Desde aquel día en que nuestra especie surgió y se nos consideró como una especie con capacidad intelectual y de raciocinio se han atribuido una serie de ideales para los dos sexos que conforman la raza humana.
Nosotras, por ser mujeres, somos más débiles, solo servimos para cuidar de aquellos individuos que nosotras mismas creamos en nuestro interior, solo somos un complemento para el hombre, solo somos un invento para complacer al sexo opuesto, solo somos…
No siempre la mujer se levantó y lucho por defender por lo que realmente sabía que valía, pero desde que aquel día llegó, ha sido una lucha constante, inacabada, exhausta, dolorosa y solo aparentemente exitosa. Si quieres algo, levántate y pídelo, no esperes a que nadie te lo regale o conceda gratuitamente. Si quieres hacerte respetar, respétate a ti misma para que los demás puedan hacerlo. Si quieres demostrar lo que vales deja el miedo a un lado, que es lo único que te separa de ser increíble, de llegar a ser una MUJER, algo que para todos aquellos que consideráis que es inferior, triste, secundario, innecesario solo se puede definir con una palabra, con un adjetivo, que engloba el orgullo y la satisfacción que supone ser mujer.
Increíble, esa es la palabra. Increíble, porque una mujer tendrá su oficio remunerado y su oficio impagable, cuidar de los suyos y de su hogar con una pasión envidiable. Increíble, porque una mujer es capaz de mover montañas si necesitar ni un solo ápice de fuerza física, solo necesita su maravillosa y complicada mente. Increíble, porque todo lo que hace y toca lo convierte en magia, pasión y alegría. Increíble.
Como mujer nuestro deber no es escondernos, pasar desadvertidas, delegar nuestras responsabilidades al género masculino. Nuestro deber es sentirnos orgullosas, mirarnos cada día al espejo y ver en el reflejo superación, lucha, fuerza, valentía. Somos capaces de todo, somos increíbles, somos mujeres.
Increíble, que sigamos luchando por cobrar lo mismo por realizar el mismo trabajo que un hombre. Increíble, que se sigan produciendo asesinatos a mujeres por parte de sus parejas. Increíble, que el monopolio del mundo esté prácticamente en manos de hombres. Increíble.
El camino es largo y la lucha agotadora, pero el destino de la mujer es ser reconocida por lo que es: el ser más maravilloso que el mundo creó.
Soy mujer y soy increíble.
Elena Dueñas Gómez. 2ºA Magisterio Primaria.