La participación de las familias en la escuela, en mi opinión, es un aspecto fundamental para el correcto desarrollo de los alumnos y alumnas. Creo que padres, madres o tutores deben formar parte activa del proceso de aprendizaje de los niños y niñas, ya que tanto profesores como padres, son los primeros referentes que tienen, y si trabajan coordinados, y los padres son capaces de seguir con el proceso de enseñanza en casa como le indique el profesor o profesora, el niño o niña tendrá un mejor desarrollo.
Autores como Martín Moreno Cecilio (2007, p.236) indican que la implicación de los padres en los centros escolares es un factor importante para el éxito académico de sus hijos, y para otros como Moore, la inclusión de los padres en el entorno del aprendizaje es de importancia crítica para el rendimiento académico del alumnado debido a:
- Los padres constituyen la influencia más poderosa en la vida de los alumnos. Las escuelas deben informar a los padres sobre el currículum de sus hijos y asesorarles para que les motiven.
- Las actitudes de los alumnos hacia el centro educativo resultan incluidas por los sentimientos de sus padres relativos a esta institución. Es importante que los centros educativos establezcan una buena relación con los padres y que estos perciban que el profesorado toma en cuenta su opinión cuando se analizan temas escolares.
- Los padres tienen percepciones directas sobre ellos que pueden ayudar al centro escolar en la organización de la necesaria individualización del entorno de aprendizaje.
Esto lo podemos ver también en el Decreto 67/2007, por el que se establece y ordena el currículo del segundo ciclo de Educación Infantil en la Comunidad Autónoma de Castilla - La Mancha. En el Artículo 9, nos hace referencia a la participación activa de las familias en este proceso:
1. La educación en el segundo ciclo de la Educación Infantil se concibe como un proceso compartido con las familias que se ha de favorecer desde el centro docente a través de la tutoría. El responsable de la tutoría mantendrá actividades periódicas para intercambiar información con las familias.
2. El centro docente programará el periodo de acogida del alumnado para favorecer la transición desde la escuela infantil o desde la familia a la nueva situación de enseñanza y aprendizaje. La organización de este periodo garantizará la incorporación de forma gradual, de todo el alumnado desde el inicio de las actividades lectivas.
3. Los centros de Educación Infantil mantendrán una colaboración estrecha con los cetros que imparten el primer ciclo a través de las redes de colaboración que se establezcan; elaborarán las Programaciones Didácticas de manera integrada con el primer ciclo de educación primaria; adoptarán las medidas necesarias para favorecer la implicación de las madres y los padres o tutores en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijas e hijos.
Los profesores deben también ayudar en la participación activa de los padres en la escuela, y esto se puede hacer por ejemplo con la programación de actividades en las que los padres tengan que acudir a la escuela para ayudar, siguiendo los consejos de los profesores en casa, etc.
En conclusión, creo que el proceso de aprendizaje de los alumnos debe ser un proceso colaborativo entre la familia y la escuela, ya que es allí donde se encuentran los máximos referentes de los niños en sus primeros años de vida, por lo que si colaboran padres y madres con profesores, el proceso de desarrollo del niño tendrá muchas más posibilidades de realizarse satisfactoriamente.
Fernando González Quintas (fernando.gonzalez12@alu.uclm.es)
2º Magisterio Educación Infantil.
Referencias:
Rodriguez Jaen, R. (2017). El papel de la familia y la escuela en la educación actual. Imagen recuperada de: https://misionpadres.wordpress.com/2017/10/02/el-papel-de-la-familia-y-la-escuela-en-la-educacion-infantil-actual/