martes, 18 de abril de 2017

¿Qué queremos, una educación para la sociedad, o una sociedad para la educación?

El otro día me venía a la mente una pregunta, y era : ¿qué queremos, una educación para la sociedad, o una sociedad para la educación?

Y daba vueltas a la cabeza y pensaba que, si, bueno, viendo como evolucionamos, y como se hace presente el tema de la educación en los medios de comunicación, es inevitable no hablar de una sociedad para la educación, pero, por qué no nos educamos para ser sociables.

No es que busque una sociedad perfecta, pues sería una utopía, pero quiero hacer ver el valor de una buena educación, que nos sirva para educarnos en valores y en contenidos, llegando a un día de mañana en el que la educación alcance el valor que se merece, siendo en valores o en contenidos como he comentado hace un momento.

Se puede hacer hincapié en la gente que no podía ir a su escuela, esa gente que no podía tener el gusto de ir al colegio, y poder educarse en contenidos, pero si podía, por mérito de su familia, educarse en valores. Esa gente mayor, esos abuelos que educaron en su infancia los valores, esos valores resididos en el seno de una familia humilde, que no por su ausencia de colegio perdieron la educación. !No¡, ni mucho menos, pues ellos nos dan una lección de humildad, cuando al cruzarte con ellos por la calle te brindan una sonrisa, o te saludan con un feliz buenos días, y no reniegan de socializarse.

Pues bien, aquí acabo con una pregunta bien distinta, pero también parecida a la primera: ¿Una educación socializada o una sociedad educada?
Yo elijo AMBAS
Autor: Ignacio Meneses García de Blas 
Curso: 2ºB Magisterio Primaria

Una tarjeta roja para cierta educación


Reflexionemos hoy, si les parece, sobre deporte y educación. Y es que es curioso cómo la violencia acompaña, en este caso al fútbol,  cuando en realidad su propia esencia comulga de todo lo contrario. No es la primera vez que algo tan deplorable salpica uno de los deportes más importantes de nuestro país, ni por desgracia la última, dejando en evidencia cada uno de los valores que hace grande una competición entre dos equipos.

Se ha hablado mucho sobre el último altercado ocurrido el pasado mes de marzo durante el partido entre los equipos infantiles del Alaró y del Collerense en Mallorca. Se ha condenado de mil formas la batalla, esta es la expresión más adecuada, que mantuvieron numerosos asistentes al encuentro y que ha obligado a ambos clubes a disculparse por tan bochornoso y vergonzoso acto, pero nos falta lo más importante: ¿se habrán disculpado los protagonistas ante sus hijos? Espero que sí, porque al fin y al cabo se trata de eso: de retractarse de semejante muestra de lo que no es educación.

Si ustedes han podido tener acceso a las imágenes, nada recomendables, puesto que dejan la condición humana reducida a cenizas, pero necesarias si desean ver un ejemplo de lo que no hay que hacer bajo ningún concepto, podrán apreciar con total claridad a varios padres de niños de 12 y 13 años repartiendo a diestro y siniestro, olvidándose de que su hijos estaban presentes y que están siendo espectadores de tan patético espectáculo.

Celebremos que la cosa no pasó a mayores, y lo digo porque pocos días después, en Buenos Aires, tuvo lugar una pelea entre dos equipos de fútbol /sala de jugadores de 16 años en la que un tío de uno de los chavales golpeó al entrenador del equipo rival provocándole un coma que causaría su muerte 4 días después. Este triste hecho refleja la magnitud del problema de la violencia en el mundo del fútbol y en la sociedad en general, cómo niños y adolescentes de todo el mundo beben de una educación exenta de los valores más esenciales.

Aunque no debiera hacer falta mencionarlo, es de eso de lo que estamos hablando: de la educación que estamos inculcando a los más jóvenes, de los ejemplos que damos los adultos con nuestros actos,  y de la forma en la que proyectarán esas vivencias en el futuro. Ser un buen espejo es algo implícito en la educación de cualquier ciudadano, e insisto porque aquí, parte de la “tribu”, en palabras de Marina, no se entera de que el acto de educar atañe a toda la sociedad, y que ese ejemplo es el principio básico del proceso.

