A pesar de que el síndrome de Asperger es mucho más común que otro tipo de autismos, sigue siendo una condición rara y pocas personas, incluyendo profesionales, saben sobre ella ni tienen experiencia contrastada. Por eso, me gustaría hablar sobre este trastorno para conocer cómo podemos ayudar a las personas que lo padezcan, especialmente como educadores de futuros alumnos que puedan sufrir este síndrome.
El síndrome de Asperger es un trastorno del neurodesarrollo: el cerebro de la persona con Síndrome de Asperger funciona de manera diferente a la habitual, especialmente en la comunicación e interacción social y en la adaptación flexible a las demandas diarias.
Comparte las características nucleares del autismo. La persona con Síndrome de Asperger tiene dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la media de la población.
Las personas con este síndrome son, generalmente, extremadamente buenos en las habilidades de memoria (hechos, figuras, fechas, épocas, etc.). Muchos sobresalen en matemáticas y ciencia. Hay un rango en la severidad de síntomas dentro del síndrome, el niño muy levemente afectado resulta a menudo no diagnosticado y puede apenas parecer raro o excéntrico.
Las principales áreas afectadas por el síndrome de Asperger son:
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2. La comunicación.
El lenguaje hablado no se entiende a menudo enteramente, así que debe ser simple, a un nivel que puedan entender. Debe tenerse cuidado y expresarse con precisión. Las metáforas, expresiones no literales y analogías tienen que ser explicadas ya que los niños con el síndrome de Asperger tienden a hacer interpretaciones literales y concretas.
3. Preocupaciones y rangos estrechos de intereses.
Es muy común la preocupación (u obsesión) del niño/a con ciertos asuntos, a menudo en los temas del transporte (trenes), computadoras, dinosaurios, mapas, etc.
4. Las rutinas repetitivas, los rituales y la inflexibilidad.
Los niños/as se imponen a menudo rutinas rígidas a sí mismos y a quienes los rodean, desde cómo desean que se hagan las cosas hasta lo que comerán. Esto puede frustrar a todos los involucrados.
Algunos aspectos a tener en cuenta cuando tratamos con personas (especialmente niños) con asperger son:
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Es muy importante conocer las características que pueden presentar las personas que tienen este síndrome para ayudarles e intentar hacer su vida mucho más fácil. Debemos ser claros, emplear un lenguaje sencillo y lo más conciso posible para que la comunicación sea adecuada.
En este vídeo podemos ver de manera resumida las características comúnmente compartidas por las personas que presentan este síndrome:
Lucia.Garcia45@alu.uclm.es
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