Dentro del clima escolar negativo nos podemos encontrar con diferentes tipos de conflictos como puede ser el acoso escolar o bullying. El acoso escolar es cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que se produce entre escolares de forma prolongada en el tiempo de manera directa o indirecta tanto en el aula como en las redes sociales, con el nombre de ciberacoso.
En cuanto a este asunto, creo que hay personas que pueden llegar a pensar que el acoso escolar solamente hace referencia al maltrato físico como puede ser pegar, dar patadas, tirar del pelo, etc. Pero el acoso no sólo es eso. El acoso tiene lugar cuando también existe un físico indirecto como puede ser espiar, escribir pintadas con un nombre, etc o cuando se producen amenazas, insultos, humillaciones, se rompe el material o se influye en los demás compañeros para que éstos dejen a un lado al acosado, etc.
En mi opinión, el acoso escolar es algo muy grave que si no se aborda a tiempo puede tener graves consecuencias como puede ser el suicidio de las víctimas. Esto me parece algo verdaderamente lamentable que no hay que tolerar. Todos hemos sido testigos de noticias en las que un niño o niña ha llegado a tal extremo que no podía aguantar más esa situación en el colegio y ha acabado quitándose la vida. Personalmente nunca he vivido este tipo de situaciones en mi infancia, pero por desgracia, sí que lo pude ver en un compañero de mi clase en 6º de Primaria que fue acosado por otro de la misma clase pero que tenía un año más porque había repetido curso. Le insultaba todos los días y le hacía de quedar en ridículo delante de toda la clase. En el recreo, en los sitios donde los profesores no miraban, el acosador agredía a su víctima. Esta situación se repetía una y otra vez todos los días. A mi compañero le notaba cada vez más apenado, muchos días no asistía al colegio y empezó a suspender los exámenes. Yo hablaba con él y le decía que se lo debería contar a sus padres o al profesor, porque esa situación no creo que la pudiese aguantar mucho tiempo más. Al final, fuimos unos cuantos de la clase los que le contamos a nuestro maestro lo que estaba ocurriendo y nos dijo que iba a estar atento a lo que sucedía. Finalmente, el maestro se puso en contacto con la familia de la víctima y el conflicto se solucionó ya que ambas partes, tanto la familia de la víctima como la del acosador colaboraron para que todo se resolviese de la mejor forma.
Es importante que la víctima se lo comunique a sus padres o al profesor y no debe permanecer pasivo ante este tipo de situaciones. Sé que puede resultar complicado contarle lo que te está pasando a tus padres o al profesor, porque te puede dar miedo las represalias que pueda tener contra ti el acosador, pero hay que hacer un esfuerzo, porque si no se hace, las consecuencias pueden ser muy graves. Por eso, aunque el niño no diga nada, es fundamental la actuación de los maestros, pues si ven algo fuera de lo normal en el niño como puede ser lo que le sucedió a mi compañero, es decir, bajo rendimiento, tristeza, menor interacción social, falta de asistencia al colegio, etc, es importante que activen los protocolos necesarios y tomen las medidas que se estimen oportunas para solucionar esta situación.
Pienso que se debe acabar con el acoso, porque no solo tiene consecuencias negativas para la víctima, sino también para el acosador y el espectador. En el acosador se produce una falta de empatía hacia los demás, concibe la violencia como signo de poder y prestigio social, etc. Los espectadores, en muchas ocasiones, tienen mucha culpa pues se ríen de los insultos y de las burlas que hace el acosador. Actúan por tanto como reforzadores apoyando e incitando el acoso. Igualmente están los que no hacen nada al respecto y en cierto modo toleran lo que está sucediendo. En estos espectadores se produce al igual que en el acosador, una carencia de empatía hacia los demás, entienden que la vida funciona mediante la ley del más fuerte y que para conseguir las cosas hay que llevar a cabo conductas antisociales. Todos tenemos que poner nuestro “granito de arena” para que este tipo de situaciones no se produzcan entre los escolares y poder educar a nuestros alumnos para la paz.
Angel Díaz Carrasco.
2º A. Educación Primaria