Si todavía hay quien duda del  nefasto y contraproducente impacto educativo de este tipo de conductas, hagan por un momento memoria e imagínense cualquier actividad deportiva (o lúdica) que practicaban de niños, ¿cómo se sentirían si viesen a su padre liarse a puñetazo limpio por una discrepancia pueril en un deporte que debiera servir precisamente para lo contrario: fomentar valores como el respeto, el trabajo en equipo…? ¿Cómo se sentirían si por ello acabara malherido? ¿Imaginan el terror que hubieran sentido? ¿Y las sensaciones antes de acudir a la cita del siguiente fin de semana? Y esto pueden trasladarlo a cualquier aspecto de la vida, no sólo al fútbol y al deporte.

Hay valores tan importantes que pueden potenciarse a través del deporte, valores que una persona nunca olvida y que son dignos de poder ser inculcados a nuestros hijos, que me cuesta creer que se desvíe la atención, llegando a las manos, hacia si ha sido o no fuera de juego.

Además del compañerismo y del trabajo en equipo, el deporte debiera servir como herramienta educativa en aspectos tan importantes como la constancia, que enseña que los éxitos se consiguen con una sucesión de pequeñas victorias cada día que pasa; el respeto por la figura del entrenador, entre otros,  que dedica sus esfuerzos a convertirte en una persona mejor; o la amistad que se forja por compartir momentos felices unas veces y amargos en otros. Si eso no significa nada para ustedes, ¿en qué están pensando cuando hablan de educación?

Porque no me cansaré de repetirlo: aquella es la base en la que se asienta todo lo demás. Y es que la simple adquisición de conocimientos no tiene sentido si no hablamos de valores, que son los que permiten que una persona se forje como tal: la honestidad, el respeto, la colaboración mutua o la misma resiliencia, por citar algunos.  Actuaciones como las que comentamos son la antítesis de lo que defendemos.

Déjenme citar a Francisco José Ramo Usón, Presidente del Comité Aragonés de Árbitros de Fútbol,  que en una entrevista para este mismo diario y en referencia al suceso ocurrido en Mallorca, dijo: “Además de entrenar niños, habría que entrenar padres”. Esa frase resume en parte  lo que quiero transmitir en este artículo.

Que de una vez por todas nos sirva de ejemplo lo ocurrido, que en nuestro día a día no volvamos a olvidarnos hasta que otra vez los medios consideren noticiables semejantes conductas: somos el faro de toda una generación a la que, si no indicamos bien el camino, haremos encallar en el deporte y, por supuesto, en la vida.

¿Nos enteramos?

