Un aspecto relacionado con la educación y la sociedad es el uso de la televisión y la repercusión que conlleva en los más pequeños de la casa, por lo que en esta práctica voy a reflexionar sobre una pregunta que me hizo razonar de un trabajo que desarrollé con mis compañeras. La pregunta es, ¿la televisión realmente educa o no educa a los niños? A partir de esta pregunta voy a exponer mi opinión.
En primer lugar, hablamos del problema de la televisión y su impacto en el niño que debe contemplarse desde varios puntos de vista, ya sea en contextos educativos o en la vida cotidiana.
En cuanto a educar a un niño, la televisión puede ser una herramienta útil si se usa con cuidado, ya que la exposición de cierto contenido puede afectar en el comportamiento de los niños en el hogar. Un niño puede aprender a través de la televisión, pero también puede ser expuesto a contenido inapropiado que tienden a imitar. Los padres y los profesores deben tener cuidado y prevenir el contenido de la televisión. También, ayudar al niño a comprender lo que está viendo. Además, la televisión no debe usarse como un sustituto para la educación formal y el desarrollo de habilidades sociales.
Tener televisión en casa produce ciertos comportamientos en su desarrollo, y éstos serán negativos para el niño si su visionado es violento o suprime contenido educativo necesario para su desarrollo infantil. Sin embargo, será positivo, si su visionado se acompaña de la compañía del adulto para ayudarle a comprenderlo. Para ello, existen programas que cumplen con dicha función, es decir, educar, ya sea a niños de educación infantil o a otro público diferente, sin embargo, hay otros que no, solamente sirven de entretenimiento o distracción para ocupar nuestra mente y desconectar del medio que nos rodea. A veces viendo ciertos programas podemos ponernos en la piel de otras personas que en la vida real no nos damos cuenta de lo que le está sucediendo, por lo tanto, a partir de ahí podemos ayudarla.
Por último, considero que en cierto modo de una manera u otra no educa realmente, pero los niños sí aprenden de ella.
Inés Francés Mateo
2º Mag. Infantil