Seguramente en tu clase haya chicos y chicas de estatura alta, baja o media; algunos tendrán los ojos azules o verdes y otros oscuros. Algunos tienen el pelo largo y otros corto, unos aman la música, y otros el deporte. Además, ninguno de ellos viste igual, ni tienen los mismos gustos. Está claro, que en una clase no es normal que todos los alumnos sean iguales. Esto quiere decir, que todos somos distintos. Cada uno tiene sus gustos y diferente forma de ser. Si esto no fuera así, la vida sería muy aburrida y no podríamos descubrir cosas nuevas. De esta manera, todos podemos aprender de todos, y así podremos mejorar, ayudarnos y pasarlo bien juntos.
Sin embargo, a veces existen una serie de problemas por parte de gente que se cree mejor que el resto, y que lo que los demás aportan no valen nada. Las diferencias, en ocasiones nos llevan a conflictos porque unos quieren mandar siempre. En este caso, las diferencias se convierten en una forma de oprimir a los demás.
Por otro lado, una cosa en la que todos somos iguales es que a todos nos gusta estar felices y hacer cosas que nos agradan, comer cosas ricas y tener amigos que nos quieran y ayuden. Aunque haya personas que vivan en otros lugares o países y tengan características diferentes, forman parte de un mismo grupo, que es el grupo de los seres humanos. Por eso mismo, debemos promover la igualdad. ¿Qué significa esta palabra? Igualdad significa que todas las personas tienen los mismos derechos a ser felices independientemente de las características personales y posibilidades que tengan. La igualdad consiste en respetar la igualdad de los demás.
Según (Philipp, 2005) , la igualdad es un logro de las sociedades modernas. En épocas pasadas, se creía en el destino y cada uno tenía una vida predestinada. Si nacías rico o rey, tendrías una vida como tal, y los que nacían en familias pobres como por ejemplo los campesinos, tenían que trabajar mucho y hacer lo que les mandaban. Antes, algunos seres humanos gozaban de más privilegios que otros que quizá habían trabajado más para ganárselo. Sin embargo, desde finales del siglo XVIII, en Francia se proclamaron por primera vez los derechos para todas las personas. Desde este momento, se pedía igualdad para todos y hasta hoy, todos tenemos derechos y leyes que protegen estos derechos.
Silvia Poyato Pérez
2º A Magisterio Primaria
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