miércoles, 11 de abril de 2018

La dislexia en la escuela

Hace unos años que práctico atletismo en una escuela de atletismo, y allí conocí a una chica la cuál es disléxica, está chica me contó cuál había sido su experiencia con esta dificultad y la verdad es que me entristeció bastante, en vez de ser apoyada en el colegio por tener esta limitación, muchos de sus compañeros se reían de ella cuando tenía que leer en clase, diciendo: "vamos a echarnos la siesta porque hasta que acabe de leer…" Ella me contaba que todos estos comentarios la hacían sentirse, palabras literales de ella: "una mierda, que no valía para nada", y me contó que realmente ella llegaba a casa diciendo que odiaba la escuela, que no quería ir más. Cuando la sacaban a clases de apoyo para que mejorara su lectura y escritura sus compañeros seguían burlándose de ella y considerándola inferior al resto por necesitar clase de apoyo. Su madre, me contaba que ella también era disléxica y que se había echo a vivir con este tipo de comentarios y que no por eso había que rendirse nunca, aquí vi un gran ejemplo de superación y lucha, ya que está mujer se sacó el grado de educación infantil demostrando que ella también era capaz de lograr lo mismo que todos sus compañeros simplemente que tenia que ponerle mayor esfuerzo. Pienso que la mayoría de los niños con algún tipo de dificultad de aprendizaje sufre risas y burlas por parte de otros compañeros por tener alguna carencia o limitación y que muchas veces a raíz de este tipo de comentarios vienen los problemas de autoestima.

Esta madre me contaba que ella tuvo que llevar a su hija a una logopeda de paga, además de realizar ella con su hija numerosos ejercicios de lectura y escritura que es el principal problema de este tipo de personas ya que ven las palabras como un conjunto o una globalidad y cuando tiene que leer palabras largas, les cuesta mucho trabajo, por ello puso tanto empeño para que consiguieran solventar y reducir esta limitación lo más pronto posible. Mi amiga y compañera de entrenamientos desde que la diagnosticaron esta enfermedad y recibía este trato en la escuela me afirma que su autoestima esta por los suelos y que ella siempre piensa que es inferior a la mayoría de personas, además ella me contaba que se avergüenza de decir que es disléxica por no tener que oír comentarios despectivos o burlas.


Realmente opino que esta manera que tiene una gran parte de la sociedad debe cambiar, ya que ninguno somos perfectos y todos tenemos alguna dificultad o limitación en alguna tarea, y que lo más primordial es la inclusión de todos los alumnos ya que todos somos iguales.


Jennifer Ordóñez Martín-Caro


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por contribuir con sus comentarios a las entradas de nuestra Revista Digital.