La situación actual educativa nos lleva a reivindicar que no podemos seguir perdiendo alumnos y no podemos volver atrás. La educación está condenada a un cambio sin tiempo que perder. Las escuelas se han convertido en espacios cerrados que sólo suministran teoría a un alumnado (y un profesorado) cada vez más desmotivado y ausente.
Nos hemos olvidado que
todos tenemos necesidades educativas especiales, todos tenemos diferentes habilidades que poco tienen que ver con la estructura educativa actual basada en una industrialización desconectada de los modelos económicos y productivos actuales. Una educación orientada a la clonación frustra, desmotiva y favorece el abandono.
Todos nuestros alumnos aprenden las mismas asignaturas, de la misma manera y al mismo ritmo. Esto nos ha llevado a una situación insostenible donde hemos olvidado lo más importante ¿por qué aprendemos? ¿qué es la educación?
Hemos convertido el Sistema Educativo en la creación de espacios aislados que proporcionan
acceso universal a la educación pero que se han olvidado del éxito y del logro que ha de venir acompañado a esta.
La educación ha de buscar causar un impacto positivo en la vida de las personas que les proporcione autonomía y no dependencia. Una persona es lo que es (identidad) y lo que puede hacer.
Para conseguir esto hemos de potenciar la creatividad, la inteligencia emocional, la compasión hacia el otro, la confianza, la capacidad de comunicación, la iniciativa y la resilencia.
Hemos de convertir nuestra experiencia educativa en un diseño de aprendizaje frente al facilitador de contenidos que contamos hoy.
No podemos esperar una simple innovación educativa, mejorar la educación hoy no es aceptable; se necesita un cambio.
Nuestros centros han de generar experiencias de alto valor educativo y no un simple acceso a la educación. Necesitamos hablar de calidad y eso es diferente a mejorar lo que ha quedado obsoleto.
La obsolescencia del modelo educativo se materializa en cómo formamos a nuestros profesores, cómo diseñamos el curriculum, cómo se forman los grupos de alumnos o cómo se diseñan los propios edificios.
La educación ha de
orientarse hacia el alumno en lugar de centrarse en la materia o en un aula.
Tecnología y educaciónAquí juega un papel muy importante la tecnología porque de una educación caracterizada por la estandarización se ha de orientar hacia un diseño modular.
Necesitamos crear un aprendizaje basado en la tecnología que permita superar las limitaciones temporales, físicas y jerárquicas de las escuelas actuales. Una educación donde el profesor entrene en el aprendizaje y sea un arquitecto de contenidos. Un profesor que se convierta en un guía de aprendizaje.
Hoy nos encontramos con
escuelas ricas en tecnología pero pobres en aprendizaje. Puedes buscar lo que quieras en google que lo que encuentres no será significativo sino sabes qué hacer con ello y cómo valorarlo. Te darán un portátil para recibir tareas o realizar comentarios como siempre se ha hecho.
Esta tecnología se ha reorientar hacia la ruptura de moldes tradicionales: temporales, espaciales, grupales y pedagógicos; hacia modelos donde el tiempo se adapta al aprendizaje y al lugar, donde es importante aprender del otro y con amplio espectro de contenidos; de esta manera se alcanzará
una educación rica en tecnología pero a la vez profunda en aprendizaje.La innovación no es suficiente, debemos romper las concepciones temporales, convertir a los profesores en investigadores, crear aprendizajes conectados y dotar de nuevos roles educativos a los alumnos.
Hasta ahora la tecnología se había utilizado intensivamente en lo que conocemos como educación a distancia, básicamente para alumnos con alguna enfermedad que les impedía acercarse al centro educativo. Esta fase se ha sustituido por una tecnología más atractiva en su uso pero que realmente no ha tenido una significación real académicamente hablando. Necesitamos favorecer un uso activo de la tecnología por parte del alumnado donde se ejerciten habilidades (comunicación, aprendizaje, participación,...) y se utilicen herramientas que apoyen estas habilidades.
La tendencia es una separación de espacios y una autonomía radical del alumno. Lo que entendemos como educación será una experiencia online. Esta autonomía facilita la motivación del alumnado que experimenta que la educación tiene un sentido real en su vida. No podemos aceptar alumnos que se “aburren” en clase sino necesitamos que descubran y persigan sus pasiones con el uso de una pedagogía adecuada basada no solo en decir sino en acompañar al alumno hacia sus metas.
