Creo que todos estaremos de acuerdo con la afirmación de que educar no se reduce únicamente a la instrucción en las diferentes áreas de conocimiento como pueden ser la lengua o las matemáticas.
La educación abarca mucho más, desde aspectos puramente académicos hasta los valores y la convivencia. Es por esta razón que la educación no es algo exclusivo de la escuela, sino que se trata de un proceso constante que se nutre de todos y cada uno de los ámbitos presentes en la vida del niño: su familia, la escuela, su comunidad, etc.
Uno de los factores más importantes para el desarrollo del alumno es su familia y su entorno mas cercano. Tomando en cuenta la teoría del aprendizaje social de Bandura, podemos observa claramente la importancia de este ámbito.
Según esta teoría el aprendizaje no se produce únicamente por la obtención de refuerzo o castigo tal y como establece la teoría del condicionamiento clásico y operante, sino que dicho aprendizaje se produce también mediante un proceso de observación.
De este modo, cuanto mayor apego se le tenga al modelo observado mayor será el interés en las acciones que realiza y el aprendizaje se producirá de forma más rápida y espontanea. Dicho aprendizaje se produce por la observación del medio y las respuestas que se producen a ciertos comportamientos o actitudes. En este sentido, un niño que observa que su hermano mayor es felicitado por traer buenas notas probablemente se esforzara para traerlas y recibir la misma recompensa, del mismo modo si este niño observa que su hermano es castigado por un mal comportamiento procurará no imitarlo.
Sin embargo, es importante tener muy en cuenta los intereses de los niños observadores, ya que, sería lógico pensar que tal y como se ha expuesto en el ejemplo, el niño que ha observado que su hermano ha sido castigado no repetirá su acción para evitar el castigo, sin embargo, esto ocurre así si tomamos como referencia que lo que el niño ha observado es la consecuencia negativa del castigo y no una consecuencia que él podría interpretar como positivo que es la atención que su hermano recibe al ser regañado por parte de sus padres. En este sentido, esta acción podría ser repetida por el hermano menor para obtener la misma atención. Así, podemos concluir que el niño repetirá toda aquella acción que observe como positiva en su entorno más cercano. Los comportamientos de sus hermanos, padres, primos, tíos, serán aquellos que ellos elijan y desarrollen a lo largo de su vida. En este sentido, si queremos que el niño tenga un buen comportamiento, siendo este moral y cívico, debemos mostrar ese comportamiento en nosotros mismos.
Del mismo modo que la familia más cercana, el maestro constituirá una de las figuras de apego mas importantes para el niño, del cual, obtendrá, a parte de los conocimientos académicos, gran variedad de comportamientos morales y para vivir en sociedad. Es pues, de gran importancia controlar especialmente los comportamientos que se tienen en clase.
Dichos comportamientos van desde las actitudes hacia ciertos alumnos como a los propios compañeros docentes o las familias.
En este sentido el maestro debe mostrar siempre una actitud de benevolencia y tolerancia hacia todos y cada uno de sus alumnos, sean estos como sean, ya que, toda aquella actitud hacia un alumno determinado será repetirá por el resto de sus alumnos, llegando, incluso a potenciar una situación de acoso escolar.
Así pues, es de vital importancia tomar muy en cuenta la situación sociocultural en la que se encuentra inmerso el alumno para poder desarrollar su educación de la forma más prospera y productiva posible.
Aitana Román Muñoz.
2º Magisterio en Educación Primaria
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