martes, 15 de mayo de 2012

El autismo: el entorno educativo. Entrevista a una maestra de ed. infantil.

El autismo es un trastorno que afecta a algunos niños, bien desde el nacimiento o desde la primera infancia, que les hace incapaces de formar relaciones sociales normales o desarrollar una comunicación normal. Como consecuencia, el niño puede resultar aislado del contacto humano y absorto en un mundo de actividades e intereses repetitivos y obsesivos.

Los patrones de enseñanza muy estructurados son los que parecen surtir los mejores efectos. Esto se debe a varias razones:

  1. Si el profesor no inicia la interacción y no es directivo, el alumno puede alejarse más de las conductas sociales.
  2. Este enfoque parte de la idea de descomponer cada tarea en pasos simples y claros, y dirigidos a una meta concreta.
  3. Los niños con autismo prefieren lo predecible.

Sin embargo, no hay un único método que sea el más conveniente para enseñar a niños con autismo, por lo que los profesores deben experimentar para adaptar los métodos a cada niño en particular. Si los niños con autismo no reciben atención individual, pueden retornar a su existencia solitaria.

Incluso en periodos breves de escolarización, los niños con autismo mejoran considerablemente su desarrollo educativo. A diferencia de lo que se piensa, los niños con autismo pueden lograr, en un futuro, alcanzar la educación superior y obtener títulos universitarios. Los niños con esta discapacidad tiene más facilidad en asignaturas, que no requieran habilidades sociales, como las matemáticas o la música, sin embargo, tienen muchos problemas con la literatura, al no ser capaces de interpretar las intenciones de otras personas. En general, el progreso educativo es más lento de lo normal.

La comunicación

Hoy en día no es posible saber hasta qué punto puede enseñarse a un niño con autismo a comunicarse. En las escuelas se pretende alentar a los niños con autismo a utilizar el gesto de señalar y la alternancia de turnos, antes de esperar ningún otro desarrollo comunicativo.

Algunos niños, que tienen dificultades en el habla, pueden empezar a construir su comunicación mediante el lenguaje de signos. Las señas pueden hacer que sea mucho más fácil para los niños con autismo descubrir el significado del lenguaje, por lo que supone una gran ayuda para el desarrollo de la comunicación y del habla.

Necesidades educativas

A los niños con autismo se les hace un diagnóstico de sus necesidades educativas, preparado por un psicólogo educativo, para poder integrarse en una escuela especial, o para obtener ayuda adicional en una escuela normal. En este punto es donde nos encontramos con la controversia de si es mejor integrar a los niños con autismo en escuelas ordinarias, o de lo contrario, es mejor que vayan a colegios especiales.

Es lógico pensar, que situar a los niños con autismo juntos en una misma escuela puede contribuir a complicar sus problemas, ya que no se les brinda la oportunidad de experimentar una interacción social normal, al contrario de lo que ocurriría en una escuela ordinaria. Lo más sensato es situar a estos niños con el resto de niños, que no tienen ninguna discapacidad. Este tipo de integración también puede resultar beneficiosa para el resto de niños con quienes interactúa, ya que desarrollan la comprensión de las necesidades especiales de los niños con autismo. El problema viene cuando las escuelas ordinarias carecen de los recursos necesarios, que parece que una escuela especializada sí tiene, además de tener la experiencia necesaria para atender a niños con estas necesidades educativas especiales. Sin embargo, en este último caso, al niño con autismo siempre se le deben proporcionar espacios de convivencia con otros niños. La integración es un proceso que se debe facilitar en todas las ocasiones en las que sea posible, así lo ideal sería dotar a las escuelas de los recursos necesarios, para que los niños con necesidades educativas especiales siempre acudieran a las escuelas ordinarias.

ENTREVISTA A UNA PROFESORA DE INFANTIL CON UN NIÑO CON AUTISMO


1. ¿Quién detectó que ese niño tenía autismo? ¿A qué edad?

Nos encontramos ante un niño de 3 años que entra  por primera vez en el cole y no ha asistido a guardería. Al ser gemelo, la madre notó cosas extrañas en él, que su hermana no hacía y lo llevó al neurólogo. Éste hizo un informe pero no lo diagnosticó.  En el colegio con dicho informe y  las características que reunía la orientadora lo derivó al centro base donde allí hacen el diagnóstico: AUTISMO.

2. ¿Cuáles son los síntomas que pueden alertar a un profesor de que un alumno puede sufrir de autismo?

Mirada perdida, falta de atención, poca socialización, ausencia de habla, conductas repetitivas, ecolalia… En general problemas en las relaciones interpersonales, en concreto en lo que se refiere al contacto afectivo con las personas; problemas en la comunicación, ya sea en la expresión o en la comprensión, esta comunicación no se refiere sólo al lenguaje oral, también a otros tipos de lenguaje, como el lenguaje gestual. Por último se puede observar una conducta muy rígida, con mucha resistencia al cambio.

3. ¿Qué grado de autismo sufre tu alumno?
En el dictamen no está evaluado.

4¿Cómo le afecta el trastorno en clase? ¿Hay diferencia entre sus compañeros?

Existen muchas diferencias, no sigue el ritmo de la clase y hace un poco lo que él quiere. Los compañeros han comprendido que él es especial y a veces no hace lo que se le dice.

5. ¿Cómo es la relación con sus compañeros?
Le gusta jugar el lado de los compañeros, pero no interactúa con ellos, tiene un juego paralelo. A su vez,  sus compañeros lo tratan como un igual, esta relación es beneficiosa tanto para el niño con autismo, como para el resto de sus compañeros, ya que a éstos les ayuda a entender las dificultades a las que se enfrenta su compañero con autismo.

6. ¿Cuáles son las pautas para actuar con un niño con autismo?
Lo primero es establecer las rutinas del aula a través de los pictogramas para que conozca los tiempos y actividades del día. Después estableceremos un sistema de comunicación  verbal y no verbal a través de signos (lengua signada) y elaborar  un plan de trabajo individualizado: hacer una agenda para comunicarnos con la familia; trabajar la habilidades de autonomía como ir al baño, aseo, ponerse el babi, desayunar…; distribuir el aula por rincones de trabajo empezando y terminando siempre de la mima forma; trabajo en mesa con actividades cortas, variadas y sencillas.

7. ¿Cómo se adaptan las actividades que se realizan en clase a un niño con autismo?

Con pictogramas para organizar las rutinas, agendas, nuevas tecnologías y música, actividades de motricidad fina, para mejorar la atención,  actividades claras y sencillas, funcionales, gratificantes para ser un buen refuerzo con principio y fin claro y delimitado. Y siempre estableciendo sistemas de comunicación verbal y no verbal  (lenguaje de signos).

Ana María Simón Blanco.
1º A de Magisterio de Educación Infantil

BIBLIOGRAFÍA
Baron-Cohen. S., y Bolton. P (1993). “Autismo una guía para padres”,  Madrid, Alianza Editorial.

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