miércoles, 22 de abril de 2015

LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS

La familia es donde se inicia o termina todo.

La actuación de la familia es muy importante para el desarrollo personal, ya que consolida una parte fundamental de las actitudes y comportamientos básicos que nos ayudarán a afrontar las distintas situaciones de la vida, para ello, se deben transmitir normas y pautas de comportamiento para el desarrollo personal.

En las últimas décadas, la familia ha sufrido importantes cambios relacionados con los nuevos roles sociales y laborales de los padres y con un contexto de cambio social y de nuevos estilos de vida, generándose así nuevos modelos de relaciones familiares. Por lo tanto, los estilos educativos con los que contamos serían, autoritario (orden y disciplina, reglas estrictas, castigos…), permisivo (afectivos pero pierden el control de los comportamientos, pocas normas…) y democrático (prioridad al razonamiento, padres exigentes pero sensibles, normas y límites claros...).

Otros aspectos a tener en cuenta, son el aumento de las familias monoparentales (un cabeza de familia con hijos como consecuencia de viudez, adopción, madre soltera, separaciones, divorcios, hospitalización, etc.) y la incorporación de las madres al mercado laboral, ya que hasta hace "poco", era la madre la que se quedaba en casa y por tanto, dedicaba más tiempo a los hijos. Estos aspectos dificultan la conciliación de la vida familiar y laboral, afectando al tiempo dedicado a los hijos, ya que hoy en día es frecuente que el niño salga del colegio y al volver a casa no se encuentre a ningún padre que se haga cargo de su cuidado. Los padres pasan menos tiempo con sus hijos y quieren delegar gran parte de la educación de sus hijos en los colegios.

Muchos padres intentan motivar a sus hijos en los estudios y supervisan los resultados académicos de éstos, pero dicha supervisión debería ser más continua y no esporádica. En gran medida, esto depende de que los padres tengan tiempo para dedicar a los hijos pero a veces, como ambos trabajan, les ofrecen otros recursos como clases particulares, actividades extraescolares o incluso otros recursos como Internet, bibliotecas, televisión etc. También depende del capital cultural que tenga la familia, ya que cuanto mayor capital tenga, mayor posibilidad tiene de ofrecer ayuda externa a los hijos en su educación.

A mi parecer, una posible solución sería la participación activa de los padres en la educación de sus hijos, incluyendo una estrecha colaboración con la escuela.

Para finalizar, adjunto un vídeo que me parece muy interesante, sobre cómo los niños imitan los actos de los padres, ya que son sus ejemplos a seguir. La educación que les damos es algo de especial relevancia, y todas las familias deberían de ser conscientes de ello.

Los niños ven, los niños imitan.



 Esther García López, 2º Infantil

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