El tiempo y el lugar que se dedica a la realización de los deberes y estudio en casa es un tiempo de calidad en la educación de nuestros hijos, hermanos o niños a nuestro cargo. No solo con él estamos consiguiendo más o menos que salga adelante en sus aprendizajes escolares, además estamos formando unos hábitos importantes sobre los que se edificarán una personalidad responsable, autónoma y satisfecha del deber cumplido.
Muchas veces los problemas de atención, falta de motivación y "pasotismo" escolar, son consecuencia de la falta de estimulación y compromiso con el niño en casa y pude derivar en problemas más serios como el absentismo escolar y el posterior abandono de la escuela.
Por eso creo importante tener en cuenta algunos factores en el estudio del niño:
- El lugar de estudio debe ser fijo, tratar de que sea siempre en la misma habitación. Debe ser un lugar tranquilo con una mesa con espacio, asiento cómodo y buena iluminación.
- El tiempo debe ser previsto de antemano, conviene que sea conocido por el niño y acordado con los padres. Por ejemplo, después de la merienda.
- Es importante que se tenga conciencia de la hora de comienzo y de acabado pero se debe dar flexibilidad al tiempo de estudio, hay día que tardará más y otros menos en realizar la tarea, por ejemplo si tiene examen al día siguiente. Debe reservar un tiempo para él mismo, su ocio personal.
- Entre las tareas que podemos hacer los adultos como ayuda, es la de prepararle antes de empezar, "situándole" en su lugar de trabajo y preguntarle qué materias va a trabajar ese día?, cual prefiere hacer primero?, o si necesita algún material para realizar los deberes?....
- Al terminar el tiempo dedicado al estudio, es una buena costumbre volver a preguntarle sí le ha costado mucho esfuerzo?, si lo ha terminado todo?
- Un tiempo muy prolongado de trabajo a solas, sobre todo cuando no está habituado, puede ser excesivo y puede provocar que él mismo se disperse en otras tareas ajenas al estudio.
- No debemos corregir los deberes, eso es labor de los profesores pero puede ser oportuno echar un vistazo a las tareas, y hacerle alguna observación puntual si vemos que suele dudar en un aspecto en concreto.
Estas pautas que parecen lógicas no siempre se cumplen por falta de tiempo, dejadez o falta de interés de los adultos. Hay que tener en cuenta que aunque no nos lo parezca, para los niñ@s la tarea diaria y las horas de colegio, suponen un desgaste y un esfuerzo por el que a veces necesitan el apoyo familiar para desarrollar todas sus aptitudes intelectuales de forma más segura para ellos.
Con esto no quiero decir que haya que estar encima de ellos todo el tiempo que estudian en casa, pero si dedicar tiempo para aclarar sus dudas en el estudio diario ya que supone una responsabilidad más como adultos, en la educación de los niños y niñas.
Jesús Muñoz Martín
1º Educación Infantil
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