Mi nombre es Teresa Perea Cartagena, actualmente curso 1º en Grado de Magisterio
Infantil. Vengo a plantear un serio problema al que nos estamos enfrentando
actualmente, que es la posibilidad de retirar los colegios especializados. Es un tema
muy delicado del cual no soy especialista, pero sí que os voy a presentar algunos casos
para que reflexionéis, y así vosotros mismos poder sacar una conclusión.
- Colegios Ordinarios.
- Colegios Ordinarios con Inclusión de integración y con apoyos. (Son colegios ordinarios donde cuentan con PT, AL u Orientadores para dar la educación a todos los niños, trabajan un modelo de inclusión, siempre y cuando hayan plazas, teniendo en cuenta que la admisión máxima son de dos niños con NEE por clase)
- Colegios de Integración Preferente. (Dirigido a un alumnado en concreto, con necesidades auditivas, motores o que tengan trastornos del espectro del autismo)
- Colegios de Educación Especial. (Todos los alumnos poseen el dictamen de NEE derivadas de discapacidad permanente)
Miles de preguntas sin respuesta se me
presentan al pensar en este tema, ¿Es
necesario agrupar a los alumnos en
distintos colegios? ¿Favorece esto la
inclusión? ¿Los colegios especializados
están realmente preparados para atender
las necesidades específicas? ¿Y los
ordinarios? ¿Quién gana y pierde en este
tema? ¿Se paran a pensar en esto?, repito lo dicho al principio es un tema de gran
complejidad.
Esto me ha abierto interiormente un gran debate, puesto que, gracias a mi experiencia
personal no sabría bien que es lo mejor para la inclusión, los alumnos y concienciación
de la sociedad. Por un lado, la respuesta más sencilla sería “Si queremos inclusión que
se cierren los colegios especializados y ordinarios, quedándonos con los Colegios
Ordinarios con Inclusión de integración y apoyos”, pero no nos garantizan un aumento
de profesionales, ni aumento de plazas, para que cada alumno obtenga su seguimiento
personalizado e inclusivo.
Un caso que me irrita bastante es el de una niña que cursa el segundo ciclo de educación
infantil en un colegio ordinario y tiene trastorno de espectro autista, nos plantea la tutora
de dicha niña, que tiene hiperactividad y es muy difícil poder trabajar con ella porque
no se concentra en realizar las tareas y en estar sentada. No hay ningún informe que
confirme esto, pero aun así le ofrecimos apoyo escolar (una atención específica para
ella), en menos de un mes conseguimos que la niña estuviera en su sitio, realizando las
tareas expuestas de manera eficaz. Esta niña con una atención personal fue capaz de
sacar todas sus capacidades para realizar lo mismo que sus compañeros.
Otro suceso, fue el de un niño con Síndrome de Down que quería seguir estudiando en
su centro ordinario, la respuesta fue negativa puesto que “por su bien” al siguiente año
fue matriculado, a su pesar, en un centro de educación especial. Este niño pasó de no
practicar ni la asignatura de educación física con sus compañeros en su primer centro,
a participar en las Olimpiadas Especiales y Paraolimpiadas, quedando subcampeón en
su categoría.
Hay diversos casos, y los que desconoceré,
pero mi opinión personal, la cual no tiene
que ser lo ideal es, COLEGIOS
ORDINARIOS SÍ, COLEGIOS
ESPECIALES TAMBIÉN. Habría que
hacer un estudio de caso, comprobar que es
lo más eficaz para cada alumno, sin
olvidarnos, que tienen VOZ y pueden opinar donde y como encaminar su vida, y su
recorrido académico.
¡¡TODOS JUNTOS PODEMOS CAMBIAR EL MUNDO!!
Teresa Perea Cartagena
1º de educación infantil
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