La experiencia que he llevado a cabo, durante el mes de agosto, en la Universidad Autónoma de Zacatecas (México), ha estado llena de emociones positivas como la alegría, generosidad, simpatía, entrega, profesionalidad y encuentro.
Mi primera conferencia fue sobre Inteligencia Emocional y Educación. La charla fue fluida, divertida gracias a la participación de los asistentes y tremendamente interesante por el cambio de impresiones y de cultura.
Al día siguiente fui entrevistada por la Radio de Zacatecas y cuál fue mi sorpresa al recibir una llamada de la doctora Rita comunicándome que la siguiente conferencia sobre Inteligencia Emocional y Creatividad no se llevaría a cabo en la Universidad, sino en la Secretaría de Educación y Cultura, ya que la entrevista había despertado una gran expectación y desde la Secretaría habían decidido convocar a numerosos maestros y maestras de Educación infantil.
Me encontré con un gran salón lleno de gente, de compañeros de profesión, mostrando un gran interés por el tema tratado. Planificamos los términos básicos a trabajar en el aula, jugamos, nos reímos, participamos en concursos donde el premio era un típico abanico español, aprendimos unos de otros y sobre todo, trabajamos con métodos muy creativos.
Emocionalmente el mejor regalo fue
cuando, al terminar la ponencia, tuve que besar, abrazar y hacerme fotos con
cada uno de los más de trescientos asistentes. Nunca lo olvidaré.
En la Universidad seguimos
trabajando en futuros proyectos de investigación, codirección de tesis,
asesoramiento de alumnos en proceso de su maestría y ampliación de la Red
Iberoamericana (convenio firmado entre la Universidad Autónoma de Zacatecas y
la Universidad de Castilla La Mancha), publicaciones, etc.
Incluso hubo una larga tarde de café y tarta de plátano para hablar sobre la educación de comunidades indígenas, su forma de actuar, su rica historia, su innovación en la práctica y sus inquietudes.
La última actividad, en la Maestría en Investigaciones Humanísticas y Educativas, fue una conferencia sobre estancias de alumnos mexicanos en la UCLM. Me temo (o me alegro) que este curso vamos a tener que ejercer de guías turísticos y guías docentes con un numeroso grupo de zacatecanos.
Los últimos días fueron muy, muy interesantes pues como maestra que soy, quise conocer la realidad del aula. Y tuve la suerte de conocer a Rosi y Ana María que trabajan y dirigen un centro de estimulación temprana para niños con grandes discapacidades y que utilizan la pintura y el teatro para atraer y educar a niños de riesgo social. Otra emoción que quedará grabada en mi mente, sus caras, sus sonrisas, sus necesidades. ¡Qué privilegiada soy de trabajar en mi colegio!
Allí en el centro “Para un mundo
mejor” , situado en una zona periférica de la ciudad, dí una conferencia para
padres titulada “Educar con emoción” y realizamos un taller de expresión
corporal y otro de globoflexia. Tarde cansada pero inolvidable. Aún quedaba
otra entrevista en la radio y una entrevista en televisión.
A pesar de todo el trabajo, he
tenido tiempo para conocer la ciudad, sus calles, sus grandiosos monumentos y
museos, su música, sus costumbres, su comida picantosa pero sobre todo, su
gente amable, educada y querida.
Gracias a la Doctora Rita, gracias a
todos los que han hecho posible esta experiencia, gracias a todas las personas
que he conocido en este tiempo, gracias.
Llevé un pen drive lleno de
información sobre inteligencia emocional y vuelvo con el corazón absolutamente
emocionado.