miércoles, 19 de abril de 2017

Intervención con alumnos con dificultades de aprendizaje

Somos muchos los que día a día estudiamos y nos informamos acerca de las dificultades (tanto físicas como psicológicas) que se nos pueden presentar a lo largo de nuestra vida. Pero si hablamos de niños, la situación se agrava, nos parece diferente, raro,  que conlleva mucho trabajo, y un largo etcétera. 

En muchos casos los padres intentan autoconvencerse, con los argumentos de "A mi hijo no le pasa nada." "mi hijo no es diferente", " mi hijo se va a poner bien." Y a veces convendría explicarles lo equivocados que están al hacer este tipo de afirmaciones. Esto solo favorece que el niño se sienta peor, más diferente, más raro, menos persona. 

Pero una vez aceptada la dificultad de un hijo, ¿Cómo lo ayudamos a lidiar con los juicios de las demás personas?, La respuesta, difiere mucho de cada familia, pero en mi opinión, lo más importante, es que siempre le expliquemos a nuestros hijos que todas las personas somos diferentes, no existe nadie igual y que nadie tiene el poder para juzgarnos y hacernos sentir mal. También, decirles que no importa cómo de difícil sea algo, aun que nos lleve más esfuerzo, si realmente lo queremos, podremos conseguirlo. 

Después, entramos en el terreno de los profesores, y como tratar con niños con ciertas dificultades de aprendizaje. Lo más lógico para muchas personas sería trasladar a ese niño, "aislarlo", darle clase solo, bajarle el nivel... Mi recomendación hoy va más allá. 

En mi opinión, creo que aislar a los niños con dificultades solo empeora la situación, los hacemos sentir diferentes, que no tienen lo mismo que los demás, que no son dignos de estar en una clase con los niños "normales". La mejor solución, a mi juicio, sería tratar el problema como si este no existiera, aun que por supuesto, dando el apoyo y la ayuda que el niño requiera en cada etapa educativa. Darle cariño, hacerles saber que van a poder contar con nosotros como profesores ante cualquier problema, y que vamos a conseguir los objetivos que nos propongamos. 

Si es un niño con una dificultad muy grande, una enfermedad especial, que conlleve mucha más ayuda, etc. Si que sería conveniente, quizás, darle algún apoyo extraescolar o adaptar la enseñanza a su modo de aprender, por ejemplo, utilizando más actividades prácticas y menos teoría. 

Una parte importante a la hora de tratar con niños con dificultades, creo que sería enseñarles a utilizar su sentido crítico. Que actúen de forma racional, que sepan de que modo y porqué las cosas suceden así. 

De este modo, no acabaremos con la dificultad del niño, pero que creo que se podría mejorar bastante siguiendo estos pasos (y seguramente muchos otros que yo aún no se, pero que aprenderé).  

De lo que si estoy segura, es que estaremos creando a niños mucho más felices, más llenos, más humanos. 

Diana Carrasco Sánchez. 1º Magisterio Infantil. 

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