Miguel Ángel Heredia García

Presidente de Fundación Piquer

Importancia de la escuela inclusiva


Este modelo de escuela integradora es muy reciente, y sus autores más representativos (Stainback, S. y Stainback, W, 1992) lo consideran como una evolución del concepto de integración.
La aparición del concepto de "inclusión" está relacionada con el hecho de que aún no se ha dado la total integración de las personas con necesidades educativas especiales. En algunas ocasiones aún existen niños en escuelas de educación especial, y en otras los niños integrados no lo están plenamente. La inclusión, por tanto, supone la integración total. Pero, para que se dé una integración total es necesario modificar las comunidades, no sólo las escolares, sino toda la sociedad en general. Los autores que trabajan en esta línea manifiestan que se ha dado una integración escolar, pero que ésta no es suficiente, es necesario normalizar toda la sociedad.
La comunidad entera debe prestar atención a la diversidad. Por ello se hace necesario transformar la sociedad, ya que sólo cuando ésta sea una verdadera sociedad de iguales, entonces se habrá conseguido laintegración.
Al final de la historia se podrá encontrar con la autoridad de las ciertas especies del mapamundi de la nacionalidad Española.
Para transformar la sociedad, primero es necesario transformar el aula. Sin embargo, hasta ahora la aplicación del concepto de integración no parece haber transformado totalmente el aula. En muchas ocasiones la integración se ha quedado en una integración física, sin que exista una verdadera integración social. Por eso, para que haya un verdadero cambio es preciso transformar el aula de integración en un aula de inclusión. La integración supone meter dentro a alguien que había estado segregado. En el concepto de inclusión esto no es posible, ya que nadie antes debe haber sido segregado. Por esto, en las aulas ya no se debe hablar de alumnos de integración, de otro modo el concepto de integración acaba convirtiéndose también en una etiqueta más.
Es desde la escuela que se ha de conseguir la transformación de la sociedad. Aquí, los niños empezarán a comprender que todos somos iguales dentro de nuestras diferencias. Para ello lo más adecuado es organizar las clases de manera heterogénea, sin que existan diferencias, ni entre los alumnos, ni tampoco entre los alumnos y los profesores. Se debe valorar la diversidad como algo positivo, como algo que ayuda a mejorar el aprendizaje.
Como hemos señalado anteriormente, el concepto de escuela inclusiva se puede entender o interpretar como una superación del concepto de integración. El germen de este concepto lo encontramos en Estados Unidos, con la expresión «ambiente menos restrictivo" que defiende el derecho de los escolares a una educación gratuita en el ambiente lo menos segregador posible.
Existen varias denominaciones que pueden producir ambigüedad respecto al concepto que nos ocupa sin embargo son altamente esclarecedoras. León Guerrero (1998:49), aporta diferentes expresiones terminológicas de análoga significación tales como «inclusión total» «escuela Inclusiva», «integración total» y «unificación de sistemas». Incluir implica ser parte de algo, forma parte de un todo.
Preferimos el término «escuela inclusiva» porque atribuye a la escuela la obligación de dar respuesta al derecho de los alumnos a recibir educación no segregadora. O'Hanlon (1 993: 10) subraya esta misma idea cuando manifiesta que parece que la palabra «integración», está ahora siendo reemplazada por términos tales como "educación inclusiva" "participación incrementada" en la escuela, las cuales sugieren… un aumento del énfasis en el proceso y no en el resultado. «Educación Inclusiva» se está usando ahora para referirse a formas de educación que se organizan incluyendo provisión para las necesidades especiales; esta fase resalta la implicación de que la integración ocurre después de una previa segregación.
La selección del término coincide con la de otros autores que lo consideran necesario porque entienden que la integración total de las personas con necesidades educativas especiales no se ha logrado todavía. Por tanto, la inclusión supone la integración total e incluye el concepto y contenidos de las restantes expresiones terminológicas. Una matización a subrayar en este concepto es la idea de que no se trata tanto de un conjunto de acciones como una actitud o sistema de creencias ante la educación.
Es preciso pues crear los medios y espacios para que en los profesionales se desarrollen estas actitudes positivas respecto a la inclusión de un alumno en aulas ordinarias sin hacer distinción de sus características, mucho menos de sus discapacidades o de sus competencias académicas. No se trata pues de una forma de integración en donde el tiempo escolar está compartido en aulas de distinta naturaleza o características sino que en el aula ordinaria recibirán los escolares la atención educativa incorporando las ayudas específicas y apoyos especializados. 

María Villarreal Villarreal
1º De Magisterio de Infantil

viernes, 7 de abril de 2017

Nuestra meta debe de ser la inclusión

En nuestra sociedad conviven todo tipo de personas, habiendo una diversidad de género, edad, estilos de aprendizaje, diferencias intelectuales, dificultades de aprendizaje, situaciones de ambientes desfavorecidos, minorías étnicas y culturales, grupos de riesgo, discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales, etc.

Todo esto es una cosa en la que nos solemos basar para juzgarlas y etiquetarlas lo que hace que se excluya o segregue a las personas diferentes, sobre todo a las que tienen diversidad funcional. Tener una diversidad funcional no significa que sea más tonto que el resto sino que sus capacidades son diferentes a las que tienen los demás.

