Las aulas de futuro ha sido uno de los temas que más me ha llamado la atención. Los tradicionales salones de clase necesitan una renovación para favorecer la experiencia de nuestros alumnos, por ello, muchos estudios demuestran que una buena organización del espacio genera un 25% del progreso de los alumnos en un año escolar.
Con el solo hecho de experimentar con diferentes herramientas tecnológicas y diseños variados y creativos, se pueden otorgar grandes beneficios a nuestros alumnos.
Otra de las cosas que me ha llamado la atención y que he podido investigar con detenimiento es que algunos centros educativo es la creación de aulas inteligentes, donde los alumnos no es necesario que asistan presencialmente a las clases. Esta forma de aprendizaje se basa en digitalizar diferentes objetos físicos como libros y subirlos a plataformas digitales con material multimedia. También se busca conectar a los alumnos con los profesores de forma remota, ofreciendo nuevas metodologías de trabajo, aunque, esto puede acarrear algunos inconvenientes, como la falta de afectividad entre los alumnos debido a la falta de contacto físico.
De esta manera, la comunicación y efectividad entre alumnos y docentes se incrementa. Estos pueden acceder al material educativo desde sus hogares, compartir sus trabajo y proyectos directamente con los profesores y asistir a clases desde su casa con acceso a todo lo que necesitan. El aula pasa a ser un concepto en vez de un lugar físico.
Diego Pérez Alonso
Magisterio 4º B
Diego.perezalonso@gmail.com
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