El pasado viernes nuestra
Universidad recibió la visita de varios miembros de la Fundación Carriegos, los
cuales impartieron una interesante charla en la que dieron a conocer el trabajo
que realizan.
La Fundación
Carriegos se fundó en 2003 en León, y tiene como máximos beneficiarios a los discapacitados. Desde entonces ha conseguido mejorar la calidad de vida de
muchos de ellos, y ha desarrollado diversas actividades de fomento cultural y
deportivo.
Su trabajo está
dirigido a un triple objetivo:
- Rehabilitación de
discapacitados a través de la terapia ecuestre.
- Promoción,
gestión y desarrollo de actividades culturales.
- Promoción,
gestión y desarrollo de actividades deportivas.
Los usuarios que participan del trabajo de esta Fundación asisten a sus instalaciones en
la Escuela de Equitación “El Caserío” en Villaquilambre (León). Allí pueden
realizar estancias, donde mantienen ocupado todo el día en diversas actividades.
Además de talleres, los usuarios demandan lo que se ha llamado “ocio adaptado”,
que consiste en actividades que ellos mismos demandan, pero adaptadas a las
necesidades de cada uno.
Pero por lo que se
caracteriza este centro es por la rehabilitación a través de la terapia
ecuestre, la llamada hipoterapia. Este tipo de terapia es de reciente aplicación
en nuestro país, la Federación Española de Terapia Ecuestre) se fundó en
2004.
Aunque este tipo de
terapia no es reconocida aún por médicos, se han demostrado los numerosos
beneficios que puede producir. Como bien nos explicaron el pasado viernes, la
utilización del caballo como instrumento de trabajo se debe a que su morfología,
cinesiología, psicología y temperatura le convierten en una herramienta de
trabajo que ofrece muchos beneficios:
- Transmisión de
información, tanto estereoceptiva, a través de estímulos táctiles, olfativos,
auditivos y visuales, como propioceptiva, provocada por el moviendo del
caballo.
- Movimiento
tridimensional, ya que el caballo provoca oscilaciones en el jinete, lo que
estimula el desarrollo psicomotor, trabajando los reflejos, la coordinación, el
equilibrio y el control postural.
- Transmisión de
calor: el caballo posee un grado más de temperatura corporal que nosotros, lo
que ayuda a la relajación muscular.
- Ambiente lúdico:
La actitud es la de venir a divertirse, por lo que la terapia es mucho mas
significativa, lo que la convierte en más efectiva.
La terapia ecuestre
es un proceso pedagógico y rehabilitador general, que se realiza de forma
individualizada, buscando el máximo desarrollo y la autonomía personal. De esta
forma, se producen mejoras en la persona:
- A nivel
emocional, facilitando la superación de temores, la mejora de la confianza y de
la autoestima, disminuye la ansiedad, aumenta el autocontrol y, en general,
aumenta el sentimiento de bienestar.
- A nivel
sensomotriz, aumentando el tono muscular, mejorando el equilibrio, la
coordinación, la lateralidad y el control de la postura corporal.
- A nivel
cognitivo, mejorando la comunicación verbal y no verbal, la concentración, la
motivación, y la memorización.
- A nivel social,
aumentando las relaciones sociales y el trabajo en equipo.
Si bien este tipo
de terapia no es muy conocida, y muchos médicos se muestran reacios hacia ella,
se están consiguiendo resultados día a día, por lo que parece una buena
alternativa a la terapia tradicional, aunque hay que tener en cuenta que resulta
muy costosa. El coste de aplicar cinco minutos de hipoterapia sería de 53 euros
aproximadamente. Sin embargo, el número de empresas que ofrecen este servicio
siguen creciendo en nuestro país.
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