El crescendo de las nuevas tecnologías, sobre todo de Internet, ha influenciado paulatinamente en cada ámbito de la vida cotidiana, ya sea en el turismo, el ocio/entretenimiento, o incluso el trabajo.
Como era de esperar, en el ámbito educativo no iba a hacerse mucho de rogar. Por ello, nos encontramos con nuevas estrategias en el proceso de enseñanza y aprendizaje relacionadas con la aplicación de las TICs en el aula.
Esto nos lleva a un gran cambio en los centros educativos con sabor a presente que va a marcar a las nuevas generaciones del futuro. Por lo tanto, podemos dar la bienvenida a Internet y los demás avances tecnológicos en nuestra cultura.
A pesar de las increíbles ventajas que esto conlleva, tanto por ser un surtidor inagotable de información obtenida de forma inmediata y cómoda, como permitir una mayor participación del alumnado en el aula, el hecho de necesitar aulas provistas de la tecnología pertinente se presenta como un aspecto negativo a tener en cuenta, así como la necesidad de contar con docentes preparados con conocimientos básicos de informática e Internet.
Como expertos de la enseñanza, los maestros deben ser capaces de motivar a través de materiales didácticos adaptados a las nuevas exigencias de la educación del siglo XXI. Sin embargo, es importante, que el docente sea consciente de que Internet no es su sustituto, no es el que va a dar la clase, sino que es un complemento que puede ayudarle en el desarrollo de una clase.
Para finalizar, podríamos señalar que el uso de Internet debe ser el nuevo punto de partida de los profesionales de la enseñanza. A partir de ahí, el maestro con el apoyo del centro educativo, así como de la administración educativa, debe fomentar el proceso de enseñanza y aprendizaje en el alumnado con un nuevo enfoque más motivador, dinámico, activo, participativo, etc. relacionado con los avances tecnológicos: las TICs aplicadas a la educación.
Salud Molina Muñoz. 2ºB. Magisterio de Educación Primaria.