciencias Sociales. Geografía e Historia (universales y de España).
7.- Escribir
con estilo: Las caligrafías (métodos, cuadernos, manuales), el tintero y la
plumilla.
8.- El maestro
y su material didáctico. La carpeta, los tinteros, los palilleros, el secante,
las plumillas, los compases, los mapas, las plantillas, las revistas
pedagógicas, los solucionarios y los manuales del profesor.
El material
bibliográfico, recursos didácticos y documentales, procede de los depósitos del
Museo Etnográfico de los Montes de Toledo en Guadamur, y de la colección
particular de D. Ventura Leblic Garcia, a quienes expresamos nuestro agradecimiento.