En todo esto juega un papel fundamental la tecnología, al eliminar el espacio que queda entre la escuela y el exterior. La escuela se convierte en un espacio transparente donde todos somos partícipes de ella.
Por esto es muy importante que los profesores no queden fuera de esta concepción y no se conviertan en profesores anticuados y fuera de los nuevos modelos educativos.
¿Cómo serán las escuelas del futuro?No es fácil entender lo que va a pasar porque todos tenemos miedo a la apertura por eso nos cuesta asumir todos los cambios que observamos a nuestro alrededor. Lo importante es analizar como afecta a las instituciones educativas el nuevo paradigma y evitar comportarnos como hasta ahora, avestruces que no quieren ver. Las líneas que seguirán las escuelas pueden ser:
- Todas las tareas se realizarán juntos, la participación será una herramienta imprescindible.
- El trabajo se realizará en grupo. La colaboración será un gran valor dentro de esta educación.
- La personalización será un elemento imprescindible. No todos aprendemos las mismas cosas, al mismo tiempo y al mismo ritmo.
La clase del futuro será una mezcla de todos estos entornos donde el profesor decidirá cuando utilizar un elemento u otro. El profesor será un elemento clave dentro de este sistema y el uso que hace de la tecnología. Por ello, no podemos esperar a que los profesores adopten la tecnología, cuanto más tiempo pase, más difícil será que se adapten a las nuevas tecnologías porque el cambio es contínuo.
Las escuelas se han de convertir en espacios físicos y virtuales que proporcionen experiencias de aprendizaje bien diseñadas.
Contenidos educativosNos dirigimos hacia una ruptura con los modelos educativos tradicionales, donde se va a experimentar
una liberación del conocimiento de la escuela.
Los contenidos han de ser accesibles, abiertos, disparadores y tratados como datos.
Han de ser
accesibles no sólo en el sentido típico de la palabra sino públicos y fácilmente localizables para ser utilizables;
abiertos, creándose bajo licencias que faciliten su edición y manipulación,
disparadores porque han de provocar nuevos contenidos; y, ser tratados como
datos, como códigos fuentes que permitan construir sobre ellos como capas.
Al producirse los contenidos de manera abierta favorecerá el trabajo en red y su compartición.
Nos orientamos hacia una educación abierta, digital y colaborativa; donde no sólo se consultarán los contenidos sino que se remezclarán y reutilizarán.
Redes sociales en educaciónTodo el modelo que se ha descrito cristaliza en un proceso de aprendizaje que se derrama sobre las comunidades sociales. En este modelo nuestros alumnos tendrán una voz pública y se fomentará la compartición de conocimientos.
Las redes sociales en la actualidad están alcanzando un elevado uso por parte de los ciudadnanos y su importancia educativa radica en los valores que estas redes representan:
- Son naturales, el ser humano es un ser social.
- Son auténticas. Tu identidad queda definida en tu comunidad, eso refuerza tu propia autenticidad.
- Son transparentes. Tu vida está en relación con aquellos con quienes te relacionan y todos saben todo de ti.
- Son constantes. No existe el éxito en el corto plazo sino el trabajo continuo el que te hace conocido.
- Son honestas. En las redes no hay lugar a la mentira; si todos saben de ti no queda lugar a la ocultación.
- Fomentan la generosidad y la compartición de conocimientos.
Es cierto que puede asustarnos esta transparencia total pero esta es una realidad. Lo contrario a esto sería tener una doble vida y eso seguramente es mucho más complicado para cualquiera.
ResumenEl aprendizaje del siglo XXI demanda que todos sepamos pensar -razonar, analizar, sopesar evidencias, resolver problemas- y comunicar efectivamente. Las competencias y hábitos esenciales serán el pensamiento crítico; la colaboración a través de redes y el liderazgo a través de influencia y credibilidad; la agilidad y adaptabilidad; la iniciativa y el emprendimiento; y, una comunicación oral y escrita efectiva.
Nos orientamos hacia una educación abierta, digital y colaborativa.
Jesús V. Fernández-Cid Román@mekanikProfesor de Economía en Bachillerato.
Imagen: ilco en http://www.sxc.hu/photo/1289292