Los robots sociales interactúan con las personas de forma sencilla, siguiendo comportamientos, patrones o normas. Estos robots poseen algunas habilidades sociales que nos permiten usarlos como ayuda para personas enfermas o con necesidades especiales.
La robótica educativa se utiliza en el aula como una herramienta para profesores y alumnos. Además de permitir la enseñanza de la electrónica y la programación puede servir de gran ayuda como asistente social. Podemos encontrar gran variedad de robots, como los siguientes:
El robot Bandit ayuda a los niños con autismo, ya que está especializado en mostrar emociones con el fin de mejorar las habilidades comunicativas de estos alumnos.
El robot Tega, que es capaz de interpretar la respuesta emocional del estudiante al que acompaña.
El robot Nao es un pequeño humanoide utilizado en las escuelas, ya que es capaz de reconocer, escuchar, hablar y responder a gran cantidad de preguntas.
Por último, cabe mencionar a Pleo V2 Reborn, un pequeño dinosaurio capaz de reaccionar a las emociones de los alumnos y de madurar a medida que pasa el tiempo.
La robótica en las aulas tiene un eso completamente educacional. No se utiliza como un juguete, sino que tiene fines educativos y sigue la filosofía de que los niños puedan aprender y desarrollar conocimientos a través del juego. Usar la robótica en las aulas permite trabajar áreas como la ciencia, tecnología, matemáticas, ingeniería o arte. De esta manera los niños toman contacto con las nuevas tecnologías y puedes desarrollar ciertas habilidades mucho más deprisa. Otro uso primordial que se le puede dar a la robótica tiene que ver con la socialización y la capacidad para trabajar en equipo.
Está demostrado que el uso de un robot social puede mejorar el desarrollo social, emocional y ético de los niños, sobretodo en primaria, ya que se trata de una edad en la que es importante trabajar esta área.
Andrea Camilo Gutiérrez.
Andrea Camilo Gutiérrez.
2ºA Magisterio Educación Primaria