Actualmente todos estamos concienciados y dispuestos a integrar a las personas con algún tipo de diversidad funcional pero eso no es suficiente ni correcto debido a que aunque los integremos serán un grupo diferente de personas dentro de la sociedad la cual los acepta con esas dificultades mientras que si las incluimos en la sociedad no serán un grupo en la sociedad sino una persona como cualquier otra sin diversidades funcionales de la sociedad.


A lo largo de mi vida me he dado cuenta que no solo se ha excluido o segregado a las personas con diversidades funcionales sino que en algunas ocasiones también lo ha hecho con las personas que estaban con ellos, es decir, a las que jugaban con ellos o les ayudaban. Es una cosa que por desgracia he vivido y me parece muy triste y cruel.

Por todo esto creo que es muy importante que eduquemos a los niños desde un punto de vista basado en la igualdad y sin prejuicios hacia las personas, porque hacer lo contrario lo único que puede generar es una exclusión hacia esa persona con diversidades funcionales teniendo como consecuencia que esa persona tenga una baja autoestima. Si esto sucede nunca vamos a saber cómo se siente la persona que esta excluida, nos lo podemos imaginar pero no saberlo y es bastante deprimente sentir que estás solo y que nadie te acepta puesto que te juzga por cómo eres y lo que haces y no por quien eres.

Yo por desgracia he de decir que sé cómo se sienten ya que por estar, ayudar y jugar con personas que tenían diversidades funcionales mis compañeros de clases me dejaron de lado en diversas ocasiones; pero llegué al punto en el que eso me dio igual ya que esas personas, las cuales no eran tan diferentes al resto, me aportaban una felicidad y unos valores que los que eran "normales" no me aportaron.

"Si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal no será necesario hablar de inclusión sino de convivencia"

Lara Pelado Mesa 

miércoles, 5 de abril de 2017

UN VALIENTE ENTRE LAS CUERDAS

Txiki, una mujer de 45 años, mecánica de coches y, a veces, de tractores en la Comunidad de Madrid, donde es interina,  madre de Iván un chico autista de 13 años y también de Ainhoa, que tiene 15 años. Nos cuenta como ha mejorado su hijo gracias al boxeo que practica junto con su familia, y que ha encontrado en este deporte un 'enganche' para comenzar a socializarse con otras personas distintas a su familia. 

Al principio Txiki lo veía solo, no pedía nada y tampoco tenía motivación por nada. Cuando el pequeño tenía cuatro años, se empezaron a preocupar por él, llegando a pensar que podría tener problemas de oído, ya que cuando lo llamaban no se giraba. También veían que tenía manías, siempre abría y cerraba la puerta, antes de cruzar, y siempre tenía que hacerlo él. Si lo hacía cualquier otro  se ponía nervioso.  Igual pasaba cuando iban para el colegio y no lo hacían por el camino habitual, Iván se ponía a llorar, no entendía, lo pasaba mal.

 Hasta que Iván tuvo cinco años no supieron que ni era sordo ni era maniático sino que tenía "espectro autista", es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Cuando se le pregunta a esta madre por los  por los momentos más difíciles, nos dice que han sido los cambios, de la guardería al colegio y de un colegio a otro, también  el aislamiento social. Ya que es muy duro ver  como dan de lado a un hijo.

Sin duda esta madre lo que siempre es que su hijo tuviera un entorno favorable y, sobre todo, aficiones y amigos.

Iván primero probó con otros deportes como  la natación, luego el judo y después el baile, pero o no se sentía cómodo o los profesores de estas actividades no podían hacerse cargo de él.

Por suerte, hace casi un año. Iván  entrena en el gimnasio de boxeo Iru-Team de la localidad de Casarrubuelos. También se apuntó su madre y su hermana Ainhoa, esto lo hacen para que él no se sienta solo y para que así, se sienta más cómodo. Cuando tiene que hacer ejercicios de parejas unas veces se pone con su hermana y otras con su madre. Nos cuenta como Iván ha madurado y mejorado, en cuanto al contacto físico, a los amigos, a relacionarse, y en sus resultados académicos.

