martes, 23 de abril de 2019

La discalculia, medidas compensatorias.


La discalculia del desarrollo es un trastorno caracterizado por dificultades en la correcta adquisición de las habilidades aritméticas, que afectan de una manera significativa al rendimiento académico o en las actividades de la vida cotidiana que requieren capacidad para el cálculo (ej. direcciones de calles, números de teléfono, etc.), y no está causada por un déficit sensorial o una enfermedad médica. En la escuela, estas dificultades quedan reflejadas en repetidos suspensos en el área de matemáticas, mientras que en el resto de asignaturas el rendimiento se sitúa en valores normales.
El diagnóstico de la discalculia debe realizarse mediante pruebas específicas para ello, incluidas en una evaluación neuropsicológica más general. 
Medidas compensatorias
La reeducación de la discalculia se prolonga durante un período de como mínimo 6 meses, y no siempre resuelve todas las dificultades observadas. Por esta razón, debe ir acompañada de una serie de medidas compensatorias, en el aula y en casa, que faciliten el aprendizaje permitiendo que el alumno pueda expresar todo el conocimiento que tiene.
Recomendamos que en casa y en la escuela se tengan en cuenta las siguientes pautas:
En casa:
– Les tenemos que ayudar en sus deberes, y si es necesario, los leemos nosotros y se los explicamos luego a él/ella.
– No hay que enfadarse porque no sepa hacer algo que pensamos que debería saber hacer.
En la escuela:
– Se puede tener que disponer de más tiempo a la hora de ser evaluado/a, o en algunos casos se puede tener que disminuir la carga de demanda en las evaluaciones. Las dificultades en el procesamiento numérico y el cálculo le pueden dificultar terminar las tareas en el tiempo requerido. Este tiempo extra lo requiere para todo: estudiar, hacer exámenes, leer y comprender los enunciados matemáticos, etc.
        – Permitirle compensar sus dificultades:
  • Dejarle contar con los dedos.
  • Leerle los problemas para asegurarnos de que los entiende.
  • Facilitar el acceso a material visual.
  • Dejarle las tablas de multiplicar en papel para que las pueda consultar.

    – Las personas con dificultades numéricas son conscientes de sus dificultades y de la poca compensación que tiene el esfuerzo que realizan. Son muy sensibles al fracaso, por lo que se debe prestar especial atención a los cambios en el estado de ánimo y emocional.

    – Es muy importante que estas dificultades no se pongan en evidencia ante los demás, ya que esto puede causar alteraciones en el estado de ánimo y emocional. Situaciones que deben evitarse:
  • Hacerle resolver problemas, cálculos o recitar las tablas de multiplicar en voz alta en clase.
  • Realizar ejercicios en la pizarra.
  • Dejar que los/las otros compañeros/as corrijan un problema/cálculo escrito por él/ella.
  • Devolverle un ejercicio escrito lleno de correcciones en color.

    – En general, para cualquier objetivo, se recomienda enfocarlo desde un aspecto lúdico.

    – Se han de potenciar los refuerzos positivos frente los hitos conseguidos, aunque sean normales para su edad, ya que esto motiva a seguir el programa de reeducación y a esforzarse más. Asimismo, se deben evitar los castigos ante el no cumplimiento de objetivos o tareas. En estos casos, se debe seguir motivando a conseguirlos.

Sandra Ibáñez Rivera 
1º de Magisterio Infantil

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