Para comenzar a hablar de este tema debemos de tratar uno de los temas fundamentales, como lo es en este caso la privacidad y la seguridad dentro de internet y de la red en general.
Es necesario que se haga un uso adecuado de las redes sociales atendiendo a numerosos factores entre los que se encuentra la edad permitida de uso en las diversas aplicaciones ya que muchos menores se registran en redes sociales sin ningún tipo de consentimiento paternal, lo cual conlleva consecuencias relacionadas con la privacidad de datos y la seguridad. Además, dentro de las redes sociales y de la web e internet en general existe cierto contenido inapropiado que los niños no deberían poder ver, por lo que se les deberían restringir el acceso a algunas de ellas.
Porque, aunque el uso de las redes sociales resulte de lo más común y simple conlleva aspectos negativos como lo puede ser el acoso cibernético o ciberbullying que supone uno de los mayores riesgos dentro del mundo de las redes sociales e internet, ya que deriva en muchos otros.
Se conoce como ciberbullying al acoso o intimidación que realiza una persona hacia otra por medios digitales, en este caso por medio de las redes sociales. Este tipo de conductas puede generarse de muchas maneras, ya sea mediante la intimidación de la persona, la difusión de contenido falso acerca de ella, la burla por medio de imágenes modificadas o incluso el hostigamiento.
El ciberbullying ocurre en muchos de los casos a menores de edad a los cuales les afectan de manera mucho más directa los comentarios de sus compañeros, personas de su entorno o incluso ajenas a ellos, aunque la mayoría de las veces las personas que realizan este tipo de acoso se refugian bajo identidades y perfiles falsos para evitar tener que sufrir consecuencias por esta práctica.
Es considerable que la edad a la que se produzcan este tipo de conductas tiene mucha importancia ya que los niños a tempranas edades están empezando a construir su propia imagen lo cual puede generar consecuencias relacionadas con la autoestima, las personas que sufren este acoso suelen tender a tener una visión borrosa de su propia imagen llegando en muchos casos a creer que lo que les dicen las personas por las redes sociales son verdad y llegando a afectarles de manera psicológica, generando en algunos de los casos problemas alimenticios como pueden ser la anorexia o la bulimia.
Cuando el ciberbullying se produce a edades más elevadas no suele afectar de igual manera ya que suelen ignorarse ese tipo de comentarios.
Además, el uso de esta práctica detestable puede llevar a que aquellas personas que lo sufren lleguen a tener pensamientos suicidas por no querer seguir recibiendo ese tipo de comentarios. En internet podemos encontrar numerosos casos relacionados y noticias que afirman que el ciberacoso sigue existiendo. A continuación, dejo diversos enlaces de interés acerca de ellos:
Cabe destacar que dentro de este mundo tecnológico también existe la adicción a las redes sociales, especialmente cuando se empieza desde temprana edad tiene consecuencias en cuanto al desarrollo de los menores, ya que se puede generar una dependencia progresiva de los dispositivos digitales hasta el punto de ser incapaces de salir del mundo virtual.
Los menores que desarrollan una dependencia de las redes sociales pueden dedicar una gran cantidad de tiempo y atención a las tecnologías dejando de lado u olvidando otras actividades importantes como las actividades físicas o el estudio, evadiéndose del mundo real y del exterior teniendo graves consecuencias a nivel social y emocional.
Es importante reconocer que este uso excesivo también conlleva un impacto en la familia de los niños que lo sufren puesto que puede suponer un desafío para los padres limitar el tiempo de uso.
Por lo tanto, es crucial abordar la adicción de las pantallas desde una edad temprana, implementando si fuese necesario límites de tiempo de pantalla y ofreciendo recursos que hagan reducir el número de horas con este tipo de dispositivos por ejemplo mediante la práctica deportiva.
Sin ninguna duda la integración de las tecnologías en el ámbito educativo es una necesidad en la era digital en la que vivimos. Como futuros docentes, debemos reconocer la importancia de proporcionar a nuestros alumnos pautas de orientación sobre el uso adecuado de las mismas, especialmente de las redes sociales y de su impacto.
Es fundamental comprender, que, aunque las tecnologías ofrezcan numerosos beneficios de acceso a la información también plantean los desafíos que he mencionado anteriormente en relación a la seguridad o el bienestar de los menores, sobre todo cuando se trata de las redes sociales. Además, es importante tener en cuenta que, aunque creamos que la educación sobre el uso de las tecnologías debería ser responsabilidad de los padres y de las familias en general, el entorno educativo desempeña un papel fundamental en la formación y conciencia de los usos de las tecnologías en los menores
Por todo lo anterior, como futuros maestros, debemos estar preparados para abordar este tema dentro del aula por ejemplo mediante charlas o actividades dedicadas específicamente a la educación sobre un uso seguro de las redes sociales proporcionando información importante sobre riesgos y estrategias para evitarlo. Colaborando de manera conjunta con los padres y otra serie de profesionales los estudiantes lograrán hacer un uso responsable de la tecnología y de las redes sociales.
Ana Fernández De Pablos