Cuando EL MUNDO se acercó a pasar la tarde con Iván, le contaron  que otra madre, esta vez de una niña con síndrome de Asperger, se acercó hasta Iru-Team para preguntar si, ambas, se podían apuntar. Que cuando algo funciona rápidamente se corre la voz es algo conocido. "Estoy alucinando, que me ha venido otra madre, que su niña quiere probar. Es súper parecida a Iván. Contaba el Míster.

Txiki, no se olvida de cuando su hijo Iván no salía de la alfombra que le dijeron en el colegio que era "su espacio". "Para que no diera guerra, lo dejaban ahí. Pero ahora lo suyo es la alfombra mágica de un ring, donde más que entre cuerdas está entre amigos. La tarde en que este periódico irrumpió en su lugar de entrenamiento, después de horas de esfuerzo y de entrevistas, cuando ya eran casi las diez de la noche, Iván tiraba del brazo de su madre y repetía: "Mamá, que mañana hay que madrugar".

  
En las imágenes podemos ver a Iván, totalmente feliz haciendo lo que le gusta. Y gracias a este deporte, pudo abrazar sin miedo.

Aquí os dejo la noticia al completo

Simplemente decir, que aquí podemos ver un claro ejemplo de valentía y superación. Y de cómo una familia unida puede superar y conseguir cualquier cosa.

ALBA MARÍA MATEOS, 
1º MAGISTERIO INFANTIL.

EL TIEMPO LIBRE NO ES EL PROBLEMA

Cuando hablamos de los problemas que aquejan a la juventud y la infancia lo primero que nos sale al paso es hablar de lo mal que está sistema escolar actual. Las cifras están ahí y no engañan.

Los profesores, los centros, la ley están el ojo del huracán, ¿pero que pasa con los padres y los propios chicos?.

La escuela está para transmitir conocimientos no para reeducar y está aceptado que en los centros escolares (en mas medida según avanza la edad escolar)  la mayoría de las problemáticas las causa la falta de educación de los alumnos. "Llegan al centro sin educar" se puede escuchar a los profesores.

Los problemas no están tanto en la escuela infantil, que los tiene, están en los pre-adolescentes y adolescentes, que llegan a los centros con niveles de educación básica muchas veces escasos o inexistentes. Y llegan así porque los dos agentes educadores de la niñez, además de la escuela, no han hecho bien su trabajo: la familia y el tiempo libre.

A nadie se le escapa que es intrínseco en el niño y pre-adolescente la búsqueda, el juego, el protagonismo.  Eso queda relegado, normalmente a un segundo plano en la familia y la escuela. En casa mandan los papás, se hace lo que ellos dicen, en tiempo y forma y no hacerlo tiene consecuencias. En la escuela manda el profesor, se hace lo que el dice, en tiempo y en forma y no hacerlo tiene consecuencias. 

Hay consecuencias o debería de haberlas.
Sin embargo todos hemos sentido en multitud de ocasiones que al pillar el bocata y salir por la puerta de casa con el monopatín, oir el timbre de clase y ya no digamos coger la bici el fin de semana o quedar a echar una partida de chapas… el mundo y el tiempo era nuestro. Lees esto como adulto y te sigue pasando cuando llega el viernes y puedes dejar la puerta de casa atrás.

En el tiempo libre el potencial del niño o pre-adolescente se multiplica exponencialmente, porque en él pueden experimentar sus primeras sensaciones de autocontrol y protagonismo sin las tutelas preestablecidas en las que crece. Por eso es esencial educar el tiempo libre, pero siempre respetando esa frontera que no puede poner el chaval en la escuela y la familia… "aquí yo elijo ser el protagonista".

Y de nuevo se nos presenta una problemática: educar en casa, educar en la escuela y ahora educar el tiempo libre. Hay que dar por sentado que ni la escuela ni el tiempo libre van a poder hacer lo que compete y se debe hacer en la familia. Educar va asociado como primer obligación al lugar allí donde se crea la vida. Dos agentes se irán sumando a esta tarea, pero siempre como complemento de la primera.

