Matatalab es un robot educativo formado por una torre y un panel de control, un mapa y cuadernos de retos, con diversos niveles, adaptados entre 4 y 12 años, y bloques, con lo que los alumnos podrán decidir qué es lo que debe de hacer el robot poniéndolos en el panel de control en orden. Este material didáctico tiene una gran cantidad de posibilidades educativas ya que se puede complementar el aprendizaje de los alumnos. Es una manera ideal para que los niños aprendan jugando, experimenten, hagan pruebas y descubran cómo reaccionan los robots a sus órdenes (correctas o equivocadas). Los niños a partir de los cuatro años desarrollan la lógica incrementa el interés por descubrir el mundo a su alrededor. Sería el momento ideal para introducir a los alumnos la robótica y la programación.
A modo de ventajas, podemos señalar que se trabaja la lógica, la resolución de problemas, el pensamiento computacional, la toma de decisiones y la creatividad.
Como inconvenientes, podemos señalar que los bloques para avanzar hacia delante o hacia atrás tienen sólo una pequeña marca que los diferencia, por lo que les puede resultar complicado a los niños de diferenciarlo. Como solución, las fichas podrían ser de diversos colores para así facilitar la diferenciación y que no todas sean verdes.
Como inconvenientes, podemos señalar que los bloques para avanzar hacia delante o hacia atrás tienen sólo una pequeña marca que los diferencia, por lo que les puede resultar complicado a los niños de diferenciarlo. Como solución, las fichas podrían ser de diversos colores para así facilitar la diferenciación y que no todas sean verdes.
Bajo mi punto de vista, es un robot bastante interesante y adecuado para los primeros cursos y para infantil, además de tener piezas grandes y unos breves patrones para seguir.
Laura Paniagua Ramón
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