Hace unas semanas en "educación y sociedad" se propuso realizar un "ayuno digital" a la clase, es decir, no utilizar al menos alguna red social a lo largo de las 24h del día. Yo me atreví a hacerlo y tengo que decir que todos/as deberíamos de probarlo, al menos, un día.
Mi ayuno digital fue "sin querer" porque olvidé mi teléfono móvil en casa de mis abuelos y tengo que decir que a lo mejor si no me hubiese pasado eso no hubiese sido capaz de inutilizar alguna red social.
La experiencia fue bastante positiva, las primeras horas sin teléfono se me hicieron muy largas y estaba desesperada pues suelo entretenerme mucho con él en las horas de descanso y comunicarme con mi pareja y amigas pero, por otro lado, me alegro de que se me hubiera olvidado porque aproveché el tiempo para dedicárselo a otras cosas y no estar "atada" al móvil.
Es cierto que las redes sociales nos quitan tiempo y tenemos preferencia para usarlo respecto de otras cosas, como ya he dicho al principio se debería de probar pues de esta manera nos damos cuenta de lo nos ayudan y, a la vez, perjudican las redes sociales.
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