Primero la escuela que es necesaria para aspectos vitales en el crecimiento del niño como la socialización, desarrollos motrices, psicológicos, cognitivos y más tarde auténticos conocimientos que les abren la puerta al mundo. En nuestra sociedad derecho y deber se conjugan para asegurar esto a los niños afortunadamente.

Y después aparece el tiempo libre en muchos casos como necesidad a cubrir por falta de disponibilidad familiar, en casos inevitable en otros premeditada. Sea como fuere nuestros niños tienen tiempo libre y hay que ocuparlo. Aquí está la clave, en saber como ocuparlo.

El problema no es que los colegios cierren de vez en cuando provocando a los padres entrar en barrena organizativa. El problema no es que haya vacaciones escolares, puede serlo que están mal compensadas. Es más problema no saber que hacer con el tiempo libre. Desafortunadamente las familias, más a menudo de lo que queremos reconocer, recurrimos ante esta situación a externalizar el servicio y aquí se llega a un universo, un precipicio, un océano en el que no sabe bien por donde tirar y donde se pone en juego todo lo que se ha venido trabajando como familia y el colegio después.

Para los adultos el tiempo libre es una cuestión más de ocio. Para los niños debe ser un tiempo de educación pura y dura, completa, apuntalando la educación recibida en casa y haciéndola compatible con la escuela. El juego y la diversión no entran en contradicción con la educación.
¿Porqué tanta obsesión por hacer actividades extraescolares entre semana intentando engrosar el curriculum académico?
¿Porqué todas las actividades extraescolares se convierten en refuerzo de disciplinas académicas: idiomas, informática, etc.?
¿Porqué los deportes extraescolares son solo los más mediáticos?
¿Porqué cuando pensamos en como llenar el tiempo libre de los niños pensamos en piscinas de bolas, ocio y diversión?

Pues pienso que debemos pensar más en educar, educar en virtudes que son las que magnifican los valores, en practicar educación a través del ocio y menos simple entretenimiento. El contexto familiar y escolar  actual necesita de esta ayuda y de forma urgente, por salud social.

Si eres padre/madre párate a pensar que aún si se quedan en casa, su tiempo libre debes dirigirlo, organizarlo… con ellos, pero no dejas de ser el responsable del resultado final. Sin contratar nada, en casa se pueden idear y dar opciones fantásticas a tus hijos y sin estar tu delante.

Si optas por contratar actividades establece tus criterios (los de la educación de tus hijos), y  busca.Hay múltiples opciones incluso fuera de su colegio, entre semana, para los fines de semana y para ciclos de vacaciones. Pero huye de la comodidad, educar es exigencia y también para nosotros aunque podamos pagarlo fácilmente. Ante todo, busca educar ese tiempo precioso.

Y en tu propio tiempo libre como adulto, utiliza el mismo patrón. Los pequeños son habilísimos imitadores y a los adolescentes les faltan líderes, congruentes, auténticos en si mismos… de lo demás se ríen. Se un ejemplo y lo que puedas hacer tu no lo dejes a otros.
disfrutar del tiempo libre, pero creciendo. Otra cosa no vale.

Juan Pedro Sánchez-Horneros Muñoz
Magisterio Primaria, 2º B

DERECHOS HUMANOS: DERECHO A LA EDUCACIÓN

Para comenzar deberíamos todos conocer que los derechos humanos son necesarios para vivir, sin los cuales las personas no pueden sobrevivir ni desarrollarse con dignidad, porque indican la forma en la que tenemos que vivir y comportarnos en la sociedad. Además son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.

Los derechos humanos universales están a menudo contemplados en la ley y garantizados por ella, a través de los tratados, el derecho internacional consuetudinario, los principios generales y otras fuentes del derecho internacional. El derecho internacional de los derechos humanos establece las obligaciones que tienen los gobiernos de tomar medidas en determinadas situaciones, o de abstenerse de actuar de determinada forma en otras, a fin de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de los individuos o grupos.

Seguidamente haré hincapié en uno de los derechos humanos más fundamentales como es el derecho a la educación.

Bajo mi punto de vista, este derecho es esencial para todos los seres humanos. Además es un derecho humano reconocido y se entiende como el derecho a una educación primaria gratuita obligatoria para todo niño, una obligación a desarrollar una educación secundaria accesible para todos los jóvenes (sin distinción racial), como también un acceso equitativo a la educación, y una responsabilidad de proveer educación básica a los individuos que no han completado la educación primaria. Adicionalmente a estas previsiones sobre acceso a la educación abarca también la obligación de eliminar la discriminación en todos los niveles del sistema educativo, fijar estándares mínimos y mejorar la calidad.

Juan Antonio Hernández Torres
2º Educación Primaria A

Derechos y Deberes de los niños

¿Qué es un derecho?
Podemos definir derecho como un conjunto de normas que organizan la convivencia social y permiten resolver diferentes conflictos.
El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la ley de los derechos del niño, esta entró en vigor el 2 de septiembre de 1990.
Cuenta con 54 artículos los cuales recogen los derechos sociales, culturales, económicos, políticos y civiles de todos los niños. Por otro lado esta  ley también recoge las diferentes obligaciones y responsabilidades de otras personas  como los padres, investigadores, etc.
El 20 de Noviembre, nos recuerda que los niños no son solamente seres frágiles a los cuales se les debe proteger, sino que también nos recuerda que son personas que tienen derecho a ser educados y cuidados. El 20 de noviembre se celebra el día internacional de los derechos del niño o también es conocido como día Universal de la Infancia.
También debemos decir que los niños además de tener derechos también tienen obligaciones como cada uno de los ciudadanos.
DERECHOS DE LOS NIÑOS
-  Estos derechos son reconocidos a todos los niños y niñas.
-   El niño para desarrollarse necesita amor y comprensión.
-     Los niños deben recibir una educación gratuita y obligatoria hasta cierta edad.
-    Los niños deben ser los primeros en recibir protección y socorro.
-      El niño debe ser educado en un ambiente de compresión, tolerancia y amistad.
-  Los niños no pueden trabajar hasta una determinada edad. Los niños deben ser protegidos y evitar el abandono, la crueldad y la explotación.
-      Deben ser valorados y respetados con objetividad.

¿Qué es un deber?
Podemos definir deber como una obligación, compromiso o responsabilidad moral que le afecta a cada persona. Un deber se basa en actuar bajo los principios de la justicia, la moral o su propia conciencia. Es decir, son leyes, normas que regulan nuestra convivencia en la sociedad.
DEBERES DE LOS NIÑOS
-      Los niños deben respetar a sus compañeros, sin importarles su sexo, nivel económico, religión, nacionalidad, o aquellos impedimentos físicos y morales que puedan tener.
-   Deben aprender a respetar todas las opiniones y las diferentes costumbres de las demás personas.  
-      Los niños deben saber respetar todas las normas ciudadanía.
-      Los niños deben respetar a sus maestros, padres y a todas las aquellas personas que les ayudan a lo largo de su vida.
-       Deben estudiar y formarse.
-  Los niños deben respetarse a ellos mismos, deben respetar sus sentimientos, pensamientos, aspectos físicos.
-      Los niños deben siempre cumplir lo que prometen y deben hablar con la verdad.
-      Los niños deben respetar el medio ambiente.
Inmaculada Díaz Bravo
2 de Educación Primaria 

lunes, 3 de abril de 2017

SOÑAR DESPIERTO

Si me preguntasen acerca de cual es mi libro favorito hoy en día con 19 años que tengo, no tendría reparos en decir que son Los Doce Trabajos de Hércules. Los Doce Trabajos de Hércules fue el primer libro que me leí con apenas 13 años, y además fue el primero que me leí sin saltarme páginas y sin dejarlo de lado.

Precisamente vengo a hablar de esto, sobre los libros que hablan de héroes y villanos, de personajes con grandes superpoderes que salvan a la princesa o al rey de un territorio, etc. Vengo a hablar de los textos literarios épicos.

Pero, ¿Por qué textos que hablan por ejemplo de las aventuras de Ulises, del viaje de Jasón y los argonautas o el mito de Perseo y no de libros como El duende a rayas o 5 enfados? Fácil, porque nos permiten soñar despiertos.



¿Quién de pequeño no se ha imaginado que era un superhéroe y derrotaba a los enemigos, o era un "mini héroe" que defendía a los débiles para protegerlos de los grandullones? Para mí, este es uno de los beneficios de incluir la lectura de textos literarios épicos en la escuela.
Incluir los textos de aventuras y de héroes y villanos, tiene muchos beneficios:

1.      Despierta la curiosidad del alumno y por tanto el interés hacia la lectura
2.      Son los libros ideales para crear en nuestros alumnos un hábito de lectura
3.      Potencian la creatividad y la imaginación

Por tanto creo que la inclusión de textos literarios épicos debería ser mayor en la escuela, y que además deberían tener mayor protagonismo.


Daniel González Martín
2ºB de Magisterio de Educación Primaria

¿Trabajar todo el día para que a tus hijos no les falte de nada, o trabajar menos y pasar más tiempo con tus hijos?

Actualmente, vivimos en un país en el que los niños tienen más falta de respeto hacia sus adultos y el absentismo a clase está a pie de calle. Esto también es debido a la falta de tiempo que tienen los padres para educar a sus hijos, ya puede ser por trabajo o por otras causas.

El caso es que el niño cada vez tiene menos feedback con sus padres, no le cuenta sus problemas, sus notas o la pelea que ha tenido con su mejor amigo, por lo que no tiene con quien desahogarse. Al no tener con quien desahogarse, se desahoga en el colegio, pero a base de rebeldía, porque necesita hacerse notar, llamar la atención, que vean que él también está presente, puesto que, en su casa, no se hace notar porque los padres no tienen tiempo para ello.

Es por esto que nos estamos enfrentando a un grave problema, y los docentes, tenemos que tomar las riendas del asunto.

De estos problemas sólo nos fijamos en las sociedades desarrolladas, pero cuando hablamos de los países subdesarrollados, nos fijamos más bien en unos derechos, en los derechos que tiene el niño, concretamente ocho, los cuales son:

1. Derecho a la vida: todo niño tiene derecho a vivir y a crecer en unas condiciones óptimas.
2. Derecho a la educación: todo niño tiene derecho a recibir una educación, a disfrutar de una vida social y a construir su propio futuro.
3. Derecho a la alimentación: todo niño tiene derecho a comer, a no pasar hambre y a no tener malnutrición.
4. Derecho a la salud: a los niños se les debe proteger de las enfermedades.
5. Derecho al agua: los niños tienen derecho a beber agua potable de calidad y tratada en condiciones sanitarias correctas.
6. Derecho a la identidad: todo niño tiene derecho a un nombre, un apellido, una nacionalidad, saber quién son sus padres y una fecha de nacimiento.
7. Derecho a la libertad: los niños tienen derecho a expresarse, a tener opiniones, a acceder a información y a participar en las decisiones que los afectan, además, tienen derecho a elegir una religión.
8. Derecho a la protección: los niños tienen derecho a vivir en un contexto seguro y protegido en el que haya bienestar. Todo niño tiene derecho a ser protegido de cualquier forma de maltrato, discriminación y explotación.

Entonces bien, ¿por qué existe la explotación infantil? ¿Por qué Adidas está explotando a estos niños y nosotros nos peleamos por sus deportivas? ¿Por qué permitimos que mueran niños cada cinco segundos de hambre? ¿Por qué bautizamos a nuestros hijos en una religión si son ellos los que tienen derecho a elegirla?

Incluso los países desarrollados, violamos sin darnos cuenta los derechos del niño, y es algo, que no debemos permitir. 


Esther Sevilla Alcobendas.
2ºA Magisterio de Primaria